

Las aseguradoras entran al solar de San Francisco para las pruebas
La calle estuvo cortada por la tarde este lunes para llevar la retro y arreglar una tuberíaLos vecinos de San Francisco cuelgan pañuelos rojos en el número 21 para que no les olviden
Compromiso de que las ayudas a los vecinos de San Francisco 21 lleguen en el primer semestre de 2026
La calle San Francisco se cortó este lunes por la tarde al tráfico para el traslado de la maquinaria necesaria para que las aseguradoras lleven a cabo sus probatorias en el solar del número 21 y esclarecer las causas del hundimiento del edificio Amantes, que se produjo el 13 de junio de 2023.
Los propiestarios del solar habían acordado con las empresas aseguradoras que este lunes 21 se llevaría a cabo el acceso al solar. Los trabajos se podrían prolongar durante dos semanas.
Para introducir una miniexcavadora en el solar, a primera hora de la tarde de este lunes accedió a la calle San Francisco una grúa móvil de gran tonelaje lo que obligó a cortar el tráfico de esta calle en ambos sentidos. También se cortó a la circulación un carril del paseo del Óvalo.
Cuando se calzó la grúa móvil apoyando una pata metálica en la calzada de la calle San Francisco, justo en frente del solar siniestrado, comenzó a salir agua del suelo alarmando a los representantes de los propietarios que se encontraban en el lugar comprobando los trabajos. A lo largo de la tarde se arregló una tubería rota.
Las pruebas en el interior del solar consistirán en sondeos y pruebas de presión del terreno, que completarán a las ya realizadas a las vigas del inmueble que se encuentran depositadas en una campa municipal.
Las pruebas del seguro del Ayuntamiento, la empresa concesionaria del agua y el consorcio de seguros se sumarán a las que a principios de año realizaron los propietarios. Todas estas pruebas servirán para esclarecer las causas del derrumbe hace dos años de un edificio de 49 años con 21 viviendas que se desplomó en apenas unos minutos, después de desalojarse, lo que hizo que no se produjera ninguna víctima. Desde entonces una treintena de familias de los números 21 y 19 viven desplazados en otras viviendas, cuyos alquileres paga el Ayuntamiento.