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150 años de la I República 150 años de la I República
Imagen decimonónico del Ayuntamiento de Teruel

150 años de la I República

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Serafín Aldecoa

Hace siglo y medio (el 11 de febrero de 1873) que en España se produjo un hecho histórico trascendental: se proclamó la I República tras siglos de presencia ininterrumpida de la monarquía como forma de Estado. Fue un régimen, el monárquico, de carácter absoluto salvo periodos breves en los que el perseguido y sufrido liberalismo intentó recortar los poderes omnímodos de los reyes más ineptos como pudo ser el caso de Fernando VII, por ejemplo.

Este hecho, el cambio de Monarquía a República juzgado con razón como revolucionario, tuvo lugar de forma natural, pacífica y tranquila, sin ningún conflicto ni confrontación violenta, ni, por supuesto, derramar una gota de sangre. En este caso sí que se puede afirmar aquello de que España se acostó monárquica y se levantó republicana, tal como dijo el almirante Aznar el 14 de abril de 1931.

En realidad esto no ocurrió así, sino que el cambio político copernicano de 1873 fue producto o consecuencia de una crisis política en España que se arrastraba desde 1868 cuando tuvo lugar la Revolución conocida como La Gloriosa que destronó a la reina Isabel II y la mandó al exilio. Posteriormente se buscaron alternativas a la forma de Estado incluida la búsqueda de un rey italiano, Amadeo de Saboya, pero no cuajaron.

Estanislao Figueras, primer presidente de la I República

El procedimiento de la proclamación no se pareció en nada al de la II República pues ni hubo unas elecciones municipales o generales previas, ni las multitudes ocuparon las calles en manifestaciones festivas. El cambio de régimen se produjo de forma simple por un acuerdo de las Cortes, constituidas en Asamblea Nacional o Convención (Congreso y Senado, juntos).

Para ello se llevó a cabo una votación democrática previa con la participación de diputados y senadores, y el resultado fue una mayoría muy holgada para los favorables a la República que se plasmó en 258 votos frente a los contrarios que solo consiguieron 32. En estas sesiones se eligió también al que iba ser el primer presidente de la República, Estanislao Figueras, y en el Gobierno entrante figuraban los que serían también presidentes posteriormente: Emilio Castelar, Nicolás Salmerón y Francisco Pi i Margall

En esta decisión trascendental no se planteó, en principio, cómo iba a ser la República, si unitaria o federal como pretendía Pí i Margall, ya que se dejaba este asunto para acordarlo en un proceso constituyente posterior que empezó a elaborarse prontamente pero su articulado no se concluyó debido al golpe de Estado del general Pavía que en enero de 1974 acabó prácticamente con la I República. Una vez más los militares, los “espadones”, intervenían en la política en España con sus golpes de Estado tal como ocurrió para nuestra desgracia a lo largo de los siglos XIX y XX. A finales de dicho año, llegaría otro militar, el general Martínez Campos para “pronunciarse” en Sagunto proclamar un nuevo rey de España en la figura de Alfonso XII. Se inició así la Restauración.

Víctor Pruneda

En la ciudad de Teruel, tras el cambio de régimen a nivel nacional, se sustituyó inmediatamente a los componentes del Ayuntamiento por otros afines al republicanismo de tal manera que el Consistorio entrante promulgó un manifiesto, publicado en un anexo del periódico El Federal, en que “acordó celebrar el acto solemne de la proclamación oficial de la República el domingo próximo 16 de los corrientes, a las 11 de la mañana, en las nuevas Casas Consistoriales, para cuyo acto invita al vecindario a contribuir con su presencia a darle una mayor solemnidad”. Hay que decir que por esas fechas se estaba acabando de construir el actual inmueble del Ayuntamiento de ahí que se hable de “nuevas casas”.

Parece ser que, efectivamente, la celebración de la proclamación de la I República en la capital se realizó por todo lo alto con mucha participación de los y las turolenses ya que, como señalaba José Ramón Villanueva “porque el vecindario en gran medida simpatizaba con el republicanismo” (El republicanismo turolense en el siglo XIX 1840-1898. Mira Editores, 1993) y a la vez parece que llegaron “viajeros” de localidades próximas a Teruel para asistir a la celebración. La prensa de la época también destacaba la considerable participación femenina en los actos.

Actos conmemorativos de la I República en Huesca

Era cierta esta “simpatía” por el republicanismo en general en la ciudad de Teruel y la fuerza que tuvo este ideario posibilista que tuvo su reflejo en las urnas, debido en gran medida a figuras tan íntegras políticamente y tan entregadas a la causa del bien común como fueron los casos del médico Miguel Ibáñez¸ el abogado Mariano Muñoz Nougués, el filósofo metafísico Joaquín Arnau o el ilustrado Víctor Pruneda.

Como dato que respalda nuestra afirmación, diremos que todos ellos han conservado  su nombre –el de Pruneda lo recuperó recientemente- a lo largo del tiempo, incluso durante las décadas franquistas, en el viario urbano. Y ya no digamos el republicanismo posibilista encarnado por Emilio Castelar cuya denominación  mantuvo durante décadas la Plaza de San Juan.

Para concluir, diremos que la I República fue proclamada en días sucesivos en varios pueblos de la provincia de diferentes comarcas como Calaceite, Orihuela del Tremedal, Torremocha, Valdelinares, Cedrillas…

Convocatoria del Ayuntamiento republicano de Teruel aparecida en "El Federal"

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