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Turomás celebra 40 años de innovación con la mirada en cien países y los pies anclados a Rubielos de Mora Turomás celebra 40 años de innovación con la mirada en cien países y los pies anclados a Rubielos de Mora
Los representantes institucionales, durante la visita guiada que realizaron a las instalaciones de Turomás

Turomás celebra 40 años de innovación con la mirada en cien países y los pies anclados a Rubielos de Mora

La empresa de fabricación de maquinaria de corte y vidrio está implantada ya en los cinco continentes
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Cruz Aguilar

Sus clientes viajan desde la India, Nueva York o cualquier país de Europa para comprar nueva tecnología en Rubielos y, mientras negocian precios, características y plazos en una moderna sala de reuniones del polígono industrial, por la ventana ven pasar un rebaño de ovejas. Así es el día a día de Turomás, donde se diseña, fabrica y vende la última tecnología en almacenaje, corte y tronzado de vidrio desde un pueblo de poco más de 600 habitantes para más de un centenar de países en todo el mundo. Este viernes, la empresa celebraba por todo lo alto sus 40 años de trayectoria y lo hacía con un acto multitudinario al que acudieron clientes, representantes institucionales y, por supuesto, los propios trabajadores, que suman más de un centenar en la planta de Gúdar-Javalambre.

Miguel Tomás, herrero de profesión, montó la empresa en el año 1985 y lo hizo tras descubrir, de forma un tanto fortuita, la rudimentaria manera en la que en esa época se cortaba el vidrio, con dos personas “aguantando el regle” y una tercera “subida a la mesa y al cristal marcando y cortando”, relataba el fundador. En ese momento no había visto un vidrio en su vida, pero ahora sus máquinas se emplean en Sudáfrica, India, Egipto o México, y de todos esos países han llegado estos días clientes para celebrar su exitosa trayectoria.

Calidad de vida

Siempre quiso que la empresa estuviera en Rubielos y diera trabajo a la zona, una decisión, “acertada o no” aseveró, pero de la que se sigue sintiendo muy orgulloso. Además, matizó que cuando viaja a los polígonos de ciudades como Madrid o Barcelona y ve los atascos que se forman a la hora de entrada y salida de las fábricas, le queda patente la calidad de vida que tiene en su pueblo.

Turomás, que ahora dirige Álvaro Tomás, hijo de Miguel, siempre ha apostado, comentó el fundador, por contar con una plantilla estable y por eso procuran “que el ambiente entre el personal sea bueno”. Según el veterano empresario, “lo importante es poder trabajar en lo que te gusta y en condiciones que sean buenas” y ahí radica el éxito de que en su industria haya empleados con más de tres décadas de antigüedad.

Hoy en día, más de 100 personas forman parte del equipo de Turomás, repartidas entre los departamentos de Administración, comercial, I+D+i, logística, marketing, postventa y producción, todas ellas en Rubielos de Mora. A ellos hay que añadir los comerciales y delegados de otros países, y entre todos suman en torno a 120 empleados.

Durante el acto de celebración en Rubielos, el director general de Turomás, Álvaro Tomás, señaló que entre los objetivos que se han marcado a corto plazo está la consolidación en los nuevos mercados que han abierto este año en Polonia y Finlandia, así como seguir innovando y desarrollando una gama de productos que les permita continuar creciendo. Otros de los retos que se han marcado están vinculados al medio ambiente, con la instalación de placas fotovoltaicas en las cubiertas de los edificios.
 

Clientes de Turomás, observando cómo trabaja un máquina


Además, ahora están construyendo máquinas para procesar hojas de vidrio de 18 metros, toda una hazaña porque en todo el mundo, según concretó el máximo responsable de Turomás, “sólo hay tres o cuatro empresas que lo hagan”.

Tomás detalló que la empresa inició su andadura en 1985 “un poco por las casualidades del destino”, recordando que fue un amigo de su padre quien le demandó soluciones para su negocio. De ahí, “poco a poco se ha extendido como una mancha de aceite en el territorio nacional” para después dar el salto al extranjero. Ahora tienen representación en más de cien países “con una red consolidada de vendedores” que ha permitido que la tecnología que se construye y diseña en Rubielos ya esté “instalada en los cinco continentes”.

