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La población de perdiz se recupera tras años de bajada gracias a una primavera húmeda La población de perdiz se recupera tras años de bajada gracias a una primavera húmeda
Una perdiz y sus perdigones beben en un charco. Archivo/Farcaza

La población de perdiz se recupera tras años de bajada gracias a una primavera húmeda

No se prevé que los cotos retrasen la apertura de la temporada de caza o que adelanten el cierre
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Después de unos años en los que las condiciones climatológicas no permitieron un desarrollo normal de la población de perdices en la provincia, la abundancia de agua y, por tanto de vegetación e insectos, ha permitido que este año la crianza de este ave haya sido muy productiva y, tras varias campañas en las que se llegó incluso a acortar la temporada de caza para no esquilmar el censo de esta especie, en esta ocasión sí se están viendo grupos más numerosos.

“Hemos llevado dos campañas de cerrar los cotos antes de temporada porque somos los que intentamos cuidar más las perdices, porque final somos los que las que hacemos y durante estas dos campañas han sido dos campañas muy malas”, confirmó el delegado de la Federación Aragonesa de Caza en Teruel, Manuel Beltrán, que recordó que hasta hace poco era frecuente la bajada de cupos o el acortamiento de las temporadas, tanto abriendo los cotos más tarde como cerrándolos antes.

“Este año tenemos muy buenas noticias porque ha sido un año muy bueno de lluvias”, aseguró Beltrán después de haber hablado con los presidentes de varios cotos de caza. “En la mayoría de cotos, por no decir que en todos,la perdiz ha criado bastante ben”, dijo el delegado de Farcaza, que añadió que “falta todavía que se haga grande, pero las expectativas para este año con muy buenas”. Tanto es así, que en esta ocasión los “cotos han abierto y cerrado en fecha porque no ha habido que adelantar el cierre”, continuó el representante de los cazadores. La temporada de perdiz arranca en el mes de octubre y se prolonga hasta finales de enero, según marca el plan anual. “Eso es el máximo que permite Aragón para cazar pero hay muchos cotos que no están desvedando hasta noviembre” por el calor, añadió Beltrán.

“Venimos de dos años muy malos en los que lo que hemos hecho ha sido dejar madres para que cuando llegasen los años buenos pudieran criar (...) y este año es bueno, es de los años que he visto más perdigana”, dijo el responsable federativo.

Islas de diversidad

Además, la Federación ha comenzado la instalación de los que se ha dado en llamar islas de diversidad. Se trata de espacios de unos 30 metros cuadrados de superficie verde porque “los animales también cogen muchísima agua de lo que es el verde”, explicó el delegado de Farcaza en Teruel. En estos oasis prodigan los insectos que sirven también de alimento a las aves “perdiganas, que es lo que comen y es lo que les hace crecer, porque eso es proteína”, dijo Manuel Beltrán, que explicó que “al final es comida para la perdiz”.

Este modelo de isla de biodiversidad se va a implantar en tres cotos en Aragón vedados para el estudio. Después de la apertura del de Belchite, en la provincia de Teruel se habilitó una isla en el entorno de la laguna de Gallocanta.

La campaña

La Federación Aragonesa de Caza tiene activa una campaña de censos de bandos de perdiz del Observatorio Cinegético sigue abierta. El objetivo de este año es alcanzar, al menos, los 1.230 censos en un total de 670 cuadrículas que se lograron en la primavera de este año en la campaña de especies residentes, un hito para el proyecto hasta el momento.

Los censos de bandos de perdiz se pueden hacer desde vehículo, siguiendo tu recorrido habitual. Cuando se observe un bando es muy importante marcar la opción "grupo" en la aplicación del Observatorio. Estos datos serán claves para conocer la situación real de la especie y defender la caza con ciencia.

Coto de Galve

La población de perdiz en Galve es salvaje, más longeva y principalmente masculina entre el segmento de ejemplares adultos. Así lo atestigua el estudio llevado a cabo por el especialista en biología animal y gestión de fauna silvestre Jesús Nadal en el coto de Galve durante la campaña de 2024-2025.

Según los datos recopilados por el profesor Nadal, la proporción de perdices por hectárea pasó de casi un 0,4 detectado en el inicio de la temporada de caza, a una tasa de 02 ejemplares por hectárea obtenida en enero. “Como promedio se captura una perdiz por cazador y jornada. Durante noviembre el promedio de capturas es menor 0,85, en diciembre 1,1 y en enero 1,2. El rendimiento medio en perdices capturadas por hora es 0,29. Durante noviembre el rendimiento es menor 0,25; en diciembre 0,35 y en enero 0,27. Sólo los cazadores más preparados, más hábiles y físicamente entrenados, consiguen alguna captura si mantienen el ritmo de búsqueda cercano a 4 horas. Con estas evidencias podemos certificar que esta población de perdiz roja de Galve es silvestre”, escribe Nadal en su trabajo.

Según el estudio de los datos recogidos por Manuel Español, José Domingo Villarroya y Miguel Ángel Arnau, de cuyas capturas se escogieron 41 ejemplares para su análisis, la “la población en 2024 tuvo buena reproducción en consecuencia se podían extraer excedentes poblacionales. Este índice señala que la benévola primavera favoreció la reproducción, con ello la población obtuvo animales excedentes que podían aprovecharse con su caza. La razón de sexos en los juveniles muestra mayor proporción de hembras, sin embargo la razón de sexos de los adultos presenta mayor proporción de machos”, aunque la tendencia es pensar que “las razones de sexos durante 2024 señalan que la población tiende a compensar la predación que sufren las hembras durante la incubación y el cuidado de los pollos”.

El estudio de Nadal llega a la conclusión de que “la longevidad es más alta en los machos. Las perdices macho de mayor edad son más abundantes que las hembras”, de forma que la diferencia de abundancia según los sexos es notable para las clases de mayor edad, lo que evidencia que “las hembras están sometidas a mayores riesgos y mortalidad”, concluye el trabajo.

En cuanto a su morfología, las mediciones llevadas a cabo en el marco del estudio apuntan que “las perdices silvestres de Galve presentan una excelente condición física, su relación del peso dividido por la longitud favorece tanto la carrera como el vuelo”, de forma que estos ejemplares presentaban una “óptima condición corporal” que les capacitaba para defenderse y escapar de los cazadores, por ello los cazadores no tuvieron nada fácil su captura”.

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