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Los objetos hallados en un yacimiento de Bronchales desvelan que los celtíberos ya eran trashumantes Los objetos hallados en un yacimiento de Bronchales desvelan que los celtíberos ya eran trashumantes
Grandes tijeras para esquilar ovejas que fueron localizadas en la necrópolis de Bronchales

Los objetos hallados en un yacimiento de Bronchales desvelan que los celtíberos ya eran trashumantes

Los pastores del siglo V a.C. bebían vino en cerámica griega traída del Guadalquivir y disponían de armas y caballos
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Cruz Aguilar

Los pastores que vivían en Bronchales hace 2.500 años ya eran trashumantes y tenían armas y caballos. Son las primeras conclusiones que se establecen en una excavación arqueológica realizada en una necrópolis celtíbera, donde se han hallado restos de pectorales y de bocados de caballo similares a otros localizados en las zonas de Jaén y Córdoba, lo que muestra que había interconexión entre el territorio turolense y el andaluz a través de la trashumancia, ya que en las tumbas se han hallado también tijeras de esquilar.

En la excavación, dirigida por Francisco Burillo y Raúl Ibáñez, se localizaron unas grandes tijeras de esquilar ovejas de una longitud de 31,2 centímetros, “las de mayor dimensión de toda la Celtiberia”, matizó Burillo, quien señaló que las mayores hasta ahora era unas de 22,3 centímetros procedentes de una necrópolis en La Mercadera (Soria).

En otra zona cercana se hallaron dos instrumentos de uso desconocido y sin paralelos, que suponemos relacionados con las labores de esquilar o de tejer. La tipología de esta pieza muestra una tecnología muy avanzada desde el punto de vista de la metalurgia del hierro, ya que al no tener muelle serían de hierro acerado, especifica el experto.

Otros de los elementos hallados son dos punzones de hierro, una fíbula anular hispánica y parte de unas segundas tijeras de esquilar.

Los materiales entregados al Ayuntamiento y los descubiertos en la excavación presentan numerosas similitudes con otros hallados en Andalucía e “indican la existencia de unas relaciones entre esta zona montañosa (1.550 metros de altitud) y el Guadalquivir (entre 400 y 600 metros de altitud), solo explicables por la existencia de ganaderos trashumantes celtíberos en el siglo V a.C.”, indica Francisco Burillo.

Pectorales como los de Jaén

Según los investigadores, el doble pectoral procedente de la necrópolis celtibérica de Bronchales es idéntico al de las esculturas ibéricas de Porcuna, Jaén, mientras que los dos bocados de caballo presentan similar tipología que el localizado en la necrópolis de Almedinilla, Córdoba.

La excavación muestra la riqueza de los ganaderos de Bronchales, ya que en todos los conjuntos hasta ahora conocidos han aparecido carrilleras de hierro, que siempre acompañan a los bocados de caballo. Este tipo de elementos son muy escasos en otras necrópolis celtibéricas, pero en tres de los conjuntos analizados en Bronchales hay restos que indican la propiedad de caballos.
 

Mapa que vincula los objetos hallados en la Sierra de Albarracín y en Andalucía


El hecho de que aparezca tanto armamento confirma la hipótesis que ya planteó en el pasado Francisco Burillo de que en la Celtiberia no existía estructura militar y, “al igual que en el mundo griego, los campesinos tenían armamento propio y sabían combatir”.

Pero además, Burillo recuerda que en el siglo V a.C. hubo etapas conflictivas y los pastores trashumantes se desplazaban unos 500 kilómetros por una ruta terrestre en la que tenían que defenderse de los cuatreros, argumenta, para recordar que en esa época la riqueza no estaba en la tierra, sino en el ganado.

Otro resto que confirma los vínculos de la Sierra de Albarracín con el Guadalquivir es el “hallazgo excepcional”, en palabras del arqueólogo, de un fragmento de cerámica griega que “indica la presencia del ritual del vino en el ámbito de la necrópolis celtíbera.

