Las calles de Teruel vibran con los ensogados de la mano de navarros y turolenses

Buena mañana de toros la vivida a cargo de los Amigos de la Soga y Baga de Teruel, en la vuelta de las exhibiciones que organiza el colectivo turolense. En esta ocasión, los turolenses invitaron a exhibir a la peña Lodosa por el Toro, una asociación navarra con la que Teruel mantiene una excelente relación, y que ya ha exhibido en diversas ocasiones en la capital turolense, como en el Congreso Nacional de Toro de Cuerda que se organizó, en 2022, en Teruel.

Arrancó la jornada con la suelta de becerras para menores de 14 y 16 años en el recorrido taurino del barrio del Arrabal, que también está en fiestas. Cuatro añojos fueron los que salieron del camión del Marqués de Saka, a las diez y media de la mañana, llevando la emoción a los más jóvenes aficionados turolenses. El festejo tuvo el aliciente de la vuelta a las exhibiciones de la ganadería de Deba. El hierro vasco tuvo que realizar un vacío sanitario en los pasados meses, y en tiempo récord se ha repuesto, reanudando su actividad en la cita turolense.

A partir de las once y media llegó el turno para los toros ensogados. Tres astados salieron desde la plaza del Seminario para recorrer la calle Yagüe de Salas, plaza de la Catedral y calle Amantes. El primero de los animales de Marqués de Saka, que cayó en suerte a la asociación turolense, recorrió varias veces el circuito. Trotón, se dejó ver por todos los rincones del circuito.

Emocionantísima fue la salida del segundo animal, llevado por los mozos de la peña Lodosa por el Toro. Volvió a completar el recorrido varias veces, con más velocidad que el anterior, en unas arrancadas que hicieron disfrutar a los corredores.

Cambió el asunto con el tercero de la mañana. Parado y peligroso, el toro fue sacado, por colleras, entre los navarros y los turolenses. Se complicó el trato con el animal, que no llegó a completar el circuito, generando varias ocasiones de peligro.

Por la tarde, los socios y los invitados iodosanos, en la plaza de toros, realizaron una comida de hermandad y, posteriormente, una capea con reses de Marqués de Saka, completando una jornada que sirvió, una vez más, para estrechar lazos entre distintas asociaciones, y conocer las formas y tradiciones de distintas localidades que, a pesar de la distancia, viven unidas por una soga y un toro.