Síguenos
Marwán, cantante y poeta: Marwán, cantante y poeta:
Marwán actuará este jueves en los Jardines de San Pedro

Marwán, cantante y poeta: "Es imposible cansarse de cantar porque te alivia, te proporciona una sensación maravillosa"

Mientras graba su disco de 20 aniversario, el artista actuará en el Jardín de San Pedro este jueves
banner click 244 banner 244

Marwán lleva casi dos décadas haciéndose un hueco en la música y creando un estilo personal que, basándose en los clásicos, ha renovado el género de la canción de autor en España. Este jueves, 22 de junio, abre el ciclo Noches en el Jardín de Teruel.

-¿En qué formato nos visita?
-Este verano estoy haciendo una serie de actuaciones semiacústicas, acompañado por Quique Fuentes a la guitarra e Iñaki García al piano, que suele acompañar a De Pedro o Dani Martín. Yo no toco la guitarra porque desde que me fracturé el brazo (un atropello en Nueva York) no he vuelto a tocar en directo, al menos de momento. Y el espectáculo, pese a ser semiacústico, es muy intenso. Mucha gente me tiene por un cantautor muy tranquilito pero por momentos parece un concierto de rock.

-Aunque ya está grabando lo que será su próximo trabajo, aquí repasará su último disco, El viejo boxeador, ¿no?
-Sí, la mayor parte de los temas pertenecen a ese trabajo pero también cantaré algunas del resto de discos, que son fijas en directo.

-¿Uno se cansa de los temas que no puede sacar del directo sin que el público se enfade?
-No. Yo antes me preguntaba si Sabina, por ejemplo, no se cansaría de que le pidieran Calle Melancolía, o a Serrat Mediterráneo, pero la respuesta es no. Yo llevo cantando Ángeles y Mi paracaídas 16 años y las gozo como el primer día. Cantar es maravilloso, es una sensación tan buena, te alivia tanto, que nunca te cansas.

-’El viejo boxeador’ es además un disco especial porque homenajea a tu padre...
-En realidad homenajeo la idea de salir adelante a pesar de todo, de superar los traumas, de permitirte a ti mismo una segunda y una tercera oportunidad. Me parecía que esa idea de resiliencia y de levantarte cuando caes, porque todos caemos de vez en cuando, la representa muy bien mi padre. El nació en un campamento de refugiados palestino, por eso yo me llamó Marwán, no porque sea un nombre artístico. El luchó en la Guerra de los 6 días y ha pasado cosas impensables para nosotros. Y a pesar de todo nunca ha sido una persona resentida, siempre ha aportado alegría en su entorno y siempre ha sabido prosperar, reinventarse y rehacerse. Esa idea me parece muy importante.

-¿Se considera respetuoso con la música de autor tradicional, tal y como la entendemos?
-Mis principales referentes siempre han sido clásicos como Serrat, Sabina, Aute, Milanés, Drexler, Ismael Serrano, Pedro Guerra, Calamaro... Siempre han sido cantautores que no se han definido por ser precisamente muy cañeros, con alguna excepción, que basan su espectáculo en las palabras pero nunca han sido demasiado enérgicos, sino más bien intimistas. Yo también he tenido épocas así, pero poco a poco me he ido volviendo más camaleónico. En El viejo boxeador hay temas country, rock al estilo Rolling Stones, hay canciones con swing, he cantado cumbia urbana, y otros temas más balada y más emocionales. Creo que como compositor introduzco muchos matices diferentes en mis canciones, y cada vez más. Además me gusta experimental y  a raíz del accidente tuve que dejar la guitarra y, de repente, me encontré muy a gusto bailando o expresándome también con el cuerpo. Al final se trata de evolucionar y hacer en cada momento lo que te apetezca.

Canciones

-¿Usted se considera un poeta que musica sus textos, o un músico que escribe canciones?
-Lo segundo sin ninguna duda. Soy un músico que de vez en cuando escribe poesía, pero ante todo un músico. De hecho mi primer disco lo publiqué en 2002 y mi primer libro salió en 2012, con cuatro discos en el mercado. Me encanta escribir poesía y es una actividad muy unida a la de compositor, pero no puedo considerarme poeta.

-¿Se aborda diferente una poesía para ser leída, que para ser cantada?
-Sí. Aún cuando quieras hablar de los mismos temas, la voz poética se transforma mucho, incluso teniendo en cuenta que me gusta el verso libre y el texto sencillo, sin retorcer demasiado el lenguaje. La primera gran diferencia es que en un poema puedes jugar más con el lenguaje, retorcerlo, pero en una canción no porque corres el riesgo de que no tenga fluidez y además resulte un rollo. Y la otra diferencia es que la canción tiene una estructura de versos rimados, un estribillo donde tienes que exponer el núcleo de la idea, una duración más o menos estipulada... La canción tiene unos determinantes formales que hacen que el poema sea mucho más libre y flexible. En una canción a fin de cuentas lo importante es la música y la melodía, y el texto tiene que adaptar su métrica y su ritmo a ella.

-Ya ha empezado a grabar el que será su próximo disco...
-Va a ser un disco celebrando el 20 aniversario muy especial, con 20 o 25 canciones grabadas en dueto con artistas como Rozalén, Mikel Izal, Miguel Poveda... lleva un trabajo espectacular, porque es difícil cuadrar tantas agendas, pero estoy muy contento con lo que está saliendo...

-¿Por qué le gustan tanto los duetos y colaboraciones?
-No tengo tantas, aunque en los últimos años he hecho cosas con Ferreiro, Drexler, Nach... Me gustan porque otras personas contribuyen a mejorar los temas, enriquecer sus armonías. Compartir con alguien una canción y entre los dos conseguir que crezca y sea mejor es algo estupendo.

El redactor recomienda