Innovar es garantía de viabilidad empresarial y compensa la escasez de mano de obra

La falta de relevo generacional para el sector agrario y la necesidad de que la innovación se ajuste a las necesidades de agricultores y ganaderos fueron dos de las ideas principales que salieron a relucir durante la Jornada Inspiradora Erea que organizó la Fundación Aragón Emprende este martes en Monreal del Campo. En la sesión participaron tanto investigadores como representantes institucionales y los propios empresarios que viven en el territorio. Todos ellos incidieron en la importancia de modernizar las explotaciones para requerir menos mano de obra, escasa en el medio rural, y apostar por ideas nuevas como fórmula para garantizar la viabilidad.

En el primero de los paneles de expertos realizados durante la mañana, que fue moderado por la periodista Carolina González, participaron el coordinador del Grado en Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural de la Universidad de Zaragoza, Enrique Samperio y el responsable de producción animal Ciheam, Andrés Schlageter.

Samperio indicó que el principal reto al que se enfrenta el sector es la falta de relevo generacional en el campo, “la gente no quiere quedarse, es un trabajo duro y la remuneración a veces es inferior” a la obtenida en otros empleos que exigen menos sacrificio, dijo. Sin embargo, por otro lado detalló que el grado de Ingeniería Agrónoma ha tenido un crecimiento muy importante en los últimos años y la demanda por parte de las empresas de estos profesionales es tan elevada que “todos los alumnos salen con trabajo, hay un 100% de empleabilidad”. Otra de las diferencias con respecto a décadas anteriores es que ahora la gente que se quiere quedar en el campo sale a estudiar y formarse y luego regresa a su tierra con entusiasmo y ganas.

Schlageter coincidió en que la falta de relevo es uno de los problemas, pero también apuntó que la demanda de perfiles formados en producción animal es muy alta y los alumnos de estos ciclos encuentran rápidamente trabajo. Destacó que España es una potencia en producción animal y vegetal, al igual que Aragón, cuyo motor es precisamente ese sector agrario.

Samperio alabó el papel de la innovación en el sector agrario y señaló que uno de los mayores retos es la tecnificación porque “competimos con grandes potencias que tienen una importante capacidad productiva a costes muy bajos”, de ahí la importancia de la tecnificación para que bajen los costes, aumente la producción y, con ella, el beneficio. Además, recalcó que no sólo se trata de una cuestión económica, sino también de hacer el trabajo más cómodo y barato, “más atractivo en general”, apuntó.

Sin embargo, la aplicación de la tecnología no siempre es fácil puesto que, en general, se trata de un sector un tanto reacio a la introducción de novedades. Schlageter expuso que les resulta difícil encontrar “adoptadores tempranos de tecnología”, a los que se utiliza “un poco de conejillos de indias” y que son fundamentales para ver si esos sistemas realmente funcionan.

El ganadero en general es muy reticente a la tecnología, apuntó por su parte Samperio, lo que supone un problema a la hora de innovar. No obstante, destacó que siempre alguien quiere probar y luego, una vez comprobada su eficacia, son “los propios embajadores de esa tecnología”.

Entre los proyectos concretos que explicó Samperio fue un sistema de pesado para los corderos, con una cámara y un ordenador que, mediante una imagen cenital del cordero, marca el peso. Ahora ese sistema se ha perfeccionado y se puede utilizar con el propio móvil. Este sistema se ideó porque apenas un 20% de los ganaderos pesaban a los corderos debido a las dificultades de hacerlo uno a uno, mientras que ahora se pesan y la App que se ha creado permite acceder a toda la información sobre el animal.

En la última de las mesas redondas, en la que tomaron parte emprendedores locales,, también se habló de las reticencias a la hora de adoptar la tecnología por parte del sector agrario pero el gerente de Maquinaria Agrícola Plumed, Juan López, lo achacó a que no se adapta a las necesidades que tiene. “La tecnología no le está dando al profesional lo que necesita”, aseguró. La innovación tiene que llegar al agricultor pero desde su utilidad, no desde el punto de vista del que está en el laboratorio, especificó.

López relató que cuando cogió las riendas junto a su hermano de la empresa familiar se dieron cuenta de que su mercado, centrado en los agricultores, se estaba extinguiendo y tuvieron que buscar nuevas oportunidades a través de la gestión y puesta en valor de los purines. Detalló que se lanzaron a la exportación “a consecuencia de la necesidad” porque cuando tenían listo su proyecto el mercado nacional cayó en picado.

