Las buenas previsiones de cosecha, ensombrecidas por la meteorología

El campo turolense ha disfrutado, en términos generales, de unas condiciones excepcionales para el cultivo del cereal, que ha devuelto el optimismo a las explotaciones cerealistas después de varios años de sequía. UAGA prevé una cosecha muy superior a la del año pasado, aunque destacó que las condiciones meteorológicas de la última semana, con temperaturas muy altas y ausencia de precipitaciones, están poniendo en riesgo los rendimientos de las zonas más tardías, en las que la formación del grano aún está lejos de completarse, como la mayor parte de la provincia de Teruel excepto el Bajo Aragón, a las que hay que sumar las tormentas de granizo en el Jiloca.

El secretario provincial de UAGA Teruel, Alberto Escura, y el responsable del sector del cereal, Alberto Sanz, ofrecieron este jueves una rueda de prensa para desgranar las previsiones de la próxima cosecha. En la misma explicaron que el campo aragonés ha disfrutado, en términos generales, de una condiciones excepcionales: “A pesar del retraso en las siembras de otoño por la abundancia de precipitaciones en la mayor parte de las zonas cerealistas, ha hecho frío cuando tocaba, ha llovido cuando y como debía, y el calor no ha llegado hasta hace una semana”.

Los responsables sindicales destacaron que las elevadas temperaturas y la ausencia de precipitaciones de la semana pasada “está poniendo en riesgo los rendimientos de aquellas zonas cerealistas más tardías, ya que la formación del grano aún está lejos de completarse”. Si se mantiene esta situación en las próximas semanas, haría que el peso específico de los granos disminuya muy por debajo de las previsiones iniciales y, con ello, los rendimientos por hectárea. En esta circunstancia se encuentran las zonas más elevadas de la ibérica zaragozana y la mayor parte de la provincia de Teruel, excepto el Bajo Aragón).

Producciones dispares

En las 780.313 hectáreas de superficie dedicadas al cultivo de cereales de invierno en Aragón este año, una cifra muy similar a la de otros años, la previsión es de una cosecha en torno a 3,4 millones de toneladas, muy superior a los 2,1 millones de toneladas del año pasado, concluyeron.

Como afirmó Escura, la de 2025 es “una campaña de luces y sombras”, con una estimación que sitúa la media de producción entre los 3.000 y los 3.500 kilos por hectárea en la comunidad, aproximadamente, según precisó Sanz.

La superficie dedicada al cultivo de cereal de invierno (cebada, trigo duro, trigo blando, centeno, avena y triticale) en la provincia de Teruel es de 176.669 hectáreas.

En las comarcas agrarias más cerealistas, como la del Jiloca, las previsiones son muy dispares debido a la granizada que el martes 3 de junio afectó a varias localidades, cuyos efectos podrían llegar a unas 5.000 hectáreas con daños que alcanzarían el 90 % de afección en los entornos más cercanos a Calamocha y “muchas zonas” con entre un 30 % y un 40 %.
 

En las fincas que no ha habido afecciones, se prevé un rendimiento de entre 3.500 y 4.000 toneladas por hectárea (t/ha) en el caso de la cebada y de 2.000 en el del trigo en la zona más próxima a Calamocha y de 2.500 y 2.000 respectivamente, en la más cercana a la capital.

En la Comunidad de Teruel, debido a su extensión, las previsiones también son muy dispares. En el entorno de Cella, son de 2.300 t/ha para la cebada y 2.000 para el trigo y en el Altiplano, de 3.200 y 3.000 t/ha, respectivamente.

En la Sierra de Albarracín tuvieron problemas en la siembra por exceso de agua y las previsiones de producción (3.500 t/ha para la cebada y 2.000 para el trigo y el triticale) pueden disminuir si se prolonga la falta de precipitaciones ya que al ser una zona tardía la formación del grano aún no ha finalizado.

La producción cerealista no es importante en las comarcas turolenses de Gúdar-Javalambre y el Maestrazgo. Al ser zonas tardías, las previsiones están sujetas a variación por falta de precipitaciones, según recordó UAGA, pero rondan los 2.500 t/ha. Tampoco es significativa en el Matarraña, donde no obstante se esperan buenas producciones en el caso de la cebada, con entre 3.500 a 4.000 t/ha.

En el Bajo Aragón y el Bajo Martín se esperan producciones de entre 2.200 y 2.400 t/ha en las cebadas, que se eleva en Andorra Sierra de Arcos hasta las 3.000-3.500, que también se puede alcanzar en las Cuencas Mineras, donde la de trigo y triticale se queda en las 3.000.

Explotaciones

La climatología favorable, que ha devuelto el optimismo a las explotaciones cerealistas después de varios años de sequía, contrasta con el incremento de costes y la situación de precios a la baja de las producciones obtenidas, estrechando, aún más si cabe, la rentabilidad de las explotaciones cerealistas, según UAGA. En el plano económico, Alberto Escura aseguró que, dadas las circunstancias que atraviesa el sector, se puede hablar de que tendrá “más de 1,5 millones de euros de pérdidas en los cereales en Aragón este año”.

Al respecto, precisó que los costes de producción para el cultivo de una hectárea pueden rondar “los 700-800 euros”, por lo que el agricultor requeriría sacar “4.000 kilos de hectárea de media”, además de un precio entre 40 y 50 euros mayor por tonelada “para ser rentables”.

El sector de herbáceos en Aragón y España “está con la puntilla”, dijo antes de augurar que habrá explotaciones “que tendrán que abandonar esta siembra”, un problema al que se suma el hecho de que buscar alternativas en zonas de secano “es prácticamente inviable”.

En ese sentido, afirmó que, si no se ponen medidas encima de la mesa, este desenlace “va a ser inmediato”, y solicitó que el Gobierno tome cartas en el asunto, a pesar de la dificultad que supone intervenir en el precio del cereal. Sobre esta cuestión, recordó la movilización en la que participó el sindicato este miércoles en Madrid.