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Los fondos de cohesión se convierten en una lluvia fina que lucha contra la despoblación Los fondos de cohesión se convierten en una lluvia fina que lucha contra la despoblación
Visita del consejero José Luis Soro a Pozondón, a finales del año pasado, donde se ha rehabilitado una vivienda de alquiler

Los fondos de cohesión se convierten en una lluvia fina que lucha contra la despoblación

Tanto el de Aragón como el del Estado están incidiendo en la vivienda y en el emprendimiento
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Los fondos de cohesión creados para luchar contra la despoblación tanto en Aragón como en el Estado se están convirtiendo en una lluvia fina para luchar contra la despoblación en la provincia de Teruel. Aunque por su limitado volumen económico no terminan de ser herramientas que hagan milagros para hacer frente al reto demográfico, al final se han convertido en políticas que, pese a hacerlo a una escala pequeña, están contribuyendo a asentar población y a facilitar la llegada de nuevos pobladores. En las últimas semanas se ha puesto de manifiesto el calado de medidas como las ayudas a los ayuntamientos para rehabilitar viviendas y destinarlas a alquiler, un factor clave en la lucha contra la despoblación, o el apoyo a los emprendedores para que puedan desarrollar sus proyectos empresariales en el territorio y no tengan que marcharse.

Fue el Gobierno de Aragón el primero que puso en marcha estos fondos específicos de lucha contra la despoblación y, con la creación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), la Administración central acabó copiando el mismo modelo que es el que aplica ahora para la distribución de fondos entre las comunidades autónomas para esta finalidad a partir de criterios que tengan en cuenta la mayor incidencia del problema en sus territorios.

El Fondo de Cohesión Territorial de Aragón es consecuencia de la aprobación en la pasada legislatura de la Directriz especial de Política Demográfica y contra la Despoblación y se aplicó por primera vez en 2018. Tras el paréntesis de 2019 en el que no hubo, se lanzaron las convocatorias en 2020, 2021 y 2022, y el próximo mes de marzo está previsto que salga la de 2023.

El fondo contempla distintas líneas de actuación enfocadas a diferentes ámbitos. En total permite hasta 90 tipos de convocatorias, pero para mayor operatividad se han concentrado en unas pocas durante estos años, entre ellas dos que han sido las que mayor éxito han tenido, la rehabilitación de vivienda municipal para alquiler dirigida a nuevos pobladores, y el apoyo a actividades culturales y de ocio para desestacionalizar la oferta con el fin de hacer atractivos estos municipios en diferentes épocas del año.

Líneas más importantes

Pero una de las líneas más importantes que se ha seguido ha sido la de apoyar la rehabilitación de vivienda municipal para que los pueblos puedan destinarlas a alquiler, bien para nuevos pobladores o para la gente joven que quiere quedarse a vivir en sus pueblos.

El consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, departamento del que depende esta política pública para hacer frente a la despoblación, defendía esta semana la incidencia que está teniendo este fondo con esa finalidad. El director general de Ordenación del Territorio, José Manuel Salvador, se pronunciaba en esa misma línea y destacaba cómo de todo Aragón, la provincia de Teruel se beneficiaba prácticamente del 50% de ese fondo, porque el reparto del mismo por concurrencia competitiva se basa en indicadores demográficos que dan prioridad a los municipios con mayores problemas de desarrollo.

Salvador reconoció que la línea de las ayudas para vivienda de alquiler es la más demandada y se solicitan cuatro veces más proyectos de lo que se concede por la limitación presupuestaria, porque disponer de alojamientos es fundamental en las políticas contra la despoblación.

En las Cortes de Aragón se ha debatido en numerosas ocasiones esta cuestión, y en cuantos foros, estudios y debates se organizan en torno a la despoblación, la importancia de la vivienda es una demanda que surge desde el propio territorio. Aunque hay muchas viviendas desocupadas en los pueblos, en bastantes casos porque son segundas residencias, no hay forma de alquilar un alojamiento en ellos, que es lo primero que deben tener los municipios para atraer nuevos pobladores o asentar población.

La línea de vivienda del Fondo de Cohesión Territorial de Aragón lo que hace es financiar a los ayuntamientos que concurren a la convocatoria para poder rehabilitar espacios municipales para destinarlos a viviendas de alquiler. En sitios como Pozondón, el año pasado se rehabilitó una vivienda, la antigua casa del practicante, que era un edificio que databa de hace casi un siglo, y que pudo recuperarse a través de la colaboración de distintas administraciones para que una familia se asentase en el pueblo.

Dotaciones

En 2022, el 73% del Fondo de Cohesión, dotado en su totalidad con 2.970.000 euros, se destinó a este fin y se pudieron atender 47 proyectos que han permitido disponer de 53 viviendas de alquiler nuevas en el medio rural durante el último año, ya que varios de ellos contemplaban más de una residencia, como sucedió en Huesa del Común, Loscos, Mirambel y Villar del Cobo.

