

La planta de compostaje del Consorcio Nº 8 de basuras procesará 6.000 toneladas de residuos al año
La instalación, en la que se han invertido 1,3 millones de euros, atenderá a las seis comarcas de la agrupaciónDenuncian la acumulación de basura junto a los contenedores soterrados del Centro Histórico
Lanzan una campaña para la recogida selectiva de materia orgánica en 180 pueblos de Teruel
Con una capacidad para transformar más de 6.000 toneladas de residuos orgánicos en más de 2.300 toneladas de compost, la planta de tratamiento que construye el Consorcio Nº8 de Residuos Sólidos Urbanos está a punto de licitarse y de entrar en funcionamiento. La instalación, en la que se han invertido cerca de 1,3 millones de euros, atenderá a los municipios de las seis comarcas incluidas en la Agrupación (Comunidad de Teruel, Sierra de Albarracín, Jiloca, Cuencas Mineras, Maestrazgo y Gúdar-Javalambre) con un total de casi 83.000 habitantes.
Además de atender a una directiva europea, la gestión separada de este residuo permitirá un ahorro importante en los costes de la gestión de esos restos y un importante beneficio medioambiental.
La instalación de compostaje se compondrá de tres espacios, tres naves diferentes con una función distinta cada una de ellas. “La primera nave es la de descarga de los vehículos, recepción del material y preparación, donde se mezcla con el estructurante la materia orgánica recibida. De ahí pasa a la segunda nave, que es la de fermentación, donde se realiza todo el proceso de aireación de la materia, el volteo de la misma y donde la materia orgánica recibida pierde la mayor parte del líquido que conlleva. Y de esta se pasa a la tercera nave, que es la de maduración”, explicó la técnico del Consorcio, Montserrat Sacristán.

La construcción de las tres estructuras ha supuesto la inversión de cerca de un millón de euros, y el equipamiento y la maquinaria necesarios para su funcionamiento, que se instalará próximamente, más de 200.000. Los 1.285.000 euros globales del proyecto se financian en un 90 por ciento con fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea – Next GenerationEU, a través del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia.
La puesta en marcha de la instalación se realizará en dos fases. La primera de ellas consiste en la construcción y equipamiento de las instalaciones, que está próxima a su finalización. Después será el momento de la implantación de la recogida. Para ello, el Consorcio ha encargado una campaña de concienciación en la que se han realizado 32 charlas informativas en otros tantos municipios en los que es la propia Agrupación la que se encarga de la recogida de residuos. Después, se instalarán los 454 contenedores que tiene preparado el Consorcio, aunque esto no ocurrirá hasta que el servicio esté completamente operativo.
El servicio de recogida se encargará a la empresa concesionaria de la recogida de residuos en la zona en la que es el propio Consorcio el que se encarga del traslado de los distintos residuos (RSU, papel - cartón y envases).

La planta se ha levantado dentro de los terrenos de que disfruta el Consorcio cedidos por el Ayuntamiento de Teruel. La nave de descarga de residuos está abierta en tres de sus cuatro paños de pared y tiene una superficie construida de 620 metros cuadrados. La segunda de las instalaciones, la destinada a la fermentación de los residuos es la más grande de las tres y tiene una planta de 1.255 metros. Está muy ventilada y los paneles laterales están cubiertas con una malla para evitar tanto que los materiales depositados puedan volarse por el viento como que los animales puedan acceder a su interior. La tercera edificación, destinada a la maduración, afino y almacenamiento, está cerrada por sus cuatro costados, con una superficie de 980 metros cuadrados.
A las tres construcciones de carpintería metálica se suma, además, una balsa de aguas de proceso con una capacidad de 800 metros cúbicos. la construcción de las tres edificaciones comenzó en 2024, después del proceso de redacción de proyecto y su licitación.
En cuanto a la maquinaria que se ha adquirido para el funcionamiento de la planta, este consta de una cinta de transporte de fracción orgánica y de material fermentado, una volteadora de compost y un trómel de afino, una máquina rotatoria con un tambor perforado que se utiliza principalmente en la producción de compost para separar materiales grandes de los más pequeños, retirando impurezas y obteniendo un producto final de alta calidad.
De directivas y de euros
La implantación de la recogida separada de los residuos orgánicos obedece a la Directiva UE 2018/851, la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, en su artículo 25 establece la obligatoriedad de la recogida separada de biorresiduos de origen doméstico para su reciclado. Esta norma europea busca mejorar la gestión de los residuos en los países de la UE mirando hacia un modelo de gestión más sostenible mediante la prevención, la reducción de la generación de residuos, el fomento de la reutilización y el reciclaje.

