Caja Rural de Teruel y la D.O. Cariñena firman su primer convenio de colaboración para impulsar el sector vitivinícola de la comarca

En un acto celebrado en la sede central de la cooperativa de crédito, Caja Rural de Teruel y la Denominación de Origen Cariñena han firmado un nuevo convenio de colaboración. Este acuerdo representa un hito en la trayectoria de ambas entidades, ya que Caja Rural de Teruel ha colaborado históricamente con la D.O. Cariñena mediante diversas iniciativas de apoyo al sector agroalimentario, siendo esta es la primera vez que se formaliza dicha colaboración mediante un convenio.

El acuerdo contempla una aportación económica destinada a garantizar y difundir la calidad de los viñedos aragoneses, localizados en los 16 términos municipales de la provincia de Zaragoza que conforman la Denominación de Origen, así como a afianzar la estabilidad de dicho sector. Siendo conscientes de la importancia que tiene una adecuada comercialización del producto, que implica un esfuerzo en la promoción de este para la difusión de las cualidades y virtudes del Vino de Cariñena.

La rúbrica ha sido llevada a cabo por Antonio Ubide, presidente del Consejo Regulador de la D.O. Cariñena, y Carlos Gracia, director de Zona Este de Caja Rural de Teruel. La firma también ha contado con la presencia de Javier Ruiz, presidente Grandes Vinos; ⁠Alberto Sanz, presidente de Bodegas Paniza; Antonio Serrano presidente Bodegas San Valero; José Cuevas, presidente de la cooperativa de crédito; y José Antonio Calvo, director de la oficina de la entidad en Cariñena.

Sobre la D.O. Cariñena

La Denominación de Origen Cariñena, con casi un siglo de existencia, fue una de las primeras creadas en España, y ha sido impulsora de innovadoras técnicas de cultivo y producción. Sus pedregosos terrenos, que dan nombre al exitoso lema actual El Vino que Nace de las Piedras permiten producir uvas más concentradas, intensas y aromáticas que en otros terruños. Los ricos y variados terroirs reúnen las condiciones óptimas para desarrollar todas las potencialidades de hasta 17 variedades, entre las que destacan las autóctonas garnacha –tinta y blanca- y cariñena, única uva en el mundo que toma su nombre de una localidad y zona vinícola. Como reconocimiento a su historia y compromiso, la localidad de Cariñena ha sido distinguida como Ciudad Europea del Vino 2025.