Los Mayos retornan con más fuerza para ensalzar a las mozas y la primavera

La provincia de Teruel volvió a recuperar en la medianoche del sábado el canto de Los Mayos y en la capital lo hizo en un marco incomparable como es el Teatro Marín. El traslado, debido a que en la tarde del sábado estuvo lloviendo y el escenario de la plaza del Torico estaba mojado, no deslució para nada la actuación. El Teatro se llenó porque había muchas ganas de volver a escuchar estos tradicionales cantos, que en la capital turolense vienen de la mano de los grupos Ciudad de los Amantes y Amigos de la Jota. Después de las actuaciones de cada uno de los grupos a las doce de la noche en punto y con permiso de la alcaldesa, presente entre el público, comenzaron los mayos cantadas por las voces masculinas de las dos agrupaciones y replicadas por las femeninas.

Estas tradicionales estrofas, con variantes en cada uno de los municipios donde se cantan, ensalzan el cuerpo de la mujer con símiles con la recién llegada primavera.

El público salió a la calle y en la entrada del teatro se repartió bizcocho y mistela, para después iniciar la rondalla por las calles del Centro Histórico.

Las rondallas son otro de los componentes de esta tradición del 30 de abril y en las primeras horas de este domingo se replicaron en varios municipios turolenses de la Sierra de Albarracín y también en Alba del Campo, ya en la comarca Comunidad de Teruel.

La rondalla de Gea de Albarracín comenzó su recorrido en la iglesia de la localidad para seguir por las calles del pueblo. El balcón del ayuntamiento fue una parada obligatoria porque allí esperaba una moza escuchar su mayo. Hace tres años que no se podía escuchar estos cantos y eso, sumado a que este año el 30 de abril ha caído en el sábado de un puente festivo, hizo que fueran muchos los que siguieron el recorrido en una noche en la que también acompañó la buena temperatura.

Algo similar ocurrió en Albarracín, donde esta tradición está muy enraizada. Los mayos comenzaron en la catedral para seguir después con la rondalla por las calles de la ciudad. Ayer, además se celebró una actuación musical a cargo del grupo zaragozano Estampa Baturra, que volvía a actuar en Albarracín después de mucho tiempo. Su formación, de 18 componentes, repasó en la tarde de ayer temas muy conocidos y otros propios del repertorio de esta formación aragonesa que participó en el festival La Jota Viva.

Igualmente, Guadalaviar volvió a cantar sus mayos en la medianoche del sábado y los mozos recorrieron el pueblo para ensalzar a las mozas.

Recorrido por la Sierra

Este año como novedad y para celebrar que se recuperaba otra vez la tradición del canto de Los Mayos en la calle, varios municipios de la Sierra de Albarracín lo hicieron a distintas horas para facilitar que los vecinos de las localidades próximas y los visitantes que se encuentran estos días en los pueblos pudieran seguirlos.

Así, Los Mayos de Royuela se celebraron al mediodía de este sábado. Luego, se pudieron ver en Tramacastilla, donde se recuperó esta tradición después de 18 años. Y finalizaron en Bronchales a medianoche.

Las rondallas de estas localidades y de otras vecinas como Noguera posibilitaron el canto de Los Mayos, en colaboración con los vecinos de cada una de las localidades, porque en cada sitio tienen sus peculiaridades y tradiciones.

Detrás de estas novedades, hay un trabajo de investigación y de recuperación de las coplas y sus melodías, gracias a la labor de los amantes del folclore aragonés. Ahora están de enhorabuena porque son muchos los que durante este fin de semana los han podido escuchar. Un aliciente más para visitar Teruel y la Sierra de Albarracín y dar la bienvenida a la primavera.

En Alba del Campo el mozo canta a la moza a cambio de una torta dulce

La tradición de cantar Los Mayos bajó desde la Sierra a las tierras más llanas hace mucho tiempo pero durante unos años llegó a perderse para volver a recuperarse en el siglo XXI en Alba del Campo, una pequeña localidad de la Comarca Comunidad de Teruel, donde el canto del Mayo a Jessica ha tenido que esperar dos años. Esta moza de la localidad escuchó ayer cómo su pareja, José Manuel, le cantaba su Mayo debajo de su casa. Estaba previsto para 2020 pero no pudo ser por la pandemia así que se aplazó a este 30 de abril cumplido.

La joven salió al balcón y allí le esperaba José Manuel con la rondalla de la localidad, vecinos del pueblo que le acompañaron con sus instrumentos y otros que acudieron a escuchar  la copla personalizada.

Ayer se encontraba emocionada por este momento que había visto antes en otras casas del pueblo y ahora le tocaba a ella.

Como es tradicional, la rondalla acudió primero a casa de los clavarios, encargados de organizar la fiesta de la Santa Cruz, en la que la localidad se encuentra inmersa. Es costumbre además visitar a las mozas casaderas y así se hizo de nuevo en la medianoche de este sábado.

A cambio del canto de la copla, Jessica cumplió con la tradición de lanzar una torta dulce al público para tomar acompañada con la mistela.

Este detalle fue devuelto con otro no tan dulce pero más bonito: un ramo de flores que José Manuel le entregó a su novia entre peticiones de besos por parte del público.

Los habitantes de Alba del Campo, como de los otras localidades turolenses, demostraron ayer que los tres años de parón por la pandemia no han hecho perder las tradiciones.