

Vecinos de Las Viñas de San Cristóbal quieren saber sobre el futuro de la casa Madre Rafols
Reúnen a más de 180 personas preocupados por su posible conversión en centro residencialVecinos de la zona de chalés de Las Viñas y San Cristóbal se han formado en un grupo de trabajo para dirigirse al Ayuntamiento de Teruel y recabar información sobre el futuro de la casa espiritual Madre Rafols, después de que hayan recabado información sobre su posible conversión en un centro residencial. Consideran que la ubicación no es la más idónea para este tipo de centros y quieren saber cómo están las licencias para su apertura.
En una reunión mantenida la pasada semana en el centro cultural San Julián, y donde lograron reunir a más de 180 asistentes, abordaron esta cuestión después de que varios vecinos de Madre Rafols supieran que se ha puesto encima de la mesa la posibilidad de que esta casa de espiritualidad, propiedad de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, pase a ser en breve un centro de residencia temporal para familias desestructuradas y personas de acogida.
Manuel Rueda, que es uno de los vecinos que habló con la madre superiora sobre estos planes, apuntó la posibilidad de que puedan vivir en este centro más de cien personas a través de Accem, organización que se dedica a gestionar la llegada y estancia de estas personas. “Pueden ser cien inmigrantes, cien estudiantes o cien ancianos, la cuestión se que la zona no está preparada para albergar esa actividad”, explicó a este diario.
Calles que no están bien asfaltadas y sin aceras, escasez de alumbrado, poca presión de agua y caminos por los que no se pueden cruzar dos vehículos son algunos de los motivos por los que consideran que este área residencial de chalés no reúnen las condiciones para acoger la llegada de un centro residencial para un centenar de personas.
Por ello, integrantes de este grupo de trabajo recién creado han realizado ya algunas gestiones para interesarse por cuál es la situación urbanística de la actual casa espiritual.
El abogado y vecino de la zona, Miguel Ángel Gorbe, ha presentado dos escritos en el Ayuntamiento. Por un lado, la solicitud de una consulta de expedientes, a título particular, para conocer las actuales licencias de obras y licencias de actividad vinculadas a los distintos edificios del complejo residencial.
Por otro lado, una petición formal, registrada con otros vecinos de la zona de Las Viñas de San Cristóbal, para que el Ayuntamiento adopte medidas de inspección y vigilancia, dentro de sus competencias, para que -si se desarrolla alguna nueva actividad en el centro espiritual- cumpla con su legislación vigente.
Los portavoces de este grupo de trabajo, que ya trasladaron al concejal de Urbanismo sus inquietudes, se reunirán también con la alcaldesa en los próximos días.
Preguntada por este asunto, la alcaldesa Emma Buj explicó que la única información que tiene el Ayuntamiento de Teruel es que Accem, que es la entidad que lo gestionaría, se ha dirigido al Ayuntamiento de Teruel para interesarse por las licencias de actividad que serían necesarias para atender este tipo de centros de acogida. “La única información que tiene el Ayuntamiento es a través de la entidad que gestiona otros centros en Teruel, nadie nos ha informado de nada más”, dijo.
Al tratarse de personas mayores de edad la llegada de personas de acogida o de protección internacional depende del Gobierno de España, a través de los ministerios. Este sería el caso del proyecto que está previsto en la casa de espiritualidad Casa Rafols de Teruel.
Asuntos de interés
Exigir el cumplimiento de la legalidad vigente en materia de licencias urbanísticas y de actividad es el principal objetivo que se ha marcado el grupo de trabajo de vecinos de Las Viñas de San Cristóbal. Insisten en que no se oponen a la procedencia de los residentes si el proyecto sale adelante, sino que lo que exigen es que se cumpla con las normas de seguridad, salubridad y convivencia. En la reunión de la pasada semana vecinos de la zona con formación técnica se ofrecieron para colaborar y aportar sus conocimientos profesinales de manera voluntaria. Cuando conozcan los expedientes urbanísticos solicitados se dirigirán a otras administraciones como la Subdelegación del Gobierno y el Gobierno de Aragón.