Además de los beneficios medioambientales de transformar un a parte del contenido que hasta ahora se volcaba en los contenedores verdes en materia orgánica aprovechable en agricultura o jardinería, ahorrando espacio en los vertederos y en los camiones de recogida, la separación de los residuos orgánicos tiene unos claros beneficios económicos. El presidente del Consorcio Nº 8 de Basuras, José Herrero, que explica que “cada tonelada de RSU tiene un coste de gestión de unos 13 euros, pero luego aplica un impuesto de 44 adicionales por tonelada. Los 13 euros de gestión te los van a eso es inevitable pero los 44 de tirar la vertedero sí”, explicó el presidente, que señaló que eso redundará en el bolsillo del contribuyente, aunque todavía no se ha establecido cómo se repercutirá ese ahorro en el usuario, explicó.
“Hay gente concienciada de que esto hay que hacerlo. Y no hacerlo sale muy caro. No separar el (residuo) orgánico nos cuesta mucho dinero a todos y eso al final la gente lo entiende. No todo el mundo sabe que es casi tres veces más el impuesto por tirar las cosas al vertedero que lo que cuesta recogerlo”, añadió el presidente.
Los modelos señalan una reducción de más de un 30 por ciento en las toneladas de basura que se recogen actualmente después de implantar la separación de los restos orgánicos.
Complicidad de los vecinos
Para que el sistema de recogida de residuos orgánicos es imprescindible la complicidad de los vecinos de los municipios, que deberán separar aparte del cubo de basura de residuos sólidos urbanos la materia orgánica. Además, deberá hacerlo en unas bolsas de basura compostables, que se desintegran al cabo de unos días tras su uso, para no echar a perder la calidad del compost, lo que rebajaría sus posibilidades de utilización posterior.

Para ello, después de haber separado en el domicilio los restos orgánicos en un cubo separado dentro de una bolsa de basura compostable, el usuario deberá depositar esos restos en los contenedores que se instalarán próximamente en las calles de los municipios. Estos contenedores se identificarán por tener la tapa marrón y, en el caso del Consorcio Nº 8 de Basuras, estar cerrados con llave para evitar que se deposite por accidente, desidia o gamberrismo restos impropios de ese recipiente.
Estos contenedores cuentan con una tapa más pequeña destinada al usuario doméstico y otra de mayores dimensiones pensada para grandes usuarios, seguramente con un perfil profesional, como bares o restaurantes, explicó el presidente del Consorcio Nº8 de Basuras, José Herrero.
Llega el contenedor marrón de restos orgánicos, ¿y ahora qué?
Ya está el contenedor marrón en la puerta de mi casa. ¿Y ahora qué?. Para responder a esta y a otras muchas dudas sobre la implantación de la recogida separada de los residuos orgánicos, que se pondrá en funcionamiento en breve, el Consorcio Nº 8 de Basuras ha organizado una serie de actividades divulgativas entre los municipios en los que presta directamente el servicio de recogida de basuras. Más de 1.200 personas se han inscrito en las 32 charlas informativas que se han realizado entre los municipios de este territorio en los que, además, se han instalado durante el último mes, 50 mesas informativas para resolver las divididas de los vecinos ante el inminente desembarco de este nuevo modo de recogida.
“Tenemos una nueva ley de residuos que es del 2022 en la que obliga a que todos los municipios de España tengan implantada una recogida de la materia orgánica obligatoriamente. Y la ley a la vez dice que para que sea una cosa justa hay que hacer un pago por generación. Tenemos que saber quién lo está haciendo bien y quién no con la idea de que, si todo va bien, las personas que están separando sus residuos en casa puedan pagar menos que las que nos separan”, explicó Unai Uberetagoena, técnico de residuos.
A las personas que se han inscrito y han asistido a las charlas se les ha entregado un kit de utensilios para ayudarles en la nueva tarea de separar la basura orgánica del resto. Ese lote está compuesto de un cubo específico para ese resto, un rollo de bolsas compostables, un folleto, un imán de nevera y una llave con la que podrán abrir cualquier contenedor marrón para depositar los restos orgánicos una vez que arranque el servicio.