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Maribel Buj, fiscal jefe de la provincia de Teruel: “Es momento de trabajar  ya no en el marco legal,  sino en la educación social” Maribel Buj, fiscal jefe de la provincia de Teruel: “Es momento de trabajar  ya no en el marco legal,  sino en la educación social”
Ilustración de Maribel Buj creada por Elena Castillo

Maribel Buj, fiscal jefe de la provincia de Teruel: “Es momento de trabajar ya no en el marco legal, sino en la educación social”

La jurista advierte del peligro de normalizar actitudes sexuales o violentas difundidas a traves de las redes
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Maribel Buj, natural de Saldón, comenzó su carrera profesional hace tres décadas en la Fiscalía de Lérida. En 1999 llegó a Teruel como teniente fiscal y desde 2020 es fiscal jefe de la Fiscalía Provincial. Asegura que el actual marco legal español garantiza la igualdad de género pero que estamos pinchando en materia de educación y de permisividad en la difusión y acceso de contenidos en redes y medios de comunicación social.

-¿Durante su etapa de formación como fiscal advirtió grandes desproporciones entre alumnos y alumnas?

-Tengo la impresión de que o bien estábamos muy equiparados o bien éramos incluso más mujeres. Y durante la carrera fiscal lo mismo.

-¿Y en el ámbito profesional?

-Empecé a trabajar en Lérida y fiscales y jueces estábamos equiparados, más o menos al 50%. Cuando vine a Teruel era la única mujer fiscal, pero era algo circunstancial, simplemente porque no había mujeres que hubieran solicitado una plaza. Ahora somos seis fiscales en Teruel, tres hombres y tres mujeres, y dos en Alcañiz, un hombre y una mujer.

-¿Esa paridad perfecta es casual, o hay alguna normativa al respecto?

-No, no, es algo casual. No hay nada que imponga que deba haber paridad, y espero que nunca lo haya. Creo que lo que tiene que garantizar la ley es que todos, hombres y mujeres, deben tener los mismos derechos y oportunidades para formarse y acceder a los puestos de trabajo. A partir de ahí opino que las cuotas no benefician ni a unos ni a otras. El acceso a un puesto de trabajo debe ser por capacidad y formación, nunca en función del género.

-¿Se ha sentido en alguna ocasión discriminada o poco respetada por ello?

-Nunca. Yo aprobé pronto la oposición, con 25 años, y nunca sentí ningún tipo de discriminación por ser mujer con compañeros, superiores o cualquier persona de mi entorno laboral. En todo caso quizá tenías que imponerte un poco más por ser tan joven, pero eso, que tampoco fue trato discriminatorio, me hubiera ocurrido siendo hombre o mujer.

-Los referentes históricos de la cultura popular en el ámbito del derecho, sin ser demasiados, son mayoritariamente masculinos. ¿Por qué?

-Eso es verdad. Creo que el problema es que la mujer hemos tenido asumido desde siempre que nos toca mayoritariamente estar al frente de las tareas domésticas y los cuidados familiares, no por un tema de legislación o derecho, sino por nuestra naturaleza o por la educación que hemos recibido. Eso te limita a la hora de asumir determinados puestos de trabajo que te requirieran más tiempo o dedicación.

-Pero en la Europa contemporánea también había trabas a la hora de colegiar mujeres...

-Sí, desde luego, pero eso está superadísimo. En España una mujer no podía ni abrir una cuenta bancaria sin permiso de su marido, pero ahora todo eso ha cambiado completamente.

-¿La legislación vigente en España es suficiente para garantizar la igualdad?

-Yo creo que el marco legal que tenemos ya es suficiente, con la Ley Estatal de 2007 y con las regulaciones autonómicas. Ahora mismo es una cuestión de educación. Y quizá en otros tiempos había que profundizar en la educación escolar y familiar, pero, en mi opinión, ahora hay que empezar a pensar más en la educación social.

-¿A qué se refiere?

-Al papel de los medios de comunicación, la publicidad, las redes sociales, internet... Si los jóvenes reciben a través de estos medios comportamientos que no son correctos, los van a normalizar. Y esto pasa con la igualdad, con la violencia o con cualquier otra cosa. Ahí es donde no se están haciendo bien los deberes. Las leyes son muy bonitas, pero yo siempre digo que es más importante prevenir que sancionar, y eso pasa por educar socialmente.

-¿Por qué cada vez hay más concienciación sobre la igualdad entre los sexos, y al mismo tiempo crecen los delitos contra la libertad sexual y de violencia de género?

-No puedo responderte con seguridad, pero creo que volvemos a la educación social. Internet o las redes sociales pueden difundir contenidos y mensajes completamente equivocados y perjudiciales. Un adulto formado los percibirá como tal, pero si un joven, que por edad no está todavía suficientemente formado, accede a ellos, puede que termine normalizándolos y viéndolos como algo habitual. No consigues nada si en una sociedad como la nuestra, con una legislación avanzada, igualitaria y que garantiza las libertades, los jóvenes normalizan comportamientos sobre el sexo o la violencia que para nada son normales.

-¿Quién es responsable de eso? ¿Legisladores, políticos, o ciudadanos que son padres y madres?

-Toda la sociedad, cargando sobre los medios de comunicación social, porque no se controla ni el acceso ni el contenido que puede encontrar cualquiera.

-¿Usted prefiere fiscal o fiscala? ¿Juez o jueza?

-Tenemos una gramática estupenda y nos la estamos cargando. Yo firmo siempre como la fiscal jefe, y antes firmaba como la teniente fiscal. Y prefiero la juez a la jueza. Creo que se gastan demasiadas energías en el lenguaje inclusivo, y al final no significan un avance significativo para nadie.

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