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Quinita Fogué, pintora y artista: Quinita Fogué, pintora y artista:
Quinita Fogué en la ilustración de Elena Castillo para el calendario Pioneras 2023

Quinita Fogué, pintora y artista: "Lo que determina el trabajo de una artista o una agricultora es su talento, nunca su género"

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Quinita Fogué (Bañón, 1943) es una de las grandes referencia de la pintura contemporánea española y, desde 2023, una de las pioneras con las que la Diputación Provincial y la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer de la Subdelegación del Gobierno en Teruel insisten en que los ejemplos de éxito y de talento en Teruel, ni en ningún sitio, no entienden de género.

-¿Cómo recibió la noticia de que sería incluida en el Calendario Pioneras 2023?
-Fue una sorpresa muy ilusionante, y estoy agradecida a quienes decidieron contar conmigo. Admito que no conocía la iniciativa porque está en su segundo año, pero el concepto me pareció muy interesante y el acabado es espectacular. Las ilustraciones y los textos son preciosos, y es un proyecto de los que siguen siendo necesarios.

-¿Como artista ha trabajado en desventaja con respecto a los hombres?
-Absolutamente. La mujer hemos tenido que demostrar que podemos hacer lo mismo que los hombres en cualquier ámbito profesional, en cualquier oficio, en la ciencia, en la agricultura y las tareas del campo, y además seguir teniendo que ocuparse de su casa, de su marido, de sus hijos y en muchos casos de los suegros.

-¿De dónde le llegan las principales dificultades a una artista como usted, por ser mujer?
-Sobre todo de los compañeros. Ha tenido que pasar mucho tiempo y demostrar muchas cosas hasta que los hombres te han considerado una compañera en el arte, en igualdad de condiciones. El trabajo artístico de las mujeres ha sido muy vigilado por parte de los hombres, muy juzgado, cuando a ninguna mujer se nos hubiera ocurrido juzgar el arte de un hombre por ser hombre.

Museos y galerías

-¿Y por parte de museos o galerías?
-Yo diría que menos... Ahora mismo prácticamente todas las galerías de arte están dirigidas por mujeres, aunque tiempo atrás lo eran por hombres y era más difícil que tuvieran en cuenta tu trabajo. Creo que siempre se banalizó el trabajo artístico femenino, porque existía el prejuicio de que la mujer tenía que concentrarse en lo que se entendían como las tareas y los cuidados propios de la mujer, y después la creación artística era algo como más trivial, una cosa bonita que hacías en tu tiempo libre. Y eso es completamente falso. Cuando yo me meto a trabajar en mi estudio me olvido de todo, estoy únicamente en mi trabajo creativo, y estoy segura de que a todas las artistas les sucede lo mismo.

-¿Existe algo, en su opinión, que diferencie la pintura realizada por mujeres y por hombres?
-Personalmente creo que no. Antes se decía que las mujeres pintábamos flores o bodegones, pero no es cierto, y los hombres también los han pintado. Cuando yo pinto no creo que lo haga como mujer, ni que pueda decidir pintar como un hombre... Yo siempre he firmado como Fogué, y en alguna exposición, al conocerme, me han confesado sentirse sorprendidos porque imaginaron que yo era un hombre. Sobre todo en las pinturas sobre Marruecos, que he trabajado mucho, hubo quien decía que por la libertad que mostraba a la hora de expresarme habían pensado que era hombre. Eso es un prejuicio, y la demostración de que no hay nada en un cuadro que permita saber si lo ha pintado un hombre o una mujer. Igual que el trabajo que hace un médico o una médica, o un agricultor y una agricultora. Lo que cuenta es el talento y el esfuerzo dedicado.

-¿Es importante para las niñas tener referentes femeninos de éxito para encaminar su trayectoria en un sentido u otro?
-Yo procedo de una familia que no tenía nada que ver con el arte y desde luego los referentes que yo pudiera tener no eran femeninos. Soy una enamorada de Goya o de Picasso... me encantan los dibujos infantiles de Miró, y los amarillos de Van Gogh me han influenciado mucho... Yo tenía muy claro que quería pintar y no necesité esos referentes. Pero desde luego no existían referentes femeninos, porque la mayor parte de los que había, las mujeres que no habían sido expulsadas del arte no eran conocidas ni tenían tanta visibilidad.

-Su retrospectiva ‘El álbum de la memoria’ fue un gran éxito en el Museo de Teruel. ¿Se siente profeta en su tierra?
-Me ha costado llegar, pero ha merecido la pena la espera. La exposición ha sido espléndida, fue premiada por la asociación de críticos aragoneses y la ha visto mucha gente. La verdad es que después de la pandemia terrible, en la que no dejé de trabajar, este 2022 ha terminado muy bien para mí y me siento muy feliz. El Calendario Pioneras ha sido el remate, porque me siento orgullosa de contribuir a que niños y niñas se respeten y comprendan que tenemos que ser tratados por igual.

 

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