De los 47 municipios que se beneficiaron de esta ayuda en todo Aragón, el 57,4% fueron localidades turolenses, es decir, casi seis de cada diez. De los proyectos aprobados y desarrollados, que se detallan por su ubicación geográfica en el mapa que aparece en esta página, y por su inversión en el cuadro de la siguiente página, 27 se desarrollaron en la provincia de Teruel, 14 en la de Zaragoza y 6 en la de Huesca. Además, de las 53 viviendas rehabilitadas, el 62,3%, 33 del total, se encuentran en municipios turolenses.

Dentro de otra de las líneas puestas en marcha el año pasado, destinada a apoyar proyectos empresariales con un total de 400.000 euros, se atendieron las necesidades de 23 empresas agroalimentarias artesanales con el fin de fortalecer su actividad. Una medida enfocada a mejorar su competitividad y contribuir también a asentar población. En este caso, más de la mitad de las empresas estaban también ubicadas en la provincia de Teruel; en total trece de ellas, lo que supone el 56,5%. En todos los casos se trata de municipios pequeños, lo que pone de manifiesto la importancia de apoyar pequeñas empresas agroalimentarias en estos lugares: La Ginebrosa, Bronchales, Tronchón, Ejulve, Cretas, Villarluengo, Rodenas, Blancas, La Portellada, La Iglesuela del Cid, Ojos Negros, Oliete y Mezquita de Jarque.

Menor impacto tuvieron en la provincia las ayudas de este fondo destinadas a las Comarcas para crear rutas y miradores turísticos, con una inversión total de 101.000 euros. Ha beneficiado a diez comarcas y en este caso sí que solo optaron tres turolenses: Sierra de Albarracín, Cuencas Mineras y Andorra-Sierra de Arcos.

Desestacionalizar

Por último, la cuarta línea impulsada dentro del Fondo de Cohesión Territorial en 2022 se centró en subvencionar la convocatoria de actividades culturales que mantuviesen este tipo de ofertas de forma desestacionalizada, más allá de los meses de verano que es cuando los pueblos se llenan con las segundas residencias. Es una manera de generar actividad que atrae y asienta a la población, y con esta línea, a la que se destinaron 300.000 euros, se han puesto en marcha 466 actividades en el marco de 56 proyectos, buena parte de ellos en municipios turolenses siempre de pequeño tamaño. Es esta línea, junto con la de vivienda, en las que se centrará el Fondo de Cohesión Territorial aragonés de este año 2023.

Este fondo ha sido copiado hasta en su denominación por la Secretaría General del Reto Demográfico, que empezó a aplicarlo con criterios de reto demográfico a nivel estatal el año pasado, después de que el anterior hiciese una distribución lineal repartiendo 578.000 euros a cada Comunidad  y Ciudad Autónoma.

En 2022 se cambió esa forma de trabajar y se fijaron unos índices que atienden en mayor medida a los territorios con mayores problemas demográficos y de desarrollo. El instrumento se denomina Fondo de Cohesión y Transformación Territorial y a Aragón le correspondieron el año pasado 1,2 millones de euros.

Con este dinero que el Estado transfiere a las Comunidades Autónomas, Aragón ha puesto en marcha otra herramienta clave para la lucha contra la despoblación, el programa EREA (Ecosistema de Emprendimiento Rural en Aragón).

A través del mismo se incentiva el emprendimiento, una cuestión sobre la que el comisionado para la lucha contra la despoblación en Aragón, Javier Allué, incide en que es fundamental para asentar población, tanto para facilitar que se queden los emprendedores como para atraer a personas que quieran vivir en las zonas rurales y desarrollar en ellas su proyecto de vida.

Programa EREA

La semana pasada se presentaron los resultados del programa EREA en su primera fase, que tendrá continuidad con la financiación llegada del Miteco para el reto demográfico de 2022; y el pasado viernes se presentaron en TechnoPark Motorland en Alcañiz los proyectos emprendedores de Teruel dentro de este programa.

En total, dentro del EREA se apoyaron el año pasado 86 iniciativas emprendedoras, una quinta parte de ellas en Teruel. De los proyectos acelerados con este programa, el 17% fue en la provincia de Teruel. En cuanto a las empresas asesoradas en todo Aragón dentro de este mismo programa, el 23% fueron en las comarcas turolenses, y de los 32 proyectos finalistas de los Pitch Days para capacitar de cara a la venta de estos proyectos para obtener inversión, 8 fueron de Teruel.

Tanto el comisionado para la lucha contra la despoblación en Aragón, Javier Allue, como el director general de Ordenación del Territorio, José Manuel Salvador, opinan que iniciativas así están suponiendo esa lluvia fina sobre el territorio para dinamizarlo, crear las condiciones adecuadas de vida y emprendimiento, y luchar de esa forma contra la despoblación en esa microcirugía que a pequeña escala está dando ya resultados.

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