Síguenos
Preocupación en la zona de Andorra por el retraso de en la tramitación de proyectos industriales a causa del periodo electoral Preocupación en la zona de Andorra por el retraso de en la tramitación de proyectos industriales a causa del periodo electoral
Imagen de archivo de la voladura controlada de la chimenea de la térmica de Andorra

Preocupación en la zona de Andorra por el retraso de en la tramitación de proyectos industriales a causa del periodo electoral

Se teme la parálisis hasta las fechas de constitución de los gobiernos autonómicos y el central
banner click 244 banner 244

Andorra observa con preocupación el cambio de Gobierno en Aragón y la convocatoria de nuevas elecciones generales, y no por que se tema que vayan a cambiar las políticas hacia la cuenca minera desde los nuevos Ejecutivos que se formen en la Comunidad y en la Administración central, sino por el parón administrativo que se avecina por la constitución de los Gobiernos surgidos tras las urnas.

La cuenca minera de Andorra tiene 11 proyectos en cartera que están en marcha o en tramitación para su implantación en el suelo industrial. La inversión total prevista hasta el año 2027 es de 3.145 millones de euros, con un impacto total en el empleo de casi 1.300 directos, a los que habría que sumar los 500 del Nudo Mudéjar, dependientes de Endesa.

Si todos llegaran a desarrollarse, se multiplicaría por tres el empleo que tuvo en su momento la Central Térmica, especialmente en la fase constructiva, mientras que en la productiva se mantendrían cifras de ocupación que la cuenca minera necesita como agua de mayo.

Sin embargo, con los cambios de Gobierno en Aragón y la convocatoria de comicios generales hacen temer en Andorra un inevitable retraso en las tramitaciones administrativas de estas empresas. “Nos tememos que el avance de proyectos que ahora parecían ya inminentes se quede ralentizado, primero por el cambio de Gobierno de Aragón, porque tienen que constituirse las Cortes, se ha de formar un nuevo gobierno y se tienen que nombrar consejeros, con lo que, entre unas cosas y otras, nos podemos ir al mes de agosto, y todos sabemos qué tipo de mes es éste, completamente inhábil”, afirmó el teniente de alcalde de Andorra y secretario provincial de UGT, Alejo Galve. “Si hay que firmar un documento, nos vamos a encontrar con un periodo en blanco que nos llevará hasta el mes de septiembre”, nada más y nada menos que cuatro meses.

Proyectos

En cuanto a aquellos proyectos cuya tramitación dependa del Gobierno del Estado, más de lo mismo. “La convocatoria de elecciones generales nos lleva a un escenario parecido al que tenemos en Aragón”, afirmó Galve, “pero con la diferencia de que, en este caso, los plazos todavía se pueden alargar más, y quizá no tengamos un nuevo gobierno central hasta el mes de octubre”, enfatizó el secretario general de la UGT en Teruel.

Desde el marco temporal, Andorra parece estar sumida en una espiral que siempre vuelve a un punto de inicio y nunca se llega al final del proceso.

Según Galve, “tenemos sobre la mesa proyectos verdaderamente buenos e interesantes que nos tememos van a quedarse durante meses paralizados por este periodo en el que los gobiernos están en funciones, y nos preocupa, porque necesitamos que se genere empleo cuanto antes y los proyectos echen a andar”.

En este sentido, Andorra teme que el proyecto Catalina, impulsado por el grupo Copenhagen Infrastructure Partners (CIP)  junto con Enagás Renovable, S.L.U. (Enagás) y otros socios, y para el que se anunció el pasado dos de mayo una tramitación urgente, quede estancado. Estos socios pretenden desarrollar una planta industrial de producción de hidrógeno verde en el término municipal de Andorra, con una capacidad inicial de 500 MW y con una escalabilidad estimada en hasta 2 GW. Las estimaciones de empleo en este caso son de  1.204 empleos directos (más unos 1.670 indirectos) durante la fase de construcción prevista para principios de 2025, y en torno a 396 empleos directos (más unos 428 indirectos) durante la fase de operación y mantenimiento prevista para finales de 2027.

Esta planta de hidrogeno verde tiene prevista su ubicación dentro del Suelo Urbanizable No Delimitado Parque Empresarial de Andorra, para lo que, una vez obtenida la Declaración de Interés General de Aragón, se tramitará el correspondiente Proyecto de Interés General de Aragón (Piga) que permita el desarrollo urbanístico de los suelos y del propio proyecto de ejecución.

Interés autonómico

El dos de mayo, el Gobierno de Aragón informó de que en el Consejo de Gobierno del día 17 se aprobaría la declaración de interés autonómico, pero no fue así. Según fuentes del departamento de Economía, se está preparando la documentación para que se declare su tramitación urgente, pero tendrá que ser en otro Consejo de Gobierno, porque en el que se anunció no se aprobó.

El teniente de alcalde de Andorra valoró que el proyecto Catalina “es una gran inversión,  supone mucho empleo durante la construcción, y los 60-80 empleos de la fase de explotación son suficientemente importantes como para que este proyecto no se quede dormido”, enfatizó.

Otro que temen se ralentice durante varios meses es el que ha proyectado Tervalis junto con otros socios para la construcción de una planta de producción de amoníaco verde, así como el proyectado por la turolense Arcoiris, para la construcción de un conglomerado de granjas de cerdos asociadas a un centro de formación. En estos dos casos, señaló Alejo Galve, “los dos proyectos lleva asociado un empleo posterior a la fase constructiva de 60 personas en el caso de Tervalis y de 25-30 en las granjas de Arcoiris, sin tener en cuenta el empleo que se generaría durante la construcción; es algo que debemos tener en cuenta, porque 80 empleos en este momento son muy importantes para Andorra”.

También Darío Sanz, secretario comarcal de CCOO en Andorra resaltó la “ralentización y parálisis’ que han supuesto las elecciones autonómicas en todo, situación que, auguró, “continuará ahora con las generales en todo aquello que dependa de Madrid y hasta que se conforme nuevo Gobierno”. A su juicio, “las administraciones públicas deberían seguir su curso, haya o no elecciones”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El redactor recomienda