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Los alcaldes del Valle del Jiloca ven los proyectos eólicos como una tabla  de salvación para muchos pueblos Los alcaldes del Valle del Jiloca ven los proyectos eólicos como una tabla  de salvación para muchos pueblos
Molinos de viento de la provincia de Guadalajara visibles desde el barrio de Sierra Menera, en Ojos Negros

Los alcaldes del Valle del Jiloca ven los proyectos eólicos como una tabla de salvación para muchos pueblos

Creen que no generarán empleo, pero sí permitirán mejorar muchos de los servicios
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Cruz Aguilar

Algunos hablan de tabla de salvación, otros de la única vía para obtener ingresos y los hay que aseguran que no es la mejor opción, pero sí la única. Saben que los 19 parques proyectados en Jiloca, Sierra de Albarracín y Comunidad de Teruel por Forestalia no crearán empleo durante la fase de explotación, pero prácticamente todos son unánimes en que los recursos económicos que llegarán de la mano del viento marcarán un antes y un después en sus maltrechas arcas municipales.

El alcalde de Blancas, José Román Valenzuela, plantea que los ingresos que reportarán los parques eólicos (tienen 8 aerogeneradores proyectados) para su ayuntamiento “son importantes” y permitirán “una contabilidad estable”. No van a presentar alegaciones y no organizarán reuniones informativas hasta que los proyectos se presenten “en firme”.  En cuanto al impacto visual, Valenzuela indica que “el paisaje ya está ocupado por los aerogeneradores” puesto que los de El Pobo de Dueñas y Tordesilos, en Guadalajara, se ven desde la localidad y están apenas a 300 metros del límite del término.

También el Ayuntamiento de Almohaja está de acuerdo con los 13 molinos que quieren colocar en sus dominios. Allí actualmente no se ve ningún aerogenerador pero el alcalde, Tomás Simón, indica que no van a causar afección en el paisaje “ni mucho menos” y plantea que el proyecto será “una ayuda para el pueblo”.

En Alba el Ayuntamiento está a favor de la instalación de los 21  molinos, situados en terrenos propiedad de una Sociedad de Montes, “de la que es casi todo el pueblo”, comenta el alcalde, José Herrero. Relata que apenas habrá impacto visual desde el casco urbano al estar situado en una hondonada y tampoco afecta a tierras de labor o pastos y apenas a la caza. Por otro lado, supondrá “duplicar el presupuesto todos los años, además de lo que nos dan al inicio”, dice sin precisar más. De momento en la localidad no se ha realizado ninguna reunión informativa, que sí tiene previsto solicitar a la empresa “cuando vengan con una propuesta de contrato definitiva, para que nos den una explicación”, adelanta.

Yolanda Domingo, que es la alcaldesa de Villafranca del Campo, explica que los aparatos de generación energétia están en monte de utilidad pública y matiza que están intentando negociar con Forestalia “determinadas condiciones”, porque recalca que estos proyectos generan beneficios económicos, pero “no asientan población al no crear empleo”. Por eso quiere que los vecinos tengan los consumos energéticos gratis, “los impuestos y el resto de conceptos los tendrían que pagar”, advierte. Pretenden que estas ventajas en la factura de la luz las disfruten también las empresas nuevas que se asienten en el municipio, de forma que sirva de acicate para su llegada. “Además les he pedido una antena de telefonía móvil, a ver si, con los contactos que tienen, nos pueden ayudar, porque no hay forma de que consigamos que haya cobertura en mi pueblo”, lamenta Domingo. En Villafranca se localizan tres parques que suman 7 aerogeneradores, todos ellos en terreno público.

La alcaldesa de Villafranca  se muestra indignada del trato que determinados colectivos están dando a los regidores municipales: “No se puede permitir que pongan en duda nuestra honorabilidad, el que tenga dudas, que se meta de alcalde”, sentencia.

Reticencias en Pozuel

El primer edil de Pozuel del Campo, Adrián Rubio, precisa que el tema de los molinos constituye “una balanza muy fina” ya que por una parte supone un incentivo económico para el ayuntamiento, “que siempre está bien”, pero no atraen población al no crear empleo. Por eso propone “sacar partido a esa aportación económica enfocándolos a la crearon de empleo, que es lo que es necesario para fijar población”. En su opinión, el dinero no debería quedarse solo en arreglar los pueblos, debería utilizarse para “fomentar el empleo, y de mano de obra cualificada, que es lo que realmente necesita la provincia”, asevera. Rubio argumenta que Pozuel del Campo se ve afectado negativamente por los proyectos ya que económicamente solo percibirá por la instalación de un aerogenerador pero va a tener un buen número de ellos “a dos kilómetros como mucho”.

También se muestra muy crítico con respecto a los precios que va a abonar la empresa promotora por el alquiler de los terrenos: “Las cifras que manejan son interesantes para los Ayuntamientos, pero es irrisoria si se compara con el precio al que se paga la luz” y con los beneficios que suponen estas instalaciones en otros países de Europa.