Hay que entender el poder adquisitivo que tenían los ganaderos celtíberos para traerse una copa para beber el vino, indica una sofisticación, una cerámica que por su barniz no se pega a los labios”, dice. En Bronchales, a 1.500 metros de altura, no hay producción de vino, por lo que esta pieza tiene su origen en el Guadalquivir, “donde los pastores pasan seis meses al año”, recuerda.

En su opinión, los hallazgos son de gran importancia también debido a que la trashumancia es una práctica que se sigue realizando en varios puntos de la Sierra de Albarracín: “Lo bonito de la información que nos proporciona bronchales es que nos permite trabajar desde el punto de vista de la antropología porque sigue viva, es el mismo recorrido entre zonas de los Montes Universales y el alto Guadalquivir”, asevera.

Francisco Burillo hace hincapié en que de los tres conjuntos excavados los tres indican que su propietario tenía caballo. Se trata de piezas que se enterraban con el dueño y que sus herederos debían construirse en un orfebre, una práctica que, como explica el experto en Prehistoria, “es muy importante para la dinamización de la artesanía”.

Hasta la fecha se han llevado a cabo dos excavaciones arqueológicas, una en 2021 en la zona donde había actuado el detector, y en 2022 en otro conjunto que arrojó resultados de gran relevancia para ratificar la idea de la trashumando y el elevado poder adquisitivo de los pastores.

Charla para los vecinos


En la excavación también se han localizado dos fíbulas anulares, de más de cinco centímetros y de calidad superior a las halladas en Jaén, lo que indica, a juicio del arqueólogo, que tenían un poder adquisitivo superior al de los campesinos el sur.

Otra pieza de carácter excepcional es un broche troquelado que, según las primeras interpretaciones, también podría proceder del sur.
 

Materiales entregados de forma anónima en el Ayuntamiento de Bronchales


El responsable de la investigación arqueológica precisó que las excavaciones se habían desarrollado en secreto para evitar la presencia de personas con detectores de metales, aunque finalmente han decidido mostrar los resultados debido a la importancia y porque los materiales están situados a una profundidad mayor que la que localizan los detectores.

Este mes de diciembre los responsables de la excavación ofrecieron una charla a los vecinos y fue un éxito de público.

Entrega anónima

Un depósito anónimo de materiales realizado en el año 2020 en el Ayuntamiento de Bronchales hizo saltar la liebre para buscar la necrópolis de la que habían salido. Se trataba de piezas metálicas, lo que indicaba que habían sido localizadas mediante un detector, excepcionalmente conservadas.

Los expertos valoraron los materiales y llegaron a la conclusión de que correspondían a una tumba celtibérica del siglo V a.C y procedían de una zona que no era cultivable, ya que de otro modo hubieran sido detectados con anterioridad por el arado y además estarían en peor estado, alterados por los fertilizantes.

Los especialistas partían de la hipótesis de que el cementerio debía situarse en zona no cultivable y, presumiblemente, como ocurre con el de Numancia, cerca del poblado.
 

Recuperación del broche de cinturón troquelado hallado en Brochales


Las prospecciones se realizaron en el entorno de los cinco asentamientos celtibéricos identificados en Bronchales y en uno de ellos se detectaron huellas de alteraciones. Los resultados de la prospección geofísica demostraron la existencia de una necrópolis con abundantes tumbas, como lo demuestra la dispersión de los puntos rojos, que reflejan la presencia de elementos metálicos en el subsuelo.

Prospecciones

El Ayuntamiento financió la prospección geofísica en julio de 2021, que se realizó mediante método magnético y de georradar y que dio con la existencia de una necrópolis con abundantes tumbas. Durante los años 2021 y 2022 se excavaron dos conjuntos de la necrópolis.

El especialista en Prehistoria destaca que los resultados arrojados hasta la fecha son tan interesantes que  “deben ser la base de un centro museo en la localidad de Bronchales, donde se explique la cultura celtibérica, su estructura socioeconómica y las relaciones mantenidas con los iberos del Guadalquivir”, dijo.

El especialista en Prehistoria destaca que los resultados arrojados hasta la fecha son tan interesantes que  “deben ser la base de un centro museo en la localidad de Bronchales, donde se explique la cultura celtibérica, su estructura socioeconómica y las relaciones mantenidas con los iberos del Guadalquivir”.

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