Síguenos
¿A dónde? ¿A dónde?

¿A dónde?

banner click 244 banner 244
Camino Ibarz

Me pasa y creo que, en general, le ocurre a todo el mundo, que cuando me he roto un brazo o una pierna y he ido escayolada, me he cruzado con decenas de personas en la misma situación, cuando me entero del embarazo de una amiga, no dejo de ver barrigas por doquier; decido viajar a Nueva York y me topo con mucha gente que también ha escogido ese destino o acaba de regresar de allí. Cuando le estoy dando vueltas a una cosa, como la que me ronda ahora por la cabeza, me llegan referencias por todas partes: artículos, libros, películas que abordan la cuestión, surge el asunto en una conversación en la que estoy hablando de otras cosas que nada tienen que ver… Y no me estoy refiriendo a esa publicidad que nos llega online nada más pensar en lo que quieres hacer o comprar el próximo fin de semana, hablo de ese conjunto de coincidencias que ya ocurrían antes de la era “big data”, antes de que la información irrumpiera de manera inesperada y disimulada en nuestra privacidad, haciéndonos sentir que hoy los seres humanos vivimos en un mundo vigilado sigilosamente.

Lo que me está rondando por la cabeza y me pregunto mucho es para qué corremos tanto. ¿Hacia dónde vamos tan rápido? Funcionamos sin detenernos a pensar, lo queremos todo para ayer y obramos del mismo modo. Todo es ¡Ya!, todo es inmediato. Tenemos tantos medios a nuestro alcance que el día a día se ha convertido en una avalancha de exigencias continuas donde, sin darnos cuenta, nos hemos convertido en esclavos y víctimas de nuestros propios caprichos, trabajos, relaciones. Rápido, rápido, rápido. Tampoco parece que nos bajemos de ese ritmo infernal y pernicioso durante las vacaciones. Nos las arreglamos para seguir corriendo cual pollo sin cabeza. Y así, no pensamos. Y así, no tomamos las mejores decisiones. Y así, dejamos que nos controlen. Y así, no votamos en consecuencia. Y así, nos extinguimos como especie. Y así, llegamos más rápido, sí, pero ¿a dónde? Ojalá que el descanso veraniego nos frene, nos ralentice para siempre, es totalmente necesario.

El redactor recomienda