Los vecinos de Villalba Baja disfrutan de un día de convivencia en su preciada ermita

Los vecinos de barrio pedáneo de Villalba Baja disfrutaron este sábado de una jornada de convivencia llena de emoción en la que celebraron el 25 aniversario de su ermita de San Cristobal.

El templo se levantó en el año 2000 para sustituir a una construcción anterior que estaba en mal estado. En la jornada de este sábado recordaron que fue el esfuerzo de todos los vecinos, sin ninguna otra ayuda lo que hizo posible que este proyecto se convirtiera en realidad, algo que este sábado quisieron recordar y festejar.

La jornada comenzó con una procesión desde la parroquia de Villalba Baja hasta el cementerio donde se rezó un responso. De allí la gente se desplazó en sus coches al cerro donde se encuentra la ermita de San Cristóbal para continuar con la celebración. Se celebró una misa jotera, celebrada por el obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué, quien firmó el libro de firmas que se habilitó para que todo el punto pudiera dejar sus mensajes en este día tan especial para Villalba Baja.

Tras la misa, se procedió a la tradicional bendición que se hace desde esta atalaya del término de Villalba Baja.

La jornada continuó con un vino español para los asistentes en el merendero que existe en el entorno. La idea era poder disfrutar de una jornada de convivencia entre los vecinos para celebrar que su nueva ermita ya tiene un cuarto de siglo y que gracias a la colaboración vecinal está llena de vida.

La presidenta de la asociación El Rebollo Gordo, Lola Morata, explicó que a esta ermita se acude en romería para Pentecostés, celebración que se conmemora este domingo.