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Nuria Andrés

No estoy muy segura de que la Filosofía sirva para ayudar cuando se avecinan rupturas, pero por si acaso. El otro día quedé con una amiga que hace meses que no veía. Lo primero que me dijo nada más encontrarnos: que nuestra otra amiga lo quería dejar con su novio. “¿Otra vez?” intercambiamos las dos en un suspiro de agonía. “Pero si es que siempre están igual, que rompen y luego vuelven y más tarde lo vuelven a dejar”, dijimos al unísono. Pues esta misma sensación se me quedó cuando leí en un titular que la Filosofía dejaba de impartirse en las aulas y luego que no, que era un bulo de la extrema derecha y luego que, al final, sí, pero que dependía de las comunidades autónomas y que, según Rufián, Abascal hizo pellas en las últimas clases de esta asignatura en su instituto.

Entonces, de todo este debate, lo único que me quedó claro es que la Filosofía va a desaparecer. Y da igual cuando leas esto porque es un pensamiento que rebrota en cada reforma legislativa.

Pero, a ver, ¿Qué es lo realmente grave? ¿Que la Filosofía pueda desaparecer? o más bien, ¿Que sea la primera asignatura que miembros de uno y otro bando se quieren cargar?

Siempre lo digo, yo no estudíé la carrera de Filosofía y hace años me compré un libro de Nietszche que nunca llegué a abrir. Tampoco creo que aquellos que están en contra de la esta materia sea porque son unos paletos. No seamos ilusos. Como si los que se pegan horas resolviendo ecuaciones no pensaran o no tuvieran capacidad de raciocinio.

Mi verdadera duda es: ¿Por qué les incordia tanto cultivar un campo que no cotiza en bolsa? Estudiar Filosofía no es estudiar finanzas ni contabilidad. De hecho, si lo que quieren es seguir llenando las universidades de bancos y agencias de viajes, impulsar la Filosofía en la enseñanza es lo peor que podrían hacer. Tampoco esta asignatura es la panacea para acabar con la ultraderecha. Si lo grave no es el poder que tenga la Filosofía, ni que un niño encuentre en esta disciplina un lugar donde pensar libremente. El peligro está en la existencia del debate perenne de Filosofía sí o no. El problema lo tiene el gobierno. Este y todos los que han venido. Por la relación tóxica que siempre han mantenido con ella.

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