Síguenos
Allepuz reclama que se anticipen  las soluciones para que sea más atractivo vivir en el medio rural Allepuz reclama que se anticipen  las soluciones para que sea más atractivo vivir en el medio rural
Elena Cantero presenta la mesa redonda con Chema López, Sergio Lacasia, Andrés Gil, Carmen Pérez, Yasmine El Kaouni Bayar y Ana Reyes Palos. Bykofoto/A. García

Allepuz reclama que se anticipen las soluciones para que sea más atractivo vivir en el medio rural

La mesa redonda con voces de personas que residen en los pueblos pone de manifiesto la necesidad de integrar a la inmigración en el día a día
banner click 236 banner 236

Cuidar del pueblo por si alguien quiere venir a vivir y que los hijos que en ellos viven tengan la opción de decidir si quedarse o irse. Estos son algunos de los mensajes que este sábado se lanzaron en la mesa redonda organizada en el VII Festival Contra la Despoblación de Allepuz, que contó con la participación de personas que viven en diferentes pueblos y donde se puso de manifiesto la necesidad de integrar a la inmigración y de anticipar soluciones para su llegada.

Ante cerca de un centenar de asistentes, un número similar al número de habitantes que tiene este municipio del Maestrazgo turolense, sobre la mesa se pusieron distintos asuntos que tienen en común los pueblos de donde procedían como el papel de la inmigración, la importancia del asociacionismo y de la cultura pero también la necesidad de unas buenas comunicaciones para que esa frase de que “aquí no quiere venir nadie” deje de escucharse.

Dirigida por el periodista Chema López Juderías que desde la primera edición de este festival ha presentado estas mesas de debate, en esta ocasión contó con la participación de Ana Reyes Palos y Yasmine El Kaouni Bayar, que vinieron desde Calanda; Carmen Pérez Ramos, procedente de la provincia de Zamora, Andrés Gil, ganadero de Allepuz, y el productor musical de Yeste (Huesca) Sergio Lacasia.

Elena Cantero, integrante de la asociación cultural Escurzón, que organiza este festival dijo, en la presentación de la mesa, que con este evento se pretende reivindicar que vivir en un pueblo es una decisión libre y que ser menos no resta derechos. Ser de pueblo es “una seña de identidad y de arraigo” y reconociéndola en festivales como el que se hace en Allepuz se quiere también “rendir homenaje a nuestros abuelos y abuelas”.
 

Demostración de talla  de madera con motosierra de José Orduñz. Bykofoto/Antonio García

Cantero quiso mostrar además solidaridad con la causa palestina, reconociendo que a pesar de las limitaciones y dificultades que pueda tener vivir en el medio rural “vivimos en la cara privilegiada del mundo”.

A continuación, el moderador de la mesa, Chema López, reconoció el mérito que tiene que un pueblo donde viven 80 personas y hay empadronados poco más de 100 mantenga el festival, después de ocho años y que se llene el salón donde se realizó la mesa.

Carmen Pérez vino desde Vega de Villalobos, en la provincia de Zamora. Coordinadora de asociaciones y plataformas que apuestan por el medio rural, el suyo es un caso muy común, el de un familia de un pueblo que se marchó a la ciudad, pero en su caso volvió a los orígenes. “Yo nací en Valladolid y desde 2007 me instalé en el pueblo”, dijo, y se marcó como objetivo buscar trabajo en un radio de 100 kilómetros a la redonda. Ahora se dedica a solucionar la gran cantidad de trámites burocráticos que tiene que hacer el sector primario y apostó por hacer pedagogía desde los colegios para reivindicar el medio rural.

Un medio al que llegó desde Zaragoza Sergio Lacasia. Se instaló en Yeste, donde tiene un estudio de grabación y producción musical. Cuando llegó en 2008 cogió una casa del siglo XVIII y solo había un habitante en esta pedanía de Las Peñas de Riglos. El hombre ya falleció y Sergio se quedó solo hasta que abrieron una casa de turismo rural. “Ahora somos cuatro”, apuntó y, como hizo él en su día, recomendó que el traslado al medio rural se haga de forma progresiva.

Esa llegada progresiva no la hacen sin embargo las familias inmigrantes que llegan a los pueblos de la provincia. Yasmine llegó a Calanda con 7 años y ahora ha tenido que dejar su pueblo para estudiar arquitectura en Zaragoza. Su familia sigue en Calanda donde vuelve siempre que puede. Ella es un ejemplo de que gracias a la inmigración están creciendo los pueblos pequeños y está haciendo que la despoblación disminuya porque los inmigrantes se instalan en el medio rural.
 

