La gran demanda de la sala de estudios de San Julián se cubre abriendo nuevos espacios

El Centro Sociocultural San Julián ha tenido que habilitar nuevas salas durante esta semana para atender la gran demanda de usuarios de su sala de estudios. Las personas que acuden y no encuentran sitio en ella se les ofrece otros espacios en las aulas o salas del centro, que estos días tienen una menor demanda porque las asociaciones reducen su actividad durante las vacaciones navideñas.

Esta es la segunda Navidad que el Centro está en funcionamiento, pero en la anterior había restricciones por covid. Ahora, en un escenario de normalidad, se ha visto que realmente la demanda que había en la ciudad de nuevos espacios para el estudio coincidiendo con los periodos vacacionales era real. Son muchos los estudiantes que están fuera de Teruel estudiando y que vuelven por vacaciones a sus casas pero tienen los exámenes del primer cuatrimestre a la vuelta de la esquina. La biblioteca de la Uned está cerrada y también la del Campus universitario por lo que buscan nuevos espacios para poder estudiar y se han encontrado que la sala del Centro Sociocultural reúne las condiciones imprescindibles para ellos.

Elena Cañada y Celia Cejudo son dos amigas que este miércoles quedaron para estudiar en la nueva sala. Un estudia en Madrid y otra en Teruel pero estos días comparten espacio para preparar sus exámenes. Han encontrado en este centro su sitio, porque “a la universidad no podemos ir que está cerrada”.

Como ellas, acuden otros jóvenes lo que ha hecho que este martes se llegara a alcanzar el máximo de ocupación del centro para estudiar con 117 usuarios solo por la mañana y 90 por la tarde. A primera hora hay cola para entrar. “Ayer vine 50 minutos después de la apertura y la sala de estudio ya estaba llena”, contaba Cañada.

Estos días los universitarios que dedican sus vacaciones a estudiar se suman los opositores, que llevan una rutina marcada, sea o no vacaciones.

Desde el Ayuntamiento de Teruel, el concejal de Cultura, Carlos Méndez, se ocupa de la organización de este centro y ha dispuesto que se abran las aulas y salas disponibles para dar respuesta a esta demanda y así se está haciendo, por lo que ayer las salas de reuniones de la planta calle estaban ocupadas por estudiantes y también algunos de los puestos del aula de conferencias, en la planta 1.

La sala de estudios ocupa la última planta de este edificio que se abrió al público el 20 de octubre de 2021. Dispone de 70 puestos en mesas corridas, con acceso a internet y enchufes y dos ordenadores de consulta. Situado bajo el techo abuhardillado del edificio, es un espacio con luz a raudales y muy cálido con sus vigas de madera. Fuera de periodos excepcionales, como en vacaciones navideñas, la media de usuarios es de 35 al día.

Actividad del Centro

La actividad en este centro sociocultural ha ido incrementándose desde que se abrió sus puertas al público hace 14 meses. Durante las primeras semanas abría en horario de tarde, y a partir del 4 de diciembre de 2021 se amplió a los fines de semana, para dar respuesta a la demanda que había de la sala de estudio y porque había asociaciones que demandaban poder utilizarlo los fines de semana. Posteriormente, comenzó a abrirse por la mañana con el alumnado de un taller de empleo y para dar respuesta a las asociaciones y colectivos que demandaban esa franja horaria.
 

A partir de abril se modificó el horario, porque se vio que los domingos no había demanda y así se mantiene hasta ahora, de 9 a 14 horas y 16,15 a 22 horas.

Ahora, hay actividad durante todo el día. “Por la mañana son sobre todo asociaciones que realizan actividades con personas mayores”, apunta Méndez que destaca que 77 colectivos han pasado ya por este centro desde su apertura de los que 18 hacen actividades de manera estable a diferentes horas y en distintos espacios y de temas muy variados, desde jota, hasta baile, pasando por pilates, yoga, gimnasia, cubbá, teatro, coro o manualidades, por poner algunos ejemplos. Y son también 18 las actividades que se podrían llegar a realizar a la vez en el centro, porque esos son los espacios disponibles.

Para Méndez el centro se ha convertido ya en un referente a la hora de organizar actividades. Destaca su ubicación, cerca del Centro, de San Julián o el Ensanche, y su versatilidad, con espacios polivalentes que se adaptan a las diferentes necesidades que plantean los solicitantes, que según el tipo de asociación, colectivo o sector paga una tasa de 3 o de 10 euros la hora.

“Aquí se celebran reuniones de comunidades de vecinos, formaciones de empresas o presentaciones”, comenta el concejal.

Asociaciones

También hay asociaciones que demandan por horas un despacho para sus actividades. Así lo hacen por ejemplo Amasol, la asociación de autismo o la de Parkinson. Además, es la sede permanente de la Federación de Asociaciones Vecinales, y del programa Acompañando Teruel, y de la Asociación Vecinal San Julián, que organiza mucha de las actividades que se desarrollan en el centro y también eventos como el túnel del terror, que en noviembre reunió a 400 participantes.

Además de las salas de reuniones y las aulas, el centro dispone de aulas de ensayo. Las utilizan dos grupos de música, Cotxera y Extendidos, o el coro de Amigos de la Jota. Desde esta semana además se ha puesto en marcha el aula taller de cocina, con un curso de formación de Cruz Roja, que además utiliza otra aula para favorecer la conciliación y los menores de los participantes en el curso están atendidos mientras sus progenitores desarrollan las prácticas.

Para el próximo año, se espera poder abrir al público la cafetería. Su cocina está ya equipada y desde el Ayuntamiento se trabaja en el pliego de condiciones para sacar a concurso su explotación. En principio, el horario coincidirá con el de la apertura del centro y cuando se acondicione y urbanice la zona exterior situada bajo los viaductos tendrá un acceso independiente. Méndez indicó que también se va a preparar una página web con información sobre los espacios del Centro y las actividades que en él se pueden desarrollar y en la que también se pueda reservar salas, como se hace con las instalaciones deportivas municipales.

Poco a poco los turolenses se van acercando a este centro ya sea de forma puntual o asiduamente para desarrollar alguna de las actividades que se ofrecen. Tres conserjes atienden el centro, a través de una empresa contratada por el Ayuntamiento. Belén Gonzalvo y David Liberos son dos de ellos y ayer contaban que son muchas las personas que se acercan a preguntar tanto para participar en alguna de las actividades ya demandadas como para solicitar espacios “y si el que quiere está ocupado le ofrecemos otro sitio o un cambio de espacio”.

Ellos se ocupan también de la climatización del edificio, con un sistema que permite calentar solo las salas que están en uso logrando así eficiencia y ahorro energético.