Andorra reparte 8,5 millones de euros del primer quinto premio del Sorteo de Navidad

El muñeco del Minerín, en la puerta de la administración de la calle San Jorge de Andorra, volvió a sonreír este lunes. Y no era una metáfora. A las 10:34 horas, cuando los niños del Teatro Real cantaron el 23.112 como primer quinto premio del Sorteo Extraordinario de Navidad, la escena habitual se repitió en la capital minera de Andorra-Sierra de Arcos: teléfonos en alto, videollamadas en directo, descorche de botellas, abrazos, cánticos y la certeza de que, una vez más, la suerte había vuelto a pasar por allí.

El número, premiado con 60.000 euros por serie y 6.000 por décimo, dejó en Aragón 9,72 millones de euros, la mayor parte concentrados en Andorra. La administración El Minerín vendió alrededor de 143 series, lo que supone 8,58 millones de euros, además de otras 20 que se han vendido en Zaragoza y 10 en Armilla (Granada).

Por otro lado, una serie del sexto quinto premio, el 94.273, se vendió en la administración de la calle Blasco de Alcañiz y dejó 60.000 euros, aunque recayó en su mayoría -151 series- en Monzón (Huesca), que se ha llevado 9,36 millones de euros.

Repartición

Una parte sustancial del premio viajó hasta Alcañiz, de la mano de la Cofradía del Santo Entierro, que había distribuido el número entre sus miembros y colaboradores. Según explicó el alcalde alcañizano, Miguel Ángel Estevan a Europa Press, el premio ha llegado a más de 800 familias de la localidad, con un montante aproximado de 4,8 millones de euros.

El presidente de la cofradía, Alfredo Barberán, celebró el premio inicialmente en el hotel Guadalope y posteriormente se desplazó hasta Andorra para compartir la alegría con la administración que había vendido el número, visiblemente emocionado por el alcance del reparto.

En Albalate del Arzobispo, la suerte también se vivió con gran intensidad. La pescadería y tienda de alimentación Pescados Elías repartió en torno a 3 millones de euros en décimos y participaciones de diez euros del 23.112, adquiridos igualmente en El Minerín.
 

Su propietario, Juan Carlos Elías, explicó que el número es un clásico en su establecimiento. “Lo juego todas las semanas desde hace 50 años. Confiaba en este número y al final ha salido”, señaló a Europa Press, reconociendo que el día del sorteo coincidía, además, con uno de los de mayor trabajo del año en su negocio.

Uno de los grandes protagonistas, el propietario de la administración, Juan Antonio Legua, explicó entre felicitaciones y brindis que el premio ha llegado a muchísima gente.

“Teníamos 50 billetes consignados y hemos devuelto cuatro. Hemos vendido más de 1.400 décimos, cerca de 9 millones de euros aquí, en Andorra, en el Bajo Aragón”, señaló preguntado por los medios.

Legua insistió en el reparto amplio del número. “Se ha vendido mucho en ventanilla, luego lo juegan todas las semanas la Pescadería Elías de Albalate y la Cofradía del Santo Entierro de Alcañiz. Está todo muy repartido y por eso estoy muy contento”. El propio lotero y su familia también resultaron agraciados. “A mí y a toda mi familia nos ha tocado. Es un número que jugamos”, añadió.

No era un año cualquiera. El Minerín encadena cuatro años consecutivos repartiendo premios mayores, un dato poco habitual en el sector. “En 2022 tocó un quinto, en 2023 dos quintos y el Gordo, en 2024 otro quinto y ahora en 2025 otro quinto. Hay administraciones que no dan un premio en toda su vida”, recordó Legua.

Entre las muchas historias que dejó el día, una llamó especialmente la atención. El propio Legua relató cómo, en el entorno familiar, se fue construyendo una intuición difícil de explicar. “En casa de mi abuela empezaron a pasar cosas… una tía mía, que no cree en nada, empezó a escuchar en una especie de ouija 12, Navidad, Mesías, lunes”, explicó.

María José Aranda, también lotera, explicó cómo fue enlazando esas señales. “Yo quise unirlas, las interpreté y le dije: José Antonio, a ver si tenemos un número que acabe en 12. Y me dijo que sí, el de Alcañiz, el del Santo Entierro”. El resultado fue un reparto masivo en el entorno familiar. “Está muy bien repartido, y estamos muy contentos”, dijo.