El consumo del regañao, un producto con 108 años de historia, sigue al alza

La asociación provincial Panaderos de Teruel asegura que el consumo de regañao, que comenzó a elaborar hace 108 años Leandro en el Horno de Santa Cristina, continúa al alza y no se ciñe a la merienda del domingo de Vaquilla, sino que se extiende durante todas las Fiestas del Ángel.

“No hay Vaquilla sin regañao. Es el alimento esencial para sobrevivir a las fiestas”, afirmó Javier Garzarán, el bisnieto de Leandro, que añadió que, desde el pasado viernes, las ventas se han incrementado respecto a los mismos días de 2022.

En el Horno Santa Cristina, los más demandados son los de jamón y sardinas, pero también elaboran de panceta, chorizo, longaniza o morcilla de Monreal del Campo.

Sanz coincide en que los más demandados son los de jamón con pimientos, panceta y sardinas, que en su caso ofrecen fileteadas y sin espinas.

Como presidente de Panaderos de Teruel, Jorge Sanz aseguró que la producción y venta de regañaos ya fue notable el año pasado, cuando se retomó la Vaquilla tras un paréntesis de 2 años por la pandemia, pero todavía han crecido más este año. En su opinión, a los turolenses les gusta disfrutar de un producto natural y tradicional y compartirlo con familiares y amigos.
 

Aunque en las panaderías turolenses se pueden encontrar regañaos durante todo el año, el día de mayor consumo es el lunes de la Vaquilla. Esa jornada, por ejemplo, el Horno de Santa Cristina permanecerá abierto desde las siete de la mañana hasta las ocho de la tarde. También lo hará la tienda de Sanz en la calle San Juan. Y es que es en el descanso de los toros ensogados cuando todo el mundo los quiere para merendar.

En paralelo a la elaboración de regañaos, estos días también aumenta la producción de pan para atender al incremento de la demanda que se produce durante las fiestas.

En el caso de la pastelería Muñoz, cerrará sus puertas desde el sábado al mediodía hasta la mañana del martes porque no elabora pan ni regañaos. Sin embargo, en los días previos a la Vaquilla ha tenido un fuerte incremento de ventas, tanto de charcutería como de dulces como la trenza, los suspiros y los besos. “A los turolenses nos gusta obsequiar a quienes vienen de fuera con productos locales, queremos quedar bien con nuestros invitados. Y también los que pasan estos días fuera de Teruel se llevan cosas”, dijo Chencho Muñoz.