Estudian un desprendimiento junto a la presa del Puente de Santolea y suspenden el baño y las actividades acuáticas

El Ayuntamiento de Castellote ha prohibido el baño, la navegación y cualquier actividad acuática y   deportiva en el embalse de Santolea por cuestiones de seguridad, después de que se hayan producido deslizamientos en las laderas contiguas a la presa de cola o del Puente de Santolea, construida en 2010.

El Ayuntamiento comunicó el inicio de la prohibición como consecuencia de los “deslizamientos en las laderas” contiguas a la presa final del embalse que se produjeron el pasado 16 de agosto, según notificaron bañistas que se encontraban en la playa de la presa del Puente alrededor de las 13.30 horas. Según relataron, se escuchó un gran estruendo y acto seguido se divisó una polvareda, fruto de la quebrada del terreno.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) confirmó que “la semana pasada se comenzó a observar el inicio de un desprendimiento de rocas en una de las laderas del embalse del Puente de Santolea”. Técnicos del organismo de cuenca y de la empresa Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), explotadora del embalse, concluyeron “la inexistencia de peligro para la presa”. No obstante, el organismo de cuenca contempla la posibilidad de que el movimiento detectado con el desplazamiento de esta parte de la ladera no haya terminado y que puedan producirse nuevos episodios similares en la zona.

“Ante la posibilidad de que dicha movilización de rocas continúe su movimiento y pudiera afectar a personas que estuvieran en el entorno, la CHE ha decidido cerrar los accesos y prohibir el baño en el embalse, así como cualquier tipo de actividad acuática”, informaron desde el organismo de cuenca. Asimismo, las mismas fuentes señalaron que se van a intensificar las medidas de control y de vigilancia de los movimientos de esa ladera, así como estudiar la mejor forma de mejorar la seguridad de esa zona”.

Aviso del 112

El alcalde de Castellote, Antonio López, explicó que la semana pasada recibió “un aviso del 112 en el que me explicaban que se había producido un desprendimiento de rocas y que debía pregonar que no se podía bañar ni realizar ninguna actividad acuática o de pesca en el embalse de cola”. Desde entonces, pocas explicaciones más ha recibido el regidor, que sabe que los técnicos están observando la zona y analizando la situación, antes de tomar ninguna medida.

A priori, la presa del Puente, que se encuentra a unos 300 metros de distancia del lugar del desprendimiento, no ha sufrido ninguna afección como consecuencia de este deslizamiento de tierras. Lo que se ha hecho en los últimos días es “delimitar una zona para evitar que la gente se acerque al punto del desprendimiento, que es un lugar a donde acudía la gente a bañarse, y se ha limitado el paso desde el miércoles pasado; se ha avisado a Protección Civil, al Ayuntamiento y a la Guardia Civil”, que va controlando los accesos para evitar que pasen curiosos, según fuentes de la Delegación del Gobierno en  Aragón.

Deslizamiento del terreno hizo inviable el recrecimiento

Desprendimientos como el ocurrido la semana pasada junto a la presa del Puente de Santolea son más habituales de lo que parece, aunque en este caso se han adoptado medidas por su ubicación, dentro del embalse de cola.

Hay que recordar que el recrecimiento de la pared principal de este embalse tuvo que retirarse en el año 2014 al localizarse un deslizamiento geológico en la margen derecha del embalse. Aquello provocó que el proyecto planteado varias décadas atrás para recrecer la capacidad de almacenamiento de la infraestructura quedara desechado y se buscara otra alternativa -la presa del Cañón, cuya construcción está a punto de terminar- al considerarse inviable por cuestiones de seguridad.