El presidente de la Diputación de Teruel, Joaquín Juste, planteó que Turomás es un “modelo que se puede exportar” a otras zonas de la provincia y que pone de manifiesto que “Teruel es una tierra de oportunidades”, que “desde una pequeña población o una provincia despoblada se puede llegar a lo más alto, a cien países y ser referencia internacional”, agasajó.

Por otra parte, señaló que mientras hace unos años “todo el sistema empujaba a salir de la provincia”, Turomás es una muestra “justo el camino contrario, de quedarse aquí a emprender e invertir”, comentó, para añadir que es “un magnífico ejemplo que ojalá se exportara al resto de las comarcas”.

En este mismo sentido incidió el subdelegado del Gobierno de España en Teruel, Enrique Gómez, quien destacó cómo la industria compite a nivel mundial desde Rubielos de Mora y “en un sector tan complejo y competitivo como es la maquinaria de alta tecnología”. Puso el acento en el “tesón” del fundador, que supo “liderar, adaptarse y entender qué es lo que demandaba el mercado”.

También el alcalde de Rubielos de Mora, Ángel Gracia, destacó la “tenacidad y perseverancia” de Miguel Tomás, el fundador de Turomás. El regidor indicó que los 40 años de andadura no han estado exentos de dificultades y agradeció que la empresa siga en el territorio por el “significativo músculo socioeconómico” que aporta. Confió en que la compañía siga creciendo en los nuevos suelos calificados que ya hay en la localidad ya que, aseguró, son toda una garantía para el asentamiento de la población en la zona. Incidió en que no sólo son una importante fuente de empleo, sino que se trata en gran parte de personal cualificado.
 

Álvaro Tomás, en su discurso durante el acto conmemorativo de los 40 años


Gracia reseñó la vinculación de Tomás con el mundo de la forja, con tanto peso en el municipio, ya que él era herrero y precisó que también en Turomás hay personas de ese sector, fundamental para la fabricación y ensamblaje de las piezas metálicas.

En la empresa los diseñadores industriales se codean con soldadores o montadores de piezas de hierro porque las diferentes naves que hay en el polígono de Rubielos de Mora albergan todo el proceso para la fabricación de la maquinaria necesaria para el corte y tronzado de vidrio y también para su almacenamiento. Como destacaron durante las visitas guiadas en las que, en varios grupos, participaron los centenares de invitados, se trata de una maquinaria que está diseñada para que pueda ser desmontada y tenga cabida en un contenedor, para así poderla enviar al cliente.

El presidente de la Cámara de Comercio, Antonio Santa Isabel, destacó el “gran proyecto” que supone Turomás y cómo la forma de trabajar y el modelo de internacionalización desde el medio rural, “sirve de ejemplo” al resto de las comarcas provinciales.

Todas las máquinas, como dijo Álvaro Tomás, se fabrican bajo pedido y se diseñan, montan y prueban en las instalaciones de Gúdar-Javalambre para, de ahí, desmontarlas y enviarlas al cliente, en cuya fábrica las ensambla de nuevo personal de Turomás. Se trata de máquinas hechas a medida a partir del plano donde el cliente las va a instalar.

La compañía aprovechó el acto de celebración para presentar a sus clientes su última novedad, la línea de corte de vidrio laminado LAM 600, que se suma a toda la gama para vidrio laminado y monolítico, almacenes y cargadores automáticos, tronzadores automáticos y software propio que optimiza el proceso productivo.

Compró la tercera máquina

Entre los asistentes al multitudinario evento de este viernes estaba Vicente Cervera, de la empresa valenciana Cerviglas. Compró la tercera máquina que fabricó Miguel Tomás, era el año 1983 y, desde entonces, se confiesa que más que un cliente fiel es ya casi familia con los empresarios de Rubielos. “Todas las máquinas de cortar y las cargadoras son de ellos, tiene muy buen servicio”, especificó.

De más lejos llegó Omar Parada, de Templados Ryol, que está ubicada en Nayarit, México. Son clientes desde el año 2019 y, como atractivo empresarial destacan el idioma y la posibilidad de contar con una maquinaria “que da mayor calidad a nuestros productos”. Además, incidió en el buen trato postventa, que ahora se ha intensificado todavía más al contar con una subsede allí.

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