CGT abre un debate sobre el estado del ferrocarril y denuncia su abandono

El sindicato CGT presentó este jueves un informe sobre la situación actual del ferrocarril en Aragón para abrir un debate público sobre el abandono que sufre. Los autores del trabajo inciden en la falta de interés de las administraciones públicas por este medio de transporte de viajeros, y ponen como ejemplo la línea entre Zaragoza, Teruel y Sagunto, que continúa con un trazado decimonónico y en vía única por más que ahora se esté electrificando.

La Sección Sindical SFF-CGT de Adif y Renfe considera que la sociedad aragonesa debería reaccionar frente al abandono que padece este medio de transporte y exigir un cambio de políticas para dignificarlo y potenciarlo en Aragón.

El sindicato presentó el trabajo este jueves en Zaragoza en un acto en el que intervinieron, entre otros, Benjamín Casanova, Julián Moratalla y Daniel Jarreta. El documento, titulado Estado actual del ferrocarril en Aragón. En defensa del servicio público, ofrece un análisis de la situación de la infraestructura ferroviaria en la comunidad autónoma, el estado de sus estaciones, cercanías, media y larga distancia, y las mercancías, a la vez que se refiere a cómo se están gestionando las incidencias y ofrece unas conclusiones finales.

En el documento se recalca lo mal que empezó este año con el cierre total por obras de la línea entre Zaragoza, Teruel y Valencia, y no oculta la preocupación de que el periodo de cierre se pueda prolongar.

En el caso concreto de esta línea, el informe recuerda que durante mucho tiempo ha sido el recorrido con “uno de los trenes más lentos de España, con una velocidad media de 70 kilómetros por hora y cuatro limitaciones de velocidad a 30 kilómetros por hora”. Recuerdan aquel vídeo que se hizo viral en el año 2018 en el que un tractor adelantaba una unidad diésel 599 de Renfe a la altura de Navarrete.

Tanto en el caso de Teruel como con Canfranc, el trabajo de la CGT denuncia que la situación de estas líneas se debe “al evidente desinterés de las administraciones públicas en mejorar el servicio público ofertado al ciudadano”. En lugar de acometer una modernización adecuada de los trazados, consideran que se está apostando por la “degradación del servicio”.

Esa es una de las quejas permanentes en la línea de Teruel, puesto que se están acometiendo las obras de electrificación en vía única y sin cambiar los trazados, que son del siglo XIX, pensados para un tren que nada tiene que ver con los actuales modelos de transporte ferroviario.

Argumenta el trabajo que lo que debería hacerse es una modernización de los trazados, unido a “una corrección del radio de las curvas que permitiera alcanzar velocidades más altas”; una medida que hace décadas hubiera servido para “acortar tiempos de viaje y así incentivar el uso del tren público y hacerlo competitivo”. Por contra, lo que se ha hecho ha sido deteriorarlo para desincentivar su uso.

Daniel Jarreta, de CGT, y una de las personas que participó en la presentación del informe en Zaragoza, manifestó a este periódico antes del acto que hoy en día desde Teruel no existe ninguna conexión para ir y volver a Valencia en el mismo día.

Además, recordó que es la única provincia de España que no tiene una conexión directa por tren con Madrid, y que el cierre actual de la vía “va para largo”, mientras que el servicio de conexión con Zaragoza es “paupérrimo”. Manifestó que si antes del cierre por las obras viajaba la gente en tren, “era únicamente por los abonos recurrentes de Sánchez y no porque el servicio fuera de calidad, porque si no, no viajarían ni los propios ferroviarios”.

Apuntó también que “si no se hace nada al respecto, Teruel fue de las últimas capitales de España en que llegara el tren, y posiblemente puede que sea la primera en quedarse sin servicio de viajeros”. Precisó a este respecto que las obras actuales lo que buscan es convertir el tren en Teruel en una línea de transporte de mercancías, como pone de manifiesto el impulso del Puerto de Valencia a las mismas. Insistió por ello en la importancia de abrir un debate público para que haya una reacción ciudadana.