Público presente en la mesa redonda celebrada en Allepuz. Bykofoto/A.G.

El último testimonio fue el de un joven de la localidad anfitriona de este festival, Andrés Gil, ganadero por vocación y una muestra de que una nueva generación apuesta por el futuro del campo y en este caso con ganado de ovejas trashumante. Fue de los últimos que pudieron estudiar en la escuela de Allepuz y después de pasar por varios centros escolares en Teruel y en las zonas donde la trashumancia les llevaba, en Toledo y Extremadura, estudió en Huesca hasta que con la pandemia dejó la vida estudiantil. “Siempre he querido vivir en Allepuz y cuando he podido he estado aquí”, afirmó. “Estoy donde quiero estar y haciendo lo que me gusta”, agregó.

Todos los ponentes ofrecieron sus opiniones sobre cómo piensan que se puede paliar la despoblación. “La única esperanza viene de la tecnología y el trabajo online, más que por la ganadería y la agricultura”, apuntó Sergio Lacasia, mientras que Ana Reyes Palos destacó que la inmigración es la que está haciendo que en pueblos como Calanda no haya despoblación. Los inmigrantes trabajan en el sector primario, el melocotón y la agricultura, aunque reconoció que España no está preparada para acoger esa población inmigrante.

Carmen Pérez también se refirió al sector primario, que sería imposible de atender sin los inmigrantes. Lamentó el desconocimiento que hay del medio rural, incluso en los medios de comunicación, que ofrece una imagen muchas veces distorsionada “cuando la generación de la vieja del visillo ya ha muerto”.
 

Taller musical a cargo de Zas!! Candil Folk. Bykofoto/A.G.

Los más jóvenes de la mesa, Andrés y Yasmine, reconocieron que entre sus amigos y conocidos hay ese sentimiento de querer irse a las grandes ciudades porque dicen que Teruel les da claustrofobia. Pero, para convencer a alguno de ellos de que quedarse es una opción, está la cultura y festivales como el que se está celebrando en Allepuz este fin de semana.

“No hay que pensar en crecer sino en consolidarse”, opinó Sergio Lacasia. Mientras que Carmen Pérez apostó por el asociacionismo: “Cuesta mucho esfuerzo pero es la única forma de dinamización social”.

Para finalizar los ponentes respondieron a la pregunta lanzada al inicio de la mesa redonda: cuál es la primera medida que pondrían en marcha si fueran los comisionados para la despoblación. Todos coincidieron qué es difícil revertir esta situación pero apostaron por mantener los pueblos vivos, poner en valor la ganadería, la energía verde y se lanzó un aviso para los dirigentes políticos, algunos de ellos presentes entre el público: “Hay que anticiparse para la llegada de la población inmigrante, prever lo que va a pasar para tenerlo preparado”. Un ejemplo de esa falta de anticipación ha sido la vivienda, ya que no solo falta en las ciudades sino también en el medio rural.

Con esta reflexión finalizó la mesa redonda de una jornada en la que el debate y la palabra no están reñidos con la música y la diversión. Durante todo el día se sucedieron las actividades culturales, los talleres y la convivencia. Más de 300 personas participaron en la comida popular, procedentes de la comarca del Maestrazgo y otras comarcas turolenses, de Zaragoza, Comunidad Valenciana, Madrid y Barcelona.

Por la mañana, José Orduña ofreció una exhibición de talla de madera con motosierra y los integrantes de Zas!! Candil Falk un taller de música, mientras que Charraire Folk hizo pasacalles.
 

Pasacalles de Charraire Folk. M.C.A.

La nota punk rock, la puso Kalumnia, de Valdealgorfa, un grupo que pese a su corta trayectoria ha girado por muchos pueblos de Teruel, de Aragón e incluso de la Comunidad de Madrid.

El plato fuerte del festival en lo que a música se refiere fueron los catalanes La Sra. Tomasa para finalizar con el rapero zaragozano Rapsusklei, que pese a su dilatada trayectoria de más de tres décadas, decenas de miles de seguidores en redes sociales y con millones de escuchas, sólo había tocado una vez en la provincia.

La séptima edición del Festival contra la Despoblación finaliza este domingo con una andada popular organizada por la asociación deportiva Allepuz.

El desarrollo de este evento ha sido posible gracias a la colaboración de las instituciones autonómica, provincial y local, la Fundación Térvalis, y marcas privadas. Forma parte de Teruel, tierra de festivales, de la DPT.

El redactor recomienda