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Los vecinos de Cuevas de Cañart reclaman que se active la torre de telefonía

Fue instalada hace más de un año y todavía no opera para mejorar la cobertura
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Unos cien vecinos de Cuevas de Cañart reclamaron este fin de semana la puesta en marcha de la antena de telefonía móvil que lleva más de un año instalada en Las Eras, en la parte más alta del pueblo. Con pancartas y aplausos, el vecindario, tanto el local como el que vino a pasar el fin de semana al pueblo, reclamó un mejor servicio de acceso a la telefonía móvil y a internet, a la vista de las dificultades actuales, que obligan a los residentes a ir buscando puntos con cobertura cada vez que quieren llamar con su móvil.

La alcaldesa, Rafi Liébana, explicó que llevan más de un año con una antena de telefonía colocada en Las Eras. “La instalaron y ahí se la dejaron, hasta que escribí tres cartas certificadas a dos departamentos de Movistar y a la empresa encargada de la ejecución de la obra y eso movió algo, porque, sin decirnos nada, solicitaron los permisos para ponerla en marcha”. Sin embargo, desde marzo hasta hoy nada se ha avanzado, porque “todavía quedan tres permisos pendientes de recibir, por tanto no hay autorización ni puede entrar en funcionamiento”, añadió.

Los permisos son necesarios “para pasar todo el cableado de la fibra desde Castellote hasta Cuevas”, detalló la regidora, un proyecto que, según sospechan en Cuevas de Cañart, se dilatará en el tiempo. No en vano, Liébana recordó que “el año pasado cuando colocaron el sistema de acceso a internet libre por las calles en Castellote le pedimos a la empresa instaladora que hiciera lo mismo aquí, pero nos dijeron que no les salía rentable”. Temen que lo mismo ocurra con Movistar, que es la empresa que instaló la antena en el pueblo el año pasado.

Reclamaciones

Hasta hoy, el Ayuntamiento ha llevado a cabo gestiones y presentado reclamaciones pidiendo que la antena, “que, además, es enorme”, apostilló la alcaldesa, entre en funcionamiento. “He solicitado muchas veces información para saber cómo está el proceso, pero salvo el movimiento de solicitud de permisos, no hemos obtenido nada más”.

Entre tanto, en el municipio continúan con los mismos problemas de conexión de siempre. En algunas calles no hay ningún tipo de cobertura de telefonía móvil y en otras hay que andar buscando los mejores puntos de conexión. La propia alcaldesa, por ejemplo, para hablar (y vive en la plaza) reconoce que ha de buscar el punto de su casa donde tiene mejor señal para poder mantener una conversación fluida.

La antena que permite que el servicio llegue en estas mínimas condiciones “es tan antigua que en el momento en que se conectan 15 móviles, se colapsa y el sistema se cae”, enfatizó Liébana, y esto suele ser habitual en épocas en las que el pueblo se llena de vecinos que vienen a pasar sus vacaciones de verano. Con unas 400 personas residiendo entre julio y septiembre, “las conexiones se multiplican y lo que nos ocurre es que nos quedamos literalmente incomunicados”, explicó. A estas alturas, afirmó, “no es de recibo que tengamos que ir buscando cobertura para enviar un simple mensaje por Whatsapp para decirle a la familia que estamos bien”.

Fibra

La alternativa de tener una conexión telefónica y de internet vía satélite ya se ha demostrado que tampoco es una opción. “Tiene que ser fibra, porque la conexión por satélite no funciona. Un vecino que trabaja desde el pueblo contrató con Movistar, pero no tenía ningún tipo de cobertura y acabó con Embou, que sí que le proporciona servicio”, dijo la alcaldesa. Según Liébana, “no sabemos si es porque el pueblo está rodeado de montañas o por el satélite, pero Movistar se dio cuenta de que no tiene señal por satélite y que la única opción era traer el cableado desde Castellote, por eso trajo la antena, pero ahí se quedó toda la inversión que realizó en el pueblo”.

Liébana reivindicó la necesidad del servicio para “dar cobertura a la gente y a los negocios. Aunque solamente seamos 70 habitantes censados durante todo el año, tenemos un restaurante, un hotel, casas rurales y una pensión, además de dos tiendas abiertas”. A todos estos negocios del sector servicios se suman las dificultades que entraña la falta de cobertura para el sector primario. Según narró, “cuando llegan aquí los conductores de los camiones de pienso no pueden contactar con los granjeros, porque no hay señal”.

Para las emergencias, la única alternativa es llamar al 112 o tener teléfono fijo, que sí que funciona.

Anunciar la manifestación que se celebró este fin de semana ha generado las primeras reacciones entre representantes políticos, según reconoció la alcaldesa. “Me llamó la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, y se tomó mucho interés en el problema. Creo que se está preocupando mucho”, valoró Rafi Liébana. “También se pusieron en contacto conmigo los representantes de Teruel Existe, que nos han pedido que les enviemos una carta para presentarla en el Congreso o en el Senado”, añadió.

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