El antiguo bar El Gancho de Caminreal acoge un evento de venta de libro usado

Tras un largo periodo con las puertas cerradas, el antiguo bar El Gancho, de Caminreal, volverá a abrir sus puertas este fin de semana. En la sinuosa barra alicatada con azulejos verdes no se servirán cañas ni vermús, sino libros, gracias a la iniciativa de Jesús Salas, hijo del propietario del negocio, ahora cerrado, y gerente de la librería de libros de segunda mano Tabook, de Zaragoza.

Esta será la primera edición de una exposición literaria que nace con vocación de continuidad para repetirse en las mismas fechas cada año, según explicó el librero, que matizó que se tarta de un evento único, que no tendrá continuidad después de que el sábado por al tarde se cierren las puertas del bar de nuevo.

Salas regenta desde hace cinco años lo que él mismo califica como una “librería low cost”, en la calle Díaz de Mendoza de Zaragoza, apenas a 3 minutos del centro comercial Aragonia y en el que ofrece un tesoro de más de 10.000 libros de todas las temáticas y para todos los rangos de edad.

Salas, descendiente de Caminreal, quiso dar respuesta a las inquietudes de muchos de sus vecinos, interesados en conocer los fondos bibliográfico de la librería zaragozana. “Muchas veces me pregunta gente si les puedo llevar libros, que ya se pasarán por la librería o cosas así, pero a la gente del pueblo luego le cuesta. Entonces, se me ocurrió hacerlo poco la inversa y acercar yo los libros al pueblo”, explicó Salas, que aprovechó el local en el que su familia había regentado el bar El Gancho porque “es un local acondicionado que ser utilizado para esto bastante bien porque es amplio y tiene luz, tiene calefacción”.

En total, Salas ha trasladado a Caminreal más de 3.000 ejemplares de libros usados y restos editoriales con cerca de 2.000 títulos, entre los que habrá literatura para todos los públicos con “más o menos, mitad y mitad, con más de 1.000 de literatura de adultos y otro tanto infantil y juvenil”, entre los que habrá títulos de “narrativa, novela histórica, policiaca, etc”, explicó el librero.

Olor a papel

Jesús Salas apostó por abrir una tienda de libros de segunda mano después de la pandemia. “Yo tenía un trabajo on line y se me ocurrió que podía combinarlo de alguna manera. Igual que estaba en casa haciendo eso, pues podía estar en un lugar tranquilo, que es una librería”, explicó ayer.

Y el negocio funcionó. Su propuesta tiene cada vez más adeptos y la venta de ejemplares usados funciona. “En la tienda de Díaz de Mendoza, 5” los libros tienen todos un precio fijo. Se venden todos a 2 euros y se compran a 0,50 céntimos, también todos. En la actualidad dispone de más de 10.000 volúmenes en stock y, por el momento, ha dejado de comprar. Sus principal nicho de adquisición de libros llegan con las mudanzas o herencias.