Las embarazadas reclaman ayuda a la Justicia pero dan un voto de confianza al Salud

Las mujeres embarazadas de Teruel entregaron este martes por la mañana su escrito en el que solicitan que no se cierren los paritorios del Hospital Obispo Polanco de Teruel a la Justicia de Aragón, Concepción Gimeno, aunque señalan que, por ahora, van a paralizar la movilización a la espera de que se solucionen los problemas para cubrir las guardias. Justifican esta inactividad porque quieren dar así “un voto de confianza” a la consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón, que ha reiterado en los últimos días que la asistencia está garantizada.

Las futuras madres, que se denominan a sí mismas Mamás Leonas haciendo referencia al grupo de WhatsApp que comparten, fueron recibidas en Teruel este martes por la responsable de la Oficina de la Justicia de Aragón en la provincia, Maite Herrera, quien les indicó que tenía más quejas sobre este asunto a nivel particular. Les comentó que las iba a unificar todas y que hoy miércoles les haría llegar, a través del correo electrónico facilitado, el número de seguimiento tras dar registro a su petición en Zaragoza. Las embarazadas turolenses tuvieron la oportunidad de charlar con Herrera y plantearle sus inquietudes en relación al servicio hospitalario turolense.

María López Loras, que es una de las que acudió a entregar el escrito, indicó que, de momento, van a cesar las movilizaciones a la espera de ver cómo funcionan las guardias, tras comprobar que este pasado fin de semana no hubo problemas para las compañeras que acudieron hasta el servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Obispo Polanco.

En su documento, le recordaban a la Justicia de Aragón que sus reivindicaciones cuentan con el apoyo de la ciudadanía, al sumar más de 6.000 firmas en papel y otras 40.000 a través de la plataforma digital Change.org.

No obstante, López comentó que les gustaría contar con “una plantilla más estable” y que se cubrieran las cinco plazas que hay vacantes, para evitar ser atendidas cada día por un profesional diferente durante los turnos de guardia.

Contratos mixtos

En este mismo sentido se pronunció el personal del Polanco, que comentó que habían propuesto a la consejería que tanto los cinco contratos temporales que se ofrecen para el Miguel Servet como un sexto en el Clínico Universitario Lozano Blesa, ambos en Zaragoza, sean mixtos, de forma que ese personal pueda realizar algunas guardias en otros centros hospitalarios aragoneses.

Esta fórmula, que no fue aceptada por los responsables del Gobierno de Aragón, permitiría garantizar que se cubran los turnos y, a la vez, abaratar los costes para las arcas públicas. Ahora las guardias a los facultativos que no están contratados por el Salud se abonan a 1.000 euros entre semana y a 1.500 euros durante los fines de semana, una cuantía que no tiene nada que ver con la que cobra el personal de los hospitales aragoneses por el mismo concepto. Lamentan además que para cubrir esas guardias se tira de una empresa externa, lo que supone una privatización encubierta del servicio.

En la reunión del lunes abordaron la atención en el paritorio del Polanco y, según informaron desde el Salud, se ha cerrado un acuerdo con la empresa Ribera Salud para que sea personal de esta clínica quien acuda desde Valencia para atender las guardias del hospital turolense que quedaban vacantes, la primera de ellas ya el pasado sábado 21.

Además, recordaron que se han convocado cinco plazas de esta especialidad en Teruel, en el marco del llamamiento global para todo Aragón destinado a ocupar las vacantes de Ginecología y Obstetricia, que tiene lugar este miércoles.

Sin embargo, fuentes sanitarias turolenses recalcaron que no es fácil que se cubran las plazas libres del Polanco y del Hospital de Alcañiz, donde hay un total de tres, porque en la bolsa de esta especialidad no hay apenas profesionales y no es demasiado relevante que les penalicen y los coloquen al final de la misma por no aceptar una vacante.

Otro de los problemas en lo referente a la asistencia en los paritorios era la falta de un segundo anestesiólogo en un total de 25 días durante los meses de julio, agosto y septiembre, aunque fuentes cercanas al departamento confirman que los turnos de julio ya están solucionadas con la llegada de personal procedente de hospitales zaragozanos.

En el escrito a la Justicia de Aragón, las mujeres de Teruel le planteaban, al igual que ya hicieron al resto de responsables de los hospitales turolenses y del Gobierno de Aragón, que la falta de especialistas para atender las urgencias de Ginecología y Obstetricia “supone un ataque directo a la salud sexual y reproductiva de la población femenina de Teruel y su provincia”. Detallan que no se trata sólo de los partos, sino de otras cuestiones que precisan atención inmediata, como hemorragias uterinas, abortos incompletos o agresiones sexuales.

Servicio garantizado

El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero, volvió este martes de nuevo a insistir en que la asistencia en el Hospital Obispo Polanco de Teruel “está asegurada totalmente” a la vez que pedía que se dejara de sembrar “alarmismo” porque, en su opinión, “eso no ayuda a la población”. El responsable hizo estas declaraciones tras ser preguntado por los medios en su visita al consultorio médico de Azuara, en la provincia de Zaragoza.

Aseguró que, “por mucho que digan algunos partidos políticos”, los números “son los que verdaderamente cuentan” y señaló que en Teruel “hay camas libres de sobra, como para tener los dos hospitales unidos en uno”. Apuntó que “hay profesionales que están dando la asistencia sanitaria y existen modelos asistenciales que dan unos resultados estupendos”. En su opinión, algunos partidos políticos siembran alarmismo en un intento por “sacar rédito electoral” en un ámbito, el de la sanidad, que, a su juicio, “no debería estar en medio de estos juegos políticos”.