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La llegada del rey Jaime I y el desfile de los grupos muestran cómo era la vida en la villa en el siglo XIII La llegada del rey Jaime I y el desfile de los grupos muestran cómo era la vida en la villa en el siglo XIII
El rey niño Jaime I recorre las calles de la villa a caballo. Bykofoto/Antonio García

La llegada del rey Jaime I y el desfile de los grupos muestran cómo era la vida en la villa en el siglo XIII

Turolenses y visitantes disfrutan de la ambientación en las calles de la ciudad
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El ambiente medieval ha inundado Teruel y en cada rincón se vivía este viernes este viaje en el tiempo donde las representaciones teatrales, los desfiles, el mercado y los propios turolenses con sus mejores galas del siglo XIII transformaron a la capital turolense en la villa medieval en la que se vivió la historia de amor de Isabel y Diego. Uno de los actos centrales de la tarde de ayer fue el desfile de rey Jaime I. El monarca que era entonces un niño acudió al campamento militar en el Parque de Los Fueros, acompañado por parte de sus tropas. El joven Unai Fornes, de 10 años, encarnó a este personaje que recibió la fidelidad de los caballeros.

Seguidamente recorrió a caballo las calles de la ciudad donde se podían oir gritos de: “¡Viva el rey!”. La comitiva recorrió la calle José Torán, el Viaducto Viejo, la plaza San Juan y la calle San Juan hasta llegar al Torico donde le recibió el tenente.

Se hicieron danzas en su honor y el pueblo de Teruel acudió a saludarle y vitorearle en el Torico.

Los homenajes al jovencísimo Jaime I durante su visita a Teruel  continuarán hoy con un espectacular torneo medieval que se hará en su honor en la plaza de toros con justas, combates y juegos.

En esta edición los encargados de este acto que se celebrará a partir de las 17.00 horas son Los Caballeros del Rey, un grupo de jinetes turolenses que participa también de forma voluntaria en otras actividades de la Fundación Bodas de Isabel a lo largo del año.

Desfile de grupos

La Federación de grupos de las Bodas de Isabel retomó ayer una de sus citas más importantes que desde 2020 no se había podido celebrar: el desfile de los grupos. El presidente de la Federación, Fran Martín, destacó el “gran trabajo de los grupos” que en este desfilen muestran cómo era la vida en Teruel en el siglo XIII. Asimismo, Martín aseguró que, tras el obligado paréntesis por la pandemia, la gente estaba “ilusionada” de poder volver a las calles y afirmó que había “un ambientazo y unas ganas bestiales” de disfrutar de la fiesta.

Como cada año participaron en este acto un tercio de los grupos, alrededor 50, ya que salir con 150 grupos alargaba demasiado el desfile. La comitiva comenzó en la Ronda de Ambeles y continuó por la Glorieta, el Óvalo, la calle Nueva, la plaza del Torico y el Tozal.

La cita se desarrolló en el ambiente festivo propio de la celebración de la boda de Isabel de Segura y don Pedro de Azagra. Para los visitantes era una excelente oportunidad de conocer cómo era la vida en aquella época ya que los grupos mostraban los gremios y oficios de la época, las órdenes militares y las religiosas.
 

Los tambores fueron otro de los atractivos del desfile. Antonio García


En el recorrido pudieron verse antorchas, carros en los que se llevaba a huérfanos o una bruja apresada. Además, varios de los grupos llevaban música, sobre todo bombos, timbales y tambores. Para los integrantes de los grupos, el desfile es un momento muy importante de este fin de semana. Pilar Goded, de las Madres Beguinas, afirmó que era “una diversión porque ha habido boda y estamos contentas” y destacó la importancia de que la gente pueda ver a los grupos en las calles.

Goded recordó que esta formación tiene ya 23 años y recrea la actividad de las Madres Beguinas con los niños pobres y que eran “muy intelectuales y adelantadas a su tiempo”.

Para el grupo de los Piscatorum Officio e Mercade, los pescadores, el desfile es uno de los momentos más entrañables de las celebraciones. Aurora Sangüesa, una de sus integrantes, explicaba que les encanta y que participan de forma voluntaria todos los años, aunque por turno no les toque. “Hemos ganado dos años el premio del mejor grupo del desfile, lo preparamos lo mejor que podemos y a los críos les hace mucha ilusión”, comentó Sangüesa.

Sergio Escriche, de la Parroquia de San Jaime, comentó que participar en este acto era “un esfuerzo” pero que lo hacían porque es importante colaborar con la fiesta.

Por su parte, el grupo Monjes Mártires repartían una estampita en la que explicaban su historia que comenzó en el año 2000 e invitaban a todo aquel que quisiera a comer unas sopas de ajo en su jaima en el Arrabal.

Cada grupo acerca a la gente que llena las plazas y calles de la ciudad un pedacito del pasado. Oficios como colmeneros, jaboneros, herreros o labriegos. También órdenes militares como los Caballeros de la Villa o los Caballeros Santiaguistas; religiosos como las Beguinas o los frailes de Santa María de la Selva Mayor.

Asimismo, algunas de las parroquias de la villa como de San Andrés, San Esteban o San Jaime y familias como la Najarín o los amigos de Rodrigo Azagra también tienen su espacio.

Además del desfile, a lo largo del fin de semana los grupos organizan diferentes actos en sus jaimas repartidas por todo el Centro Histórico.

A lo largo de la tarde, también se desarrollaron diferentes escenas teatrales como la Disputa de Dueñas, los Juicios de Amor o los Huérfanos de la madre Frontonia.

El ambiente medieval también se completa con más de 200 puestos de mercadillo en los que se puede comer y comprar productos artesanos. Dentro de esta oferta, la plaza de la Marquesa se convierte en el punto preferido para los más pequeños que pueden disfrutar de diferentes atracciones y juegos medievales infantiles.

Otros dos puntos donde se puede disfrutar de recreaciones es el Parque de Los Fueros donde está el campamento militar con el grupo Fidelis Regi y el grupo de recreaciones históricas Gréhiza. Se puede ver una exposición de indumentaria y hay talleres de cota de malla y de tiro con arco.

Mientras, el campamento almogávar y de las mesnadas vuelve a estar ubicado como cada año en los jardines de La Escalinata, donde se puede ver esgrima histórica, adiestramiento de tropas, taller infantil de arquería o danzas medievales.

Además, en este mismo punto hay exposición de aves rapaces y demostraciones de cetrería y taller y exposición de armas e instrumentos medievales.

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