El Justicia de Aragón constata que en muchos pueblos la tasa de delincuencia supera a la de la capital

El Justicia de Aragón ha constatado que un buen número de pueblos del entorno rural supera las tasas delincuenciales en comparación con los municipios urbanos, e insta a que se incremente la presencia de la Guardia Civil en el territorio, además de adoptarse otras medidas para hacer frente a un problema consecuencia de la despoblación y la dispersión geográfica. Así lo recoge el Informe Especial del Justicia sobre Seguridad en el Ámbito Rural que se presentó el miércoles y en el que se pone de manifiesto que en las zonas rurales hay una “sensación de inseguridad”.

El lugarteniente del Justicia, Javier Hernández, puso de manifiesto que en las zonas más ricas y con grandes explotaciones agrícolas es donde hay más delitos, y que el modelo con el que se distribuyen las fuerzas y cuerpos de seguridad por el territorio ha quedado “obsoleto”, ya que no se ajusta a las necesidades actuales.

El informe es contundente sobre la falta de análisis que existe en relación a la delincuencia en el medio rural aragonés, que subsana la Institución mediante un estudio propio en el que concluye que un buen número de municipios del entorno rural superan las tasas delincuenciales en comparación con los municipios urbanos.

Plantea por ello la necesidad de que desde la Delegación del Gobierno en Aragón, junto con el Ejecutivo aragonés, se lleve a cabo un estudio y análisis del modelo de seguridad ciudadana establecido en el medio rural, porque según el análisis que han realizado existe una mayor tasa de criminalidad en muchos entornos rurales con respecto a la capital turolense, al igual que sucede en Zaragoza y Huesca.

Comparaciones

Para poder comparar la delincuencia de las zonas urbanas con las rurales, el informe ha elaborado las tasas delictivas de los municipios teniendo en cuenta el número de habitantes y los delitos cometidos a partir de los datos recogidos en la Estadística de criminalidad del Ministerio del Interior.

En el caso de la provincia turolense, el estudio señala que la tasa delictiva de la capital en 2021 fue del 21,9, una cifra que es superada por un total de 77 municipios de la provincia. Es decir, ese año, el 32,63% de los municipios turolenses tuvieron una tasa de delincuencia superior a la de la capital. Además, apunta que cuando se estaba finalizando el informe, los datos correspondientes a los nueve primeros meses de 2022 arrojaban un incremento de la delincuencia en el conjunto de la provincia del 24,9%, cuando en Teruel capital ese ascenso era del 8,6%, y en la misma línea evolucionaba el resto de a Comunidad Autónoma. “Podemos concluir que el elevado aumento de delitos que se han producido en las tres provincias, lo han sido en el medio rural”, y que por tanto “los datos contenidos hasta el momento tienen un mal diagnóstico futuro”.

Según el análisis de los autores del informe, a menor tamaño del municipio la tasa delictiva es proporcionalmente mayor; los más poblados arrojan una tasa, con carácter general, por debajo de la media; las capitales de provincia tienen tasas próximas o por debajo de la media; el mayor número de delitos se dan “contra el patrimonio y el orden socioeconómico”, y aquellos que cuentan con Policía Nacional y Policía Local presentan una tasa delictiva baja.

Recomendaciones

En las recomendaciones que hace el informe se plantea “aumentar el número de guardias civiles destinados en el medio rural”, puesto que lo realizado hasta ahora “no parece ser suficiente para poder cubrir la demanda de servicios y la prestación de un servicio donde se vea garantizada la dotación oportuna para una seguridad ciudadana de calidad”. Argumenta la Institución que “se debería de aumentar el número de agentes de la benemérita en el medio rural tras los estudios, análisis y reorganización oportunos”.

Se muestra partidario también de reorganizar el número de puestos de la Guardia Civil en el caso de los que se encuentran limítrofes, para así poder disponer de más agentes en labores de vigilancia y prevención de la delincuencia, puesto que lo contrario “supone una merma de efectivos que no pueden ser destinados a otras labores más perentorias.

El Justicia incide por otra parte en que las cifras estadísticas sobre delincuencia en el mundo rural tampoco responden a la realidad porque en ocasiones no se denuncia debido a la dificultad de hacerlo, por lo que existiría una “cifra oculta” de delitos. Se recomienda por ello facilitar la interposición de denuncias estableciendo los medios adecuados para hacerlo.