Esa necesidad fue también lo que llevó a Marta Martín a buscar nuevas opciones para la carne de caprino. Asumió la gestión de las 500 cabras de carne que tenían sus padres y pronto vio que, aunque lo más cómodo era vender al comercial directamente el cabrito, la explotación así no era rentable. Por eso, pensó en facilitar el trabajo en hogares y restaurantes preparando platos ya listos para el consumo en un momento en el que las personas “no tienen tiempo para nada”. Cocina cabrito a baja temperatura y también hace embutidos y patés, pero matiza que la mayor parte de los pedidos se concentran en Navidad y lamenta que ese sabor del caprino que se asocia a las celebraciones familiares ya hay varias generaciones que lo han perdido. La explotación “es una innovación de principio a fin”, según indicó la Secretaria de la Unión de pequeños Agricultores (UPA), Vanessa Polo, que moderó la mesa.

Polo puso de manifiesto por un lado la problemática que tiene el emprendimiento en el mundo rural por las malas conexiones por carretera o internet. Sin embargo, para los ponentes son cuestiones que, al menos en la zona del Jiloca, donde ellos se ubican, está en gran parte solucionado. Sí consideran que hay otros condicionantes que les afectan y es la falta de población y, con ella, de mano de obra o de prestación de servicios. “Entrecabritos ofrece experiencias, pero luego no hay camas donde alojar a los clientes o un bar para tomar algo”, dijo de forma gráfica Martín.

Juan López planteó que la despoblación es el problema más grave y lamentó que pronto “no se va a poder hacer nada” porque no va a haber gente. “Hay muchos pueblos que están en un punto de no retorno”, aseguró para detallar a continuación que el el 80% de los municipios de Teruel están al límite.

En este sentido, el gerente de Azafranes Jiloca, José Ramón Plumed, planteó que se deberían deslocalizar las empresas para solucionar dos problemas, la falta de población en el medio rural y la sobrepoblación que sufren las ciudades. “No se está apostando de verdad” por el medio rural, concluyó.

La solución, a juicio de Martín, pasa por “poner en marcha otra vez la maquinaria de los pueblos, falta gente, oportunidades, mentes abiertas y ayuda institucional”. Los participantes en la mesa redonda plantearon la necesidad de contar con financiación para sacar adelante ideas innovadoras y frenar a aquellos interesados que sólo montan negocios cuando hay de por medio dinero público.

Casañal intervino al final de la jornada para indicar que la problemática entre el medio rural y el urbano difiere mucho y la cuestión de los pueblos no es dónde están ubicados. En cuanto a la necesidad de inversiones, Casañal especificó que cuando un pequeño emprendedor intenta vivir de subvenciones “su proyecto está muerto”. Indicó además que “no todo es dinero” y destacó la importancia de contar con una puerta abierta para solucionar las dudas. Como mensaje final lanzó la idea de que en los pueblos se vive muy bien, y, dirigiéndose a los ponentes, les comentó que “los que apostáis por ello sois amos y señores de vuestras vidas”.

Crecimiento personal

En cuanto a los cambios de los últimos años, los ponentes tienen claro que la evolución ha sido muy grande. Javier Plumed expuso que desde que él se incorporó en 2019 encontró explotaciones muy antiguas y en los últimos años se han ido modernizando mucho. Adelantó que va a construir una nave totalmente modernizada para realizar el proceso de alimentación con el menor tiempo posible.

En este sentido, Martín especificó que una de sus grandes novedades es la carne lista para consumir. La responsable apuntó que su interés es conectar la ciudad con el campo y por eso cuentan con experiencias turísticas y aceptan a voluntarios para que se formen. El gerente de Azafranes Jiloca destacó que disponer de más tiempo en su caso es crucial porque, en su caso, redunda en su formación, lo que repercute directamente en la empresa.

Polo planteó a su vez la importancia que tiene el crecimiento personal y la calidad de vida que hay detrás de los proyectos que se expusieron en la mesa redonda y precisamente esas ventajas son “algo que tenemos que vender al mundo para que se produzca ese relevo generacional”.

Estas jornadas inspiradoras de Erea se realizan ya por cuarta anualidad y constan de dos sesiones en cada provincia. En Teruel, además de la de este martes en Monreal se llevará a cabo otra en Albarracín el próximo mes de febrero. A las seis sesiones se sumará el Foro Erea que servirá de broche final a todas ellas.