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Bellas Artes propone ‘Volver a lo nuevo’, un regreso a lo mejor de nosotros mismos Bellas Artes propone ‘Volver a lo nuevo’, un regreso a lo mejor de nosotros mismos
El público escucha la pieza sonora ‘Reflexiones sobre la Fe’, en el interior de la Iglesia de San Pedro. M. A.

Bellas Artes propone ‘Volver a lo nuevo’, un regreso a lo mejor de nosotros mismos

La acción artística efímera se desarrolló anoche en el conjunto de la Fundación Amantes
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Las particularidades del sistema por el que nuestro cerebro registra nuestros recuerdos y vivencias hacen que las imágenes que asociamos al pasado sean, habitualmente, agradables y reconfortantes cuando están relacionadas con una etapa de nuestra vida dulce, o al menos más dulce, en algún sentido, que el presente. Es por eso que suele decirse que cualquier tiempo pasado fue mejor, o que la comida, la música, la moda o el contexto social o cultural de nuestra infancia o juventud tienden a parecernos mejores que en la actualidad, en una suerte de síndrome del viejo cascarrabias.

En torno a ese concepto giró Volver a lo nuevo, una intervención artística que pusieron en marcha anoche en la Fundación Amantes ocho estudiantes o egresadas vinculadas al grado de Bellas Artes del Campus de Teruel de la Universidad de Zaragoza, con la ayuda de un nutrido grupo de voluntarios.

Las artistas Rocío Agudo, Silvia Ariño, Ana Cotoré y Silvia Herrero, comisariadas por el Grupo Cuátrico, formado por Andrea Tolosa-Cotoré, Ana Vílchez, Patricia Menjón y Elena Patón, llevaron a cabo una propuesta que funde la legítima aspiración de regresar a la normalidad de la que disfrutábamos hasta marzo de 2020, con abrazos, rostros descubiertos, festivales, teatros sin aforos ni peligro de contagio y fiestas populares como las hemos conocido; y la consciencia de que si aplicamos un análisis objetivo no todo lo prepandémico era tan bueno ni tan deseable. Por ello Volver a lo nuevo propone un retorno pero menos, con las lógicas reservas. Un regreso al pasado mejorado, o lo que es lo mismo, un regreso al futuro, descartando aquello que no tiene sentido perpetuar, aquello que ya por aquel entonces era indeseable.

Al mismo tiempo y muy relacionado con lo anterior, Volver a lo nuevo es, en lo formal, una nueva acción surgida de Bellas Artes, en colaboración con otras entidades, con el objeto de estrechar la relación entre el grado universitario y la ciudadanía. El arte contemporáneo español tiene uno de sus semilleros en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel, que no solo es un lugar de formación de futuros artistas sino también un taller donde continuamente se crea, se experimenta y se desarrolla una producción artística que no siempre llega de forma efectiva a los turolenses, desaprovechándose un importante caldo de cultivo que debería hacer de Teruel un punto neurálgico en el arte contemporáneo aragonés.

Sin embargo el arte contemporáneo maneja códigos propios y poco intuitivos; en ese sentido ojalá Volver a lo nuevo sea la primera -en realidad no es la primera, sino que ha habido otras acciones similares como Geografía Poética, Reunidas, Trash+Bestiary o Reciclo y Punto- de una larga serie de acciones en las que los estudiantes salgan de la Facultad, porque Teruel tiene mucho que aprender de los artistas jóvenes de Bellas Artes.

Elena Patón, Patricia Menjón, Ana Vílchez  y Andrea Tolosa-Cotoré, (de izda. a dcha.) comisarias de la acción artística.M.A.

La intervención artística que pudo verse ayer se articuló en torno a la performance, la videoinstalación y el arte sonoro. Los 130 visitantes fueron recibidos en el Jardín de San Pedro, donde pudieron ver en primer lugar una pieza audiovisual de Silvia Herrero. Desde allí accedieron al Claustro, donde se proyectó una pieza audiovisual de Rocío Agudo, Unos cuantos duelos, y Ana Cotoré llevó a cabo su primera performance, titulada Subnatare.

En el interior de la Iglesia de San Pedro los espectadores pudieron disfrutar de una pieza colectiva de arte sonoro, titulada Reflexiones sobre la Fe, que pudo escucharse a través de la propia megafonía del templo.

Por su parte, las diferentes plantas de la Torre de San Pedro acogieron la propuesta de Silvia Ariño, titulada Refracción, y formada por dos videoproyecciones y una instalación.

Finalmente, el grupo regresó al Jardín, donde la segunda parte de Subnatare de Ana Cotoré cerró la acción artística, antes de la intervención de las cuatro artistas, que explicaron su proyecto al público y una velada con música en el Espacio Luvitien, donde se dio por concluida la experiencia.

La exposición organizada por la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas del Campus de Teruel de la Universidad de Zaragoza contó con el apoyo del Ayuntamiento, la Fundación Amantes, la Diputación Provincial, Fundación Térvalis, coolte.net, J. Puerto Audio Profesional y Espacio Luvitien. Además de las artistas y las comisarias, un grupo humano de cerca de treinta personas colaboró en tareas de gestión de espacios y equipos audiovisuales.

Cuatro mujeres artistas comisariadas por el Colectivo Cuátrico

Rocío Agudo (Zaragoza, 1996) es graduada en Bellas Artes por la UZ y máster en Arte Contemporáneo Tecnológico y Performativo por la Universidad del País Vasco. Su obra ha estado en Montehermoso Kulturenea y en Museo Artium (Vitoria), así como en el IAACC Pablo Serrano.

Silvia Ariño (Zaragoza, 1995) es graduada en Bellas Artes por la UZ y máster de Producción Artística por la Politécnica de Valencia, donde actualmente está realizando su doctorado. Ha publicado relatos en DIARIO DE TERUEL y dirigido un taller de escritura creativa en Teruel y otro de lectura filosófica en Valencia. Ha expuesto obra en el Campus de Teruel o en el IAACC Pablo Serrano y ha comisariado varios proyectos artísticos.

Silvia Herrero (Galve, 1999) es graduada en Bellas Artes por la UZ, cursó un año en la Accademia di Bele Arti di Palermo y ha expuesto obra en el CSA A Ixena de Teruel y en el I Ciclo Geografía Poética (2021).

Ana Cotoré es licenciada en Psicología, graduada en Educación Social, y tiene formación en danza, performance y coreografía. Es bailarina profesional en Matarile Teatro o en la compañía de Gabriella Stazio, ha participado en proyectos audiovisuales como When I dance y ha llevado sus propias piezas como solista o creadora en festivales de España, Italia o Alemania.

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