El Mercadillo Solidario Navideño no defraudó a nadie y tuvo una excelente colaboración

El Mercadillo Solidario Navideño se convirtió un año más en un escaparate de oportunidades para iniciar las fiestas, adquiriendo los primeros regalos u objetos de decoración y al mismo tiempo colaborando con las asociaciones que promueven la ayuda a los demás. También los más pequeños tuvieron su espacio con el espectáculo de clown y títeres Telón de cielo. Una veintena de asociaciones dieron colorido a la plaza de San Juan. Un mercadillo que desde el pasado viernes y hasta hoy al mediodía pondrá el toque mágico al ambiente de Teruel.

Productos cosméticos, llaveros, chocolate, productos de comercio justo, y un sinfín de elementos de decoración animaron la mañana del sábado con temperaturas algo gélidas al comienzo de la actividad.
 

Cáritas es una de las entidades que lleva acudiendo desde que se inició el Mercadillo Solidario y su aceptación siempre ha sido buena. “Muy bien este año”, dijo Isabel Redondo, voluntaria de la asociación que estaba atendiendo a las personas que se acercaban a su stand en busca de algo que llevarse. Lo que más se llevó la gente fueron “belencitos”, cuya composición en miniatura tuvo una gran aceptación. Elena Alcalá y su hija Paula de 4 años hicieron gala de su adquisición. “Hemos cogido un nacimiento, un belencito. Hay cosas muy originales”, indicó. Además, también ofrecían chocolate caliente o venta de café.

La Asociación de Celíacos era otra de las que también ofrecía chocolate, pero en esta ocasión en tableta y “sin gluten y sin lactosa, que es la novedad y que es lo que más nos compra la gente”, detalló Sara Martín, nutricionista y responsable de ventas en el Mercadillo.
 

Poco a poco la plaza se fue llenando de viandantes, mayores, niños y muchos padres con sus pequeños que querían disfrutar del espectáculo de guiñol. Otros solamente paseaban y miraban lo que estaba a la vista, pues únicamente los interesados en comprar se acercaban a los mostradores y preguntaban. Casi siempre con algo ya decidido de antemano, aunque la solidaridad era el principal acicate para comprar.

La mayoría de las asociaciones participantes en el mercadillo son ya veteranas y están desde el inicio, pero otras como AIC (Asociación Internacional de la Caridad) era su primera participación. “Lo que más nos compran son tarjetas navideñas, velas o belenes”, apuntó María Isabel Andreu, voluntaria de la asociación. “Los productos son donaciones o manualidades hechas a mano”, explicó.
 

Red Madre también tuvo su protagonismo y estaban encantadas del mercadillo. Su objetivo: “Ayudar a las mamás embarazadas que tienen dificultades. Nuestro leitmotiv es dar una alternativa al aborto”, explicó Ana Rodríguez, tesorera de la Asociación, que no dudó en “agradecer la generosidad de la gente de colaborar desinteresadamente y también la colaboración del Ayuntamiento”, finalizó. Su producto estrella “la porra”. Un método de recaudación que también pusieron en marcha otros colectivos.

La finalización del guiñol movió a un buen número de ciudadanos, unos a sus casas y otros a tomar vermú, las terrazas se llenaron, pues el Sol apetecía y no sobraba ninguna prenda, y menos a la sombra. Telón de Cielo, una exhibición que no tiene palabras ni texto, fue seguido con emoción, ya que el humor fue lo más importante “y el público lo ha entendido muy bien”, argumentó Víctor Biau y sus personajes-guantes. “Es muy pequeño para entender la historia pero se ha reído y sobresaltado con el vampiro”, señaló Pilar Cáncer, madre de Izan de casi 3 años.