Síguenos
Las choperas, trasmochas o de cultivo intensivo, se reivindican como reservas de avifauna Las choperas, trasmochas o de cultivo intensivo, se reivindican como reservas de avifauna
Chopera de árboles trasmochos

Las choperas, trasmochas o de cultivo intensivo, se reivindican como reservas de avifauna

Un estudio analiza la población de aves en la ribera del río Pancrudo, entre Navarrete y Cutanda
banner click 236 banner 236

Los prados de chopos y sauces trasmochos y los cultivos intensivos de chopos euroamericanos se revelan como reservas de avifauna, y a pesar de presentar agroecosistemas diferentes, la capacidad de albergar a las especies que habitan en bosques ribereños es similar en ambos casos. Es una de las conclusiones del estudio publicado en la revista Xiloca. Revista del Centro de Estudios del Jiloca, recogido por en naturalxiloca,blogspot.com que destaca, no obstante, que la abundancia total de aves es mayor en los cultivos intensivos de chopos híbridos que en las dehesas de chopos cabeceros y sauces trasmochos.

El estudio publicado por Chabier de Jaime apunta, además, que en ambos casos, la abundancia total viene determinada por la contribución de muy pocas especies, escribano triguero y zorzal real en el primer caso, pardillo común en el segundo, que únicamente utilizan el arbolado como posadero y que la densidad media de aves observadas es mayor, consiguientemente, en los cultivos de chopos híbridos que los prados con chopos cabeceros y sauces trasmochos.

Según los datos recogidos en la elaboración de este estudio, el índice de dominancia de los cultivos de chopos euroamericanos es muy alto y casi el doble que el de los prados arbolados con chopos y sauces trasmochos.

Las dehesas de chopos cabeceros y sauces trasmochos tienen una estructura compleja. Presentan un estrato herbáceo, denso y alto, formado por hierbas vivaces que cubren completamente el suelo, que es controlado por los rebaños de ovejas. Entre las hierbas crecen algunas matas de escaso desarrollo que forman un estrato arbustivo muy laxo. El estrato arbóreo está formado por unos árboles añosos distribuidos irregularmente que han sido tradicionalmente manejados mediante un desmoche periódico. Estos árboles tienen un tronco grueso y corto que termina en una cabeza sobre la que se insertan numerosas ramas de similar grosor y longitud, que son periódicamente cortadas. En el tronco y, sobre todo, en la cabeza abundan los huecos y la madera muerta en descomposición de la que se alimentan las larvas de numerosas especies de coleópteros.

Los cultivos intensivos de chopos euroamericanos tienen una estructura con ciertas similitudes pero notables diferencias con las citadas dehesas de salicáceas trasmochas. En general, es mucho más simplificada. El estrato herbáceo es más laxo y alberga especies anuales y vivaces y está sometido al laboreo periódico y a un sombreado intenso. El estrato arbustivo es inexistente. El estrato arbóreo está formado por árboles que fueron plantados simultáneamente y en un marco regular y denso, que presentan troncos delgados durante sus primeros años y robustos al final de su ciclo, a los que se les han eliminado las ramas inferiores. Los troncos carecen de huecos y de madera muerta. Las ramas superiores pueden alcanzar los veinte metros.

La mayor complejidad estructural de las dehesas de chopos y sauces trasmochos se refleja, por consiguiente, en su mayor diversidad específica.

La presencia de agua en el suelo permite que los bosques de ribera sean uno de los ecosistemas más productivos a nivel mundial. Esto se traduce en unas comunidades biológicas complejas, con una biodiversidad y unas densidades en las poblaciones muy superiores a las de otros ambientes de su entorno. Su naturaleza lineal permite que funcionen como corredores biológicos, complementando y enriqueciendo a los ecosistemas que atraviesan, lo que es especialmente relevante en territorios con climas secos, como la Iberia mediterránea.

Es por ello que la avifauna de los sotos fluviales destaca por los elevados valores de riqueza, diversidad biológica y densidad, en relación con la de los ecosistemas próximos cuya productividad depende directamente del régimen de precipitaciones. Su importancia se manifiesta todavía más en aquellas zonas en las que los bosques se han transformado en espacios agrícolas.

Las aves forestales desempeñan funciones esenciales en los ecosistemas, como la regulación de las cadenas tróficas o la dispersión de semillas, entre otras. Además, responden con rapidez a los cambios en el hábitat por lo que son un indicador útil para evaluar el estado de la diversidad biológica y de conservación de los bosques.

Arboledas trasmochas

El estudio, que se presentó el pasado mes de junio en el 9º Congreso Forestal España celebrado en Gijón concluye que las dehesas arboladas de estos árboles trasmochos presentan una mayor complejidad estructural que los cultivos de chopos híbridos euroamericanos lo que se traduce en la riqueza y en la diversidad específica de las aves.

Además, encuentra evidencias de que el aprovechamiento ganadero y forestal de los prados arbolados con chopos y sauces trasmochos es una prioridad para la conservación de este singular agroecosistema y de la comunidad de aves que alberga.

Distintas especies y hábitos

El valor de la diversidad específica (índice de Shannon) de las dehesas con chopos y sauces trasmochos se encuentra dentro del rango de lo normal mientras que el de los cultivos intensivos de chopos euroamericanos se considera baja.

El pinzón vulgar utiliza ambos agroecosistemas por igual, tanto en el periodo reproductor y postnupcial como durante la invernada siendo una de las especies más representativas.

La estructura de la vegetación de los cultivos intensivos de chopos euroamericanos perjudica a especies como el serín verdecillo, mito común, chochín paleártico, agateador europeo y gorrión molinero que prácticamente no los emplean. Sin embargo, estas aves encuentran un hábitat favorable en las dehesas con chopos y sauces trasmochos.

El pico picapinos y el herrerillo común utilizan ambos ambientes si bien prefieren los prados con árboles trasmochos.

El alcotán europeo prefiere las cultivos de chopos canadienses para nidificar. Los chopos cabeceros y los sauces trasmochos suelen ser árboles añosos por lo que ofrecen hábitat favorable para las aves propias de los bosques maduros.

La abundancia total referida a aves observadas es netamente superior en los cultivos intensivos de chopos híbridos que en las dehesas de chopos y sauces trasmochos. Derivados del parámetro anterior son los valores de número medio de aves por unidad de censo y la densidad media de aves por unidad de superficie, igualmente mayores en el segundo ambiente que en el primero. Ahora bien, hay que tener en cuenta la enorme contribución del escribano triguero que selecciona específicamente los cultivos de chopos híbridos.

La riqueza total es ligeramente mayor en las dehesas de chopos y sauces trasmochos que en los cultivos intensivos de chopos híbridos euroamericanos para el periodo completo de estudio. Las observaciones realizadas durante un ciclo anual para buena parte de las especies fueron esporádicas o arrojaron un número de ejemplares muy bajo

El redactor recomienda