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El recuerdo del Circuito Guadalope sigue vivo en Alcañiz 60 años después del primer premio El recuerdo del Circuito Guadalope sigue vivo en Alcañiz 60 años después del primer premio
Autoridades y miembros del RACCG visitan uno de los coches expuestos en la parrilla de salida del antiguo Circuito Guadalope. M. N.

El recuerdo del Circuito Guadalope sigue vivo en Alcañiz 60 años después del primer premio

Los míticos se dan un baño de masas en la meta y el RACCG pide el museo
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Pilotos míticos del Premio Ciudad de Alcañiz de la talla de Jaime Sanz de Madrid (ganador en 1977 con su Chrysler 2000), Jaime Sornosa Correcaminos (1986, Renault 11 Turbo), Iñaki Goiburu (1995 y 1996 con Citroën ZX 16V y Alfa Romeo 155 TS) y Xavier Riera (1999, 2000, 2001 y 2003, con BMW 320) se dieron este jueves un baño de masas durante la celebración del 60 aniversario de la primera carrera en el Circuito Guadalope. Fue el 11 de septiembre de 1965 cuando el doctor Joaquín Repollés –en aquel entonces miembro de la corporación municipal– y un grupo de entusiastas aficionados prendieron la pasión por el motor en Alcañiz que hoy alimenta MotorLand Aragón.

El ajedrezado de la línea de meta, frente al colegio Juan Lorenzo Palmireno, donde hace diez años ya se colocó uno de los guardarraíles que con tanto cariño instalaban cada año los voluntarios, fue el escenario de las celebraciones en plenas fiestas de Alcañiz, en cuyo marco pensaron los pioneros que sería adecuado organizar una carrera automovilística.

Los cuatro grandes campeones referidos se hartaron de firmar autógrafos y hacerse fotografías con el público más entregado que hasta 2003 disfrutó de las carreras. Se les unieron los hermanos Blanco, Diego y Jesús, habituales en las pruebas de Clásicos, además del matrimonio formado por Enrique Clúa y María Ángeles Roig, participantes en la prueba urbana. “Correr por las calles de Alcañiz era pura adrenalina, un sentir el motor con el público al lado. Es algo inolvidable, lo tengo marcado”, expresó el campeonísimo Riera. Por su parte, Correcaminos destacó la afición de los alcañizanos a los coches “como no la hay en ningún otro circuito de España”, algo que se reflejaba en el trato cercano y “agradable” que la población local dispensaba a los pilotos.

La Barqueta, presente

La parrilla de salida estuvo presidida por la mítica Barqueta (Osella PA9) con la que Juan Fernández logró el récord del circuito en 1984. Hoy pertenece a la colección Joan Vinyes. Un rojo intenso ha borrado los logos de Danone pero sigue participando en pruebas de montaña. También estuvo presente el R-21 Turbo con el que se impuso Guillermo Barreras en 1988; el Seat León SuperCopa que logró plaza en el palmarés en 2022 de las manos de Ignacio Hervás; el BMW 3000 de los hermanos Blanco, el Fiat Tipo que participó en el Campeonato de España de Turismos y el Seat 124 Sport con el que Enrique Clúa recorrió el trazado urbano.

Recepción y acto central

Los fastos comenzaron con una recepción por parte del Ayuntamiento de Alcañiz a pilotos y autoridades que han formado parte de la historia. Se llevó a cabo en la Sala de Exposiciones, en la que hasta el 14 de septiembre hay una muestra con el palmarés, documentos originales, revistas, monos de competición, vídeos y una colección de arte.

A continuación, la actividad se trasladó a la avenida de Aragón, con presencia de la corporación municipal y las Damas de Alcañiz. El presidente del Real Automóvil Club Circuito Guadalope (RACCG), Jesús Baquero, ejerció de maestro de ceremonias acompañado de los pilotos; el alcalde de Alcañiz, Miguel Ángel Estevan; el presidente de MotorLand, Manuel Blasco; y el vicepresidente de la Real Federación Española de Automovilismo, Ánchel Echegoyen. “Lo queremos celebrar a lo grande teniendo con nosotros a varios de los pilotos que han escrito la historia del Premio Ciudad de Alcañiz”, dijo Baquero, que reconoció “a toda la gente que ha hecho posible las carreras”, entre ellos expresidentes del RACCG como José Ollés, Miguel Ángel Gil, Jerónimo Barrabino o Chema Marco.

El presidente del RACCG instó a todos a que no se pierda la memoria de las carreras 22 años después de la última. En esta línea, agradeció al ayuntamiento la creación del Museo Abierto del Circuito Guadalope, que ha dado los primeros pasos sustituyendo por deterioro las fotografías antiguas que se instalaron hace unos años en los principales hitos del trazado. Las hay en la línea de salida, en el Embudo, frente a la plaza de toros, en la rotonda hacia Caspe, en la curva del Pajarito, en la entrada de la Glorieta, en el Trillero, en la subida al Corcho y finalmente en la entrada a la calle Doctor Repollés (hospital). Falta todavía por instalar el Paseo de los Campeones, con una baldosa por cada uno de los 36 vencedores con coche y piloto, y unos tótems repartidos por el circuito que den una explicación de lo que fueron las carreras.

Volvió a reclamar el RACCG el Museo del Motor, esta vez cerrado y con sede fija, que figura en el Plan Estratégico de Turismo aprobado por el pleno municipal este septiembre. Hará referencia a toda la historia automovilística de Alcañiz que supuso el germen de MotorLand, el circuito preferido de Marc Márquez.

“Estos pilotos han formado parte de nuestro patrimonio. El circuito urbano fue posible gracias a los voluntarios, así lo dice la placa que todos podemos ver aquí. Ellos son la semilla de lo que es hoy el circuito internacional de MotorLand. La ciudad vive el motor de forma muy especial”, manifestó el alcalde.

“Los mejores recuerdos los tengo en este circuito”, dijo Echegoyen, quien primero vio correr a su padre con los Blanco, Correcaminos o Clúa, y después pudo participar al volante en dos ediciones. “Era diferente. Nos gustaba y nos sentíamos muy queridos por todo el pueblo, que sentía las carreras desde los balcones y a pie de pista: era un fin de semana especial que todos tendremos en nuestro corazón”, relató. Hoy, los oficiales del RACCG que trabajan en MotorLand “están realizando unas carreras del máximo nivel”, por lo que les alentó para seguir impulsando el deporte del motor.

Blasco dio la enhorabuena a la directiva del club y a los alcañizanos “por conservar la gasolina en las venas”. Se comprometió a “defender MotorLand en el Gobierno de Aragón y en el concierto internacional” y apoyó “sin fisuras” el proyecto del Museo del Motor, para el que animó a preparar materiales que den idea de una tradición de 60 años.

 

Sanz de Madrid, Goiburu, Riera, Correcaminos y los Blanco firman autógrafos

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