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El Dinopaseo de El Castellar invita también ahora a adentrarse en los grandes clásicos de la literatura El Dinopaseo de El Castellar invita también ahora a adentrarse en los grandes clásicos de la literatura
Recorrido por el Dinopaseo Literario realizado este otoño cuando se instalaron los códigos QR en las distintas paradas

El Dinopaseo de El Castellar invita también ahora a adentrarse en los grandes clásicos de la literatura

Un recorrido paralelo impulsado por la asociación cultural vincula icnitas con grandes escritores
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Visitar desde este otoño el Dinopaseo de El Castellar, la ruta que recorre las calles del pueblo con reproducciones de icnitas de dinosaurio, supone adentrarse también en un paseo por los grandes de la literatura universal, desde Cervantes a García Lorca, con textos que evocan de forma alegórica o explícita la huella dejada por los grandes reptiles del Mesozoico. Se trata de una iniciativa que ha puesto en marcha la Asociación Cultural El Castellar Pueblo en Acción.

El Dinopaseo Literario se desarrolla a lo largo de las mismas diez paradas que había ya con las icnitas, pero a través de un código QR que se ha incorporado a las mismas los visitantes pueden acceder a los textos literarios que las acompañan ahora.

Son textos de autores de la literatura universal, clásicos y contemporáneos, cuya selección está vinculada con el tipo de icnitas que se pueden ver en el Dinopaseo. En el mismo hay instaladas diversas réplicas de las huellas de dinosaurios encontradas en el término municipal, con explicaciones didácticas sobre cómo se formaron y qué especies dejaron esas marcas.

Huella de forma arriñonada

Así, una huella de forma arriñonada que recuerda a una media luna, está asociada a uno de los grandes genios de la literatura fantástica, Julio Verne, y una de sus obras más conocidas, De la Tierra a la Luna, de la que se ha seleccionado la frase siguiente: “No sé si los mundos están habitados, y como no lo sé voy a verlo”. Toda una invitación a recorrer este Dinopaseo con la nueva perspectiva que ha adquirido a través de la literatura.

El recorrido sigue iniciándose en el Ayuntamiento de El Castellar, donde se puede ver una réplica del rastro del gran dinosaurio carnívoro que dejó unas inmensas huellas tridáctilas, cuyo icnogénero fue definido en la localidad con el nombre de Iberosauripus grandis. Unas huellas grandes para otro grande de la poesía española, Antonio Machado, que es el autor que aparece cuando se lee el código QR de la parada con su poema Caminante no hay camino.

Otra huella de gigante conduce a una lectura de Don Quijote de la Mancha, la de los molinos de viento que el ingenioso hidalgo confunde con los brazos de desaforados gigantes; mientras que una huella de Deltapodus ibericus, otro icnogénero definido por primera vez en El Castellar, evoca el poema de Federico García Lorca Gacela del recuerdo del amor.

En el recorrido también hay referencias directas a obras protagonizadas por dinosaurios o la paleontología. Así, Mary Anning, precursora de esta disciplina científica, encuentra su lugar en una parada, mientras que en otra, presidida por el corpóreo de un dinosaurio carnívoro, el guatemalteco Augusto Monterroso invita a conocer el cuento más corto de la literatura universal, titulado El Dinosaurio y que se compone de solo siete palabras: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.

El recorrido se cierra en la parada donde está la silueta de Tastavinsaurus con una cita de Parque Jurásico, la novela de Michel Crichton que reavivó hace tres décadas la pasión por los dinosaurios, y que dice: “Hacerlo resultaba difícil, costoso y era improbable que funcionara. Pero era posible, si alguien tenía interés en intentarlo”.

Dos formas de recorrerlo

Lo mismo se puede decir de este Dinopaseo Literario que ahora los visitantes pueden recorrer centrándose exclusivamente en las icnitas, o leyendo también los textos literarios que evocan. Rosalía Gutiérrez, miembro de la junta directiva de la Asociación El Castellar Pueblo en Acción, explica que los textos fueron elegidos por ella en coordinación de los demás miembros de la junta, a raíz del primer encuentro literario que hicieron este otoño en el municipio. Se hizo dentro de la iniciativa Siete grandes para siete pequeños de Mi pueblo lee, para lo cual contaron con la visita del escritor Alejandro Palomas, uno de cuyos textos también figura en el recorrido del Dinopaseo Literario.
 

Una de las paradas previstas en el Dinopaseo Literario


La intención es que pueda ampliarse conforme vayan aumentando también las paradas del Dinopaseo porque han visto que la iniciativa gusta. “La gente dice que es una idea muy bonita, que enmarca la ciencia en un marco de letras”, comenta Gutiérrez, quien valora que el recorrido permita conocer el pueblo al discurrir por sus calles y acercar a los visitantes a esa realidad del medio rural que tanto se reivindica ahora.

Precisa por otra parte que dentro de cada obra literaria “se intentó buscar alguna frase o párrafos que hicieran reflexionar a la gente sobre el pasado del pueblo”, ya que eso también se aprecia recorriendo sus calles tras las pisadas de los dinosaurios en una localidad con una arquitectura típica de la sierra, a lo que hay que sumar la naturaleza maravillosa que ofrece desde lugares como el mirador donde termina el recorrido. Al unir eso con la literatura, Gutiérrez asegura que los textos y el propio Dinopaseo en el que se muestra la riqueza de los recursos patrimoniales del pueblo, adquieren también un “carácter reivindicativo”.

“Lo que se intentaba fomentar no solo es la lectura y el conocimiento de esas obras y temáticas, sino que hiciera pensar a la gente sobre el presente y el futuro de estos pueblos tan pequeños”, añade Gutiérrez.

La miembro de la junta directiva de la asociación valora en este sentido que el Dinopaseo no ha hecho sino dar a conocer lo que ya existía, lo que siempre ha estado y ahora ha puesto en valor el interés que existe por la paleontología en la provincia como uno de sus más potentes recursos de desarrollo territorial.

En este sentido, argumenta que desde la asociación se está haciendo un importante trabajo cultural con las actividades que se hacen a lo largo de todo el año, y con lo que se busca dar a conocer también el patrimonio y las costumbres. En definitiva, que la “gente se sienta orgullosa de ello a través de estas actividades”.

Los dinosaurios y el mapa

Hay un antes y un después en El Castellar a los intensos y continuados trabajos paleontológicos que se han llevado a cabo en el término municipal por parte de la Fundación Dinópolis, que han sacado a la luz su gran riqueza en restos directos e indirectos de dinosaurios, que a diferencia de otros lugares destacan por su gran diversidad y distintos periodos geológicos en los que aparecen los fósiles.

Eso ha hecho que hoy en día sea habitual ver a la gente recorriendo el pueblo y sus inmediaciones tras las huellas de los gigantes que poblaron el término hace millones de años. A la iniciativa del Dinopaseo se sumó el acondicionamiento de afloramientos de icnitas y hasta de un yacimiento de huesos fósiles que pueden visitarse in situ. Eso unido al impulso que ha tenido su asociación cultural hacen de este municipio un auténtico pueblo en acción.

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