Para Jesús Latasa, responsable municipal de Villar del Salz, “solo los tres” que hay proyectados en el término municipal “son la solución para el pueblo”. Concreta que fue el propio consistorio el que solicitó a la empresa la colocación de los aparatos en su monte público porque la aportación que llegará “va a dar un impuso bestial” al presupuesto de un pueblo en el que apenas viven 30 personas.

Señala que todos los que viven en Villar del Salz están a favor de los molinos, aunque entre la gente vinculada al pueblo hay opiniones encontradas sobre el tema “por cuestiones de ecología”, dice, pero él no las comparte: “Los molinos ya están a 50 metros del pueblo, bien a la vista, en Setiles y Tordesilos, con este proyecto veré también los míos pero por lo menos me darán algo”, asevera.

Latasa plantea una cuestión que también comparten otros alcalde y es que los parques afectan a muchos pueblos y el hecho de que uno se niegue no repercute en la decisión que tomen el resto: “¿Porqué voy a decir yo que no si en todos los demás va a haber?”, cuestiona.

El alcalde de Villar del Salz dice que en los tres años que lleva portando el bastón de mando su “única obsesión” es poder pagar a un alguacil, pero tiene que conformarse con una media jornada y solo durante ocho meses. “Un pueblo, por pequeño que sea, necesita un trabajador 8 horas los 5 más a la semana, con sacar para eso ya me daba por satisfecho, por lo menos podríamos tener todo en condiciones decentes”, justifica. Entre las peticiones que le hacen sus vecinos está la construcción de una piscina para el verano, una infraestructura que ni se plantea ejecutar y no por el coste, sino porque después sería imposible mantenerla.

El concejal de Urbanismo en el ayuntamiento de Santa Eulalia del Campo, Carlos Martín, indica que el proyecto es una oportunidad para el municipio y así quedó patente en el pleno en el que se votó, cuando salió adelante por unanimidad de los dos partidos políticos (PP y PSOE) que hay representados en el consistorio.

Si se materializa percibirán el alquiler de 5 aerogeneradores, 3 que hay en su término y otros 2 en la localidad de Alba pero sobre terrenos que son propiedad de Santa Eulalia. La localidad ya ha firmado el convenio con Forestalia donde se recoge el dinero que percibirán, pero Carlos Martín puntualiza que todavía no saben a qué dedicarán un dinero que tardará al menos dos años en llegar.

Peracense

El alcalde de Peracense, Manuel Bujeda, comenta que han negociado con la empresa para que los 19 aerogeneradores se coloquen sobre terreno público –la mitad de ellos iban en un inicio sobre fincas particulares– con el fin de que los recursos vayan destinados al Ayuntamiento. Indica que supondrá ventajas para el municipio, aunque matiza que no es el futuro que más les gusta pero concreta que “hay que intentar salvar al pueblo. Si alguien nos da otra solución, encantados, pero tenemos que agarrarnos a esto”, manifiesta.

Bujeda sabe que el parque no generará empleo salvo durante la fase de construcción, aunque el acuerdo con la empresa es que, si hay personal formado en la zona para los puestos que se necesiten se contrate a la gente de allí. Matiza que lo que ellos pretenden es generar puestos de trabajo con los recursos obtenidos a través de la energía eólica con el fin de que al menos 4 o 5 familias se asienten.

En cuanto al impacto en el paisaje del rodeno especifica que no están instalados ahí, aunque reconoce que “es inevitable verlos, al igual que se ven los de las cordilleras de las minas o los que pondrán en otros municipios”. No obstante, argumenta que la gente que acude al pueblo a ver el castillo seguirá llegando.

Ojos Negros

En Ojos Negros hay proyectados 15 molinos, de los que 3 van en terrenos públicos y alguno de los dueños ha alegado para que no lo coloquen en su finca. Los 13 restantes están localizados en propiedades de la Sociedad De Montes, que se posicionó a favor de seguir negociando con la empresa sobre la colocación de los parques eólicos y fotovoltaicos. Se decidió por mayoría de la asamblea, que, sin embargo, mostró su rechazo a colocar las placas en una finca de labor conocida como El Tajadal y plantearlas en otra ubicación, algo que, según lamentan algunos de los socios, la empresa no ha tenido en cuenta.

La alcaldesa de Ojos Negros, Marta Sanz, indicó que el Ayuntamiento no tiene molinos en sus terrenos pero sí ha regulado las ordenanzas municipales para que el pago de la licencia de obras y otros impuestos repercuta favorablemente en las arcas municipales.

En la localidad ha habido varias reuniones informativas tanto por parte de la empresa promotora como desde la Plataforma en Defensa de los Paisajes de Teruel y en ambas hubo un gran número de asistentes. A ellas se suma una tercera porque, como apunta Sanz, se habían generado informaciones contradictorias y solicitaron que acudiera un abogado especializado y un ingeniero agrónomo para solucionar las dudas que tenía la gente.

En este municipio sí se han presentado alegaciones tanto desde el Ayuntamiento para preservar el Ojo de Mierla –un espacio natural con gran valor para la población y por el que está proyectada la linea de alta tensión– como por parte de varios vecinos, tanto contra la línea de alta tensión como por la instalación de los molinos.

