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Paisajes del Jiloca anima a apadrinar viñas en abandono para renacer el cultivo Paisajes del Jiloca anima a apadrinar viñas en abandono para renacer el cultivo
La Asociación Paisajes del Jiloca pretende ir recuperando el cultivo de la vid con la cesión de viñedos que se abandonan por falta de relevo generacional

Paisajes del Jiloca anima a apadrinar viñas en abandono para renacer el cultivo

La asociación busca propietarios de viñedos entre Luco del Jiloca y San Martín del Río
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La Asociación Paisajes del Jiloca anima a apadrinar viñas en abandono para que vuelva a renacer este cultivo tan emblemático en la ribera del Jiloca entre Luco y San Martín del Río en la provincia de Teruel y en la Comarca Campo de Daroca, que es donde está principalmente operando esta asociación. En la provincia de Teruel, la Asociación Paisajes del Jiloca está buscando propietarios de viñedos en abandono entre Luco del Jiloca y San Martín del Río para volverlos a poner en producción.

El coordinador del proyecto de la Asociación Paisajes del Jiloca, Felipe Gonzalo, manifestó que los primeros contactos del proyecto con ayuntamientos de la provincia de Teruel no habían sido muy receptivos y que habían iniciado una búsqueda de parcelas de viñedos en abandono principalmente entre San Martín del Río y Báguena, aunque también incluye a Luco del Jiloca y Burbáguena, para que se integren en el proyecto para frenar la pérdida de vid en la ribera del Jiloca.

4.000 cepas

Felipe Gonzalo añadió que en la provincia de Zaragoza, Comarca de Campo de Daroca, ya tenían 5 parcelas de viñedo con 4.000 cepas para la recuperación del cultivo de la vid. “En la provincia de Teruel lo que tenemos por ahora son contactos”, valoró Felipe Gonzalo.

La Asociación Paisajes del Jiloca nació para tratar de frenar el abandono y la pérdida de la vid antigua y con el objetivo de crear una bolsa de parcelas en vías de desaparición y ponerlas en producción. Sin olvidar que esta iniciativa puede ayudar a fijar población y evitar que se diluya parte del patrimonio económico, social y cultural de la zona ligado a la viticultura.

Durante los últimos años la ribera del Jiloca ha perdido más de 300 hectáreas de viñedo debido a la elevada edad de los agricultores, la falta de relevo generacional, el arranque masivo de principios de siglo XXI y a errores en la comercialización y elaboración del producto. El valle del Jiloca, desde Calamocha hasta Paracuellos, ha sido una zona productora de vid de especial calidad, con parcelas entre los 800 y los 1.000 metros que confieren a la zona unas características excepcionales pero que actualmente se encuentra en recesión.

Bolsa de parcelas

La iniciativa pretende crear una bolsa de parcelas cedidas para seguir produciendo en ellas y que no se pierdan, con la ayuda de voluntarios y donaciones. Siguiendo el ejemplo el proyecto  Apadrina un olivo, esta asociación propone dos vías de colaboración; la del socio trabajador, que aporta 30 euros al año y su labor y conocimientos, y la del padrino, que como socio capitalista participa con 50 euros al año a través de una donación o micromecenazgo. Una vez que las fincas apadrinadas den sus primeros frutos, se plantea llevar las uvas a la cooperativa de Daroca para vinificación e incluso sacar una marca propia.

Los padrinos recibirán diversas herramientas para seguir el proceso de recuperación, un certificado de apadrinamiento, un pack de con seis botellas de vino cada año y podrán participar en el proceso vitícola.

 

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