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Vuelos rasantes en el cielo de Villafranca en memoria de los pilotos Ángel Marco y Gonzalo Gracia Vuelos rasantes en el cielo de Villafranca en memoria de los pilotos Ángel Marco y Gonzalo Gracia
Los pilotos fallecidos tienen desde ayer una calle con su nombre en su pueblo

Vuelos rasantes en el cielo de Villafranca en memoria de los pilotos Ángel Marco y Gonzalo Gracia

La localidad recuerda con un monumento a ambos militares que murieron mientras pilotaban sendos aviones
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Cruz Aguilar

Tres aviones de combate Harriers de la Armada española similares, aunque más modernos, a los que pilotaba el teniente de navío Ángel Marco Hernández sobrevolaron este sábado el cielo de Villafranca a vuelo rasante, muy bajo, para que todos los vecinos pudieran verlos bien, como solía hacer el capitán Gonzalo Gracia Ramos para que sus tíos y amigos reconocieran que en ese avión iba él dentro y les saludaba desde el aire. Ambos tenían un gran vínculo con su localidad natal, que este sábado les devolvió el cariño en forma de un monumento que, en plena plaza de la Iglesia, recordará siempre a dos militares que perdieron la vida en acto de servicio.

Los familiares, junto con representantes tanto de la Armada como del Ejército del Aire y del Espacio y el alcalde de Villafranca, fueron los encargados de inaugurar el monumento en honor de ambos, que consiste en dos derivas de cola de un Phantom F-4 y un Harrier AV-8B, que eran los aviones que pilotaban Gracia y Marco, respectivamente, en el momento de su muerte. Además, ambos militares tienen desde este sábado una calle con su nombre y las placas fueron descubiertas por sus familiares y representantes de su respectivo ejército ante centenares de vecinos.

La parada militar fue sin duda uno de los actos más vistosos de la tarde en Villafranca del Campo. Vanessa Royo

Tremedal Gracia estaba emocionada, a pesar de que su hermano Gonzalo murió hace 41 años y al homenaje no han podido asistir sus padres, también ya fallecidos. Recuerda que siempre estaba “haciendo aviones de aeromodelismo, quería volar y en cazas, fue su sueño”, relató su hermana, quien añadió que “lamentablemente, su sueño acabó pronto”. El capitán del Ejército del Aire y el Espacio murió el 4 de mayo de 1984, con 27 años, tras un accidente sufrido durante unas maniobras a su paso por la localidad de Peralejos. Junto al de Villafranca perdió la vida el también capitán José Manuel Hernández Férriz.

Merecido homenaje

La madre de Ángel Marco Hernández también vivió el acto de este sábado con emoción y nervios, pese a que estaba muy arropada por la familia y por toda la promoción que estudió con su hijo, a quien definió como “muy amable y muy compañero”. Reconoció que estaban encantados con el homenaje porque su hijo “se merecía esto y mucho más” aseguró. El militar falleció en 1998, con 28 años, en un accidente pilotando un Harrier AV-8B durante unas maniobras en el golfo de Mazarrón, en Murcia. Su avión sufrió una avería y cayó al mar.

Varios niños, subidos en un vehículo de combate

El teniente de navío siempre tenía a su pueblo presente y sus compañeros de promoción -que acudieron este sábado todos al homenaje en el Jiloca-, sabían perfectamente cuándo pasaba unos días allí porque volvía a la academia “con un acento mucho más maño”, recordó Tomás Hurtado, compañero de promoción y uno de sus amigos más íntimos. Se conocieron al entrar a las Fuerzas Armadas y se hicieron inseparables porque compartían “las mismas ilusiones”, relató este sábado Hurtado. Además, con Ángel Marco era “muy fácil llevarse bien”, y sus amistades lo definen como una persona “capaz de hacer que los demás se sintieran importantes y bien”. De carácter alegre y jovial, “contagiaba optimismo” y Hurtado asegura que era del tipo de personas con las que se está cómodo “tanto trabajando como de fiesta”.

El capital de Navío Emilio Regodón, también compañero de promoción de Marco y con quien compartió tanto los cinco años en la escuela militar como otros dos de formación en Estados Unidos, se deshizo en halagos hacia él y lo definió como un “compañero maravilloso, tremendamente vivo, excelente profesional y mejor persona”.

Los Harriers, ayer en vuelo rasante sobre la torre de Villafranca. Vanessa Royo

Por su parte, el coronel Luis Octavio García Blasco, segundo jefe de la Base Aérea de Zaragoza, destacó la importancia de “mantener vivo el recuerdo de quienes nos han precedido porque son los que han construido lo que tenemos ahora”, dijo. Señaló que, aunque su día a día “es una labor callada”, también hay hueco para el reconocimiento a los caídos, como el compañero Gonzalo Gracia, durante el arriado de bandera. Además, relató que también en los actos militares reservan un parte del evento para “rendir honores a los que dieron su vida por España”.

El alcalde de Villafranca del Campo, Miguel Ángel Navarro, destacó la importancia de “agradecer” desde su pueblo natal, la labor desarrollada por dos pilotos que “dieron su vida por España”. Hizo hincapié en sus “carreras militares ejemplares” y en que “su vida se vio truncada” muy pronto y sirviendo a su país. El regidor indicó que el homenaje de este sábado es “un acto de compañerismo” hacia “dos hijos del pueblo” que era necesario.

Gonzalo Gracia Ramos

Por su parte el presidente de la Diputación de Teruel, Joaquín Juste, puso en valor el trabajo desarrollado por el Ayuntamiento de Villafranca como reconocimiento de dos pilotos que nacieron allí. También halagó que hayan sido capaces de “implicar al ejército” que ha acudido con “una representación muy potente” y han donado dos piezas para realizar un monumento que “siempre recordará a esos vecinos” fallecidos en acto de servicio.

Al homenaje de este sábado por la tarde acudieron centenares de vecinos que abarrotaron la iglesia durante la misa con la que dieron comienzo los actos y que fue oficiada por el Obispo de Teruel, José Antonio Satué. Tras la eucaristía se inauguró el monumento, situado en la plaza de la Iglesia, a pocos metros el templo. En él, además de las derivas de cola y un escudo de forja hay unas placas que recuerdan con nombres, apellidos y profesión a los dos pilotos de Villafranca que perdieron la vida en sendos accidentes de aviación.

Ángel Marco Hernández

Después, tras el descubrimiento de las placas con sus nombres en las calles, tuvo lugar el paso de los Harriers por el cielo de Villafranca. El homenaje aéreo era más completo en un principio, puesto que once paracaidistas iban a saltar sobre el municipio portando una bandera de España otra del Ejército de Aire y una tercera con el escudo de Villafranca, pero los saltos fueron cancelados por problemas mecánicos en el avión desde el que tenían que saltar los paracaidistas.

Vehículos de combate

La tarde estuvo llena de sorpresas puesto que tanto el Equipo Pegaso de la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel, que se ocupa de volar los drones, como los militares de la Armada mostraron parte de sus equipos a los niños y mayores que se acercaron. Los chavales de Villafranca tuvieron la oportunidad este sábado de ponerse un casco del Ejército del Aire y subirse a un vehículo de ataque URO Vamtac STS, que son los que actualmente utilizan en operaciones en tierra. Además, comprobaron la visión que se tiene, mediante unas gafas, a través del dron que utilizan los guardias civiles en sus operativos.

Los actos concluyeron con una exhibición de una parada militar y un concierto en la Iglesia a cargo de la Banda Sinfónica de Infantería de Marina de Madrid.

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