El dinero por el alquiler de los terrenos donde están los aparatos será para la Sociedad De Montes, integrada por los descendientes de los fundadores que residen en el municipio. De ella forma parte un gran número de familias del pueblo y, aunque no se ha abordado el tema de qué hacer con los ingresos si finalmente se llevan a cabo los parques, se trata de una sociedad cuya finalidad es el bien general de la población de Ojos Negros.

La mortandad de aves será una de las consecuencias de los molinos. U. Fuertes

Los Amigos de Gallocanta vaticinan una gran mortandad de aves

El corredor biológico del Valle del Jiloca se verá gravemente afectado por el macro proyecto eólico de Forestalia, que incluye un total de 19 parques en 13 pueblos de las comarcas del Jiloca, Comunidad de Teruel y la Sierra de Albarracín. Las afecciones serán múltiples y desde la Asociación de Amigos de Gallocanta denuncian que en el proyecto se incumplen las medidas de seguridad para preservar las zonas de hábitat y nidificación de la alondra ricotí, que son de 4,5 kilómetros y en este proyecto hay aeroneradores a apenas 2 kilómetros.

Una gran parte de los molinos incluidos en el clúster PEol-765AC se localizan entre la Laguna del Cañizar y la de Gallocanta, un humedal que no solo está protegido sino que forma parte del convenio Ramsar y de la Red Natura 2000 al ser uno de los más importantes de Europa. Aparte de la protección de la laguna situada entre las provincias de Teruel y Zaraoza, hay dos Zonas de Especial Protección para las Aves (Zepa), las parameras de Pozondón y de Blancas. “Evidentemente no han colocado los molinos en las Zepas”, apuntan desde la agrupación de aficionados a la ornitología, “pero los han puesto mucho más cerca de los márgenes de seguridad de lo que los estudios científicos establecen”. Así, comentan que la distanciamínima es de 4,5 kilómetros entre los aparatos y las zonas donde habita la alondra ricotí, un ave en peligro de extinción, “y aquí hay algunos a menos de dos kilómetros, pero es que prácticamente todos los parques, 17 de 19, están a menos de 5 kilómetros”, especifican, para añadir que esta localización de los aparatos “va a causar una gran mortandad entre las aves”.

Según la agrupación de aficionados y profesionales de la ornitología, habrá “40 kilómetros ininterrumpidos de molinos”  y recalcan que tan grave es la presencia de las propias máquinas como el movimiento de tierras y los desmontes que habrá asociados a ellos.

Desde la agrupación detallan que para colocar aparatos de 200 metros de altura, teniendo en cuenta la altura de las aspas, que será de 80 metros, es necesario “hacer pistas nuevas porque se ubican en zonas de monte”. Esos “tremendos” caminos provocarán un gran levantamiento del terreno. Todo ello se suma a que se localizan en zonas de calizas, “áridas y duras en las que el impacto para la construcción será tremendo”, vaticinan.

A esas pistas de 6 metros de anchura hay que añadir los 23 metros de diámetro de hormigón que constituye la base del molino, dicen los ornitólogos. “Se va a cambiar la categoría del suelo, de rural y rústico pasará a uso industrial”, comentan, algo que afectará, advierten, a mamíferos como corzos, gamos o cabras montesas.

Desde la Asociación de Amigos de Gallocanta han suscrito las alegaciones presentadas por la Plataforma de los Paisajes de Teruel y lamentan la gran dificultad que entraña la comprensión de los macroproyectos presentados para los particulares. “Contraviene la ley porque la información debe de ser pública para que la gente conozca si se siente afectada, pero esta forma de presentar los proyectos lo dificulta mucho”, constatan.

Alegaciones particulares

Precisamente por esa afección a la fauna es por lo que Sara Sánchez Valero ha alegado para que no le instalen un aerogenerador en su finca. “Allí tengo el asentamiento principal de mis abejas y el molino, con toda la superficie, ocupa más de un 30% de la finca, me destruye las flores y el paso de las abejas, además de que el zumbido produce malestar a insectos y mamíferos”, critica.

Sánchez es una joven agricultora incorporada recientemente y que justo hace un año profesionalizó su explotación Apícola, que hasta entonces tenía por afición. “Me parte por la mitad mi proyecto”, lamenta.

Los aerogeneradores no son los únicos obstáculos que se van a encontrar las aves en la zona del Jiloca si se materializan los intereses de Forestalia en la zona. La proyección de tres plantas fotovoltaicas en Ojos Negros, con una extensión de 300 hectáreas, supondrá una “grave afección” a las especies esteparias, concretamente a algunas catalogadas en peligro de extinción por el Gobierno de Aragón, como la avutarda eurasiática, el sifón o la ganga Ortega, calificada esta última como vulnerable.

Asociada a estos parques fotovoltáicos está la línea de alta tensión que parte de Ojos Negros y comunica con la Comunidad Valenciana. Se trata de un elemento que “repercute de forma negativa a las aves, pero no por electrocución, sino por colisión”, especifican desde la agrupación del Jiloca. Las más perjudicadas serían las de mayor tamaño, como las grullas o, de nuevo, las avutardas, unas aves terrestres que tienen una movilidad más reducida.

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