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El cante flamenco de La Repompilla triunfa en el fin de semana musical de Andorra El cante flamenco de La Repompilla triunfa en el fin de semana musical de Andorra
El concierto de La Repompilla atrajo a unas 250 personas al Pozo de San Juan. Ayuntamiento de Andorra

El cante flamenco de La Repompilla triunfa en el fin de semana musical de Andorra

Al concierto en el Pozo de San Juan se sumó un festival de DJs y un espectáculo de corte circense
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La actuación de flamenco a cargo de la Lámpara Minera 2021, Amparo Heredia La Repompilla, el evento de DJs Esencia y el espectáculo Insomnia, la fórmula de la felicidad llenaron de música Andorra el pasado fin de semana.

Los exteriores del museo minero del Pozo de San Juan acogieron a 250 aficionados al cante que no se quisieron perder el concierto de la Repompilla, flamante ganadora de la Lámpara Minera 2021, el galardón más importante del Festival Internacional del Cante de Las Minas de La Unión (Murcia) que tiene lugar cada agosto.

Es costumbre que uno de los primeros conciertos que da la Lámpara Minera tras su éxito sea en el MWINAS de la Comarca Andorra-Sierra de Arcos para que vecinos de todo el territorio puedan disfrutar, año tras año, de las voces flamencas que ganan este importante premio del mundo del flamenco y que catapulta a la categoría de estrellas a quienes lo consiguen.

El Pozo de San Juan se ponía de largo de nuevo -la última vez fue en junio con ocasión de los Premios Empresa Teruel- para acoger un gran evento. Amparo Heredia regaló un concierto “lleno de fuerza y entusiasmo”, destaca Beatriz Ara, del Centro de Estudios Locales de Andorra (Celan) en la crónica subida al portal web de la asociación. La cantaora, vestida de negro y envuelta en un mantón de manila y verde turquesa, estuvo acompañada a la guitarra de Kiki Corpas y de dos palmeras que se incorporaron a partir de la tercera pieza.

El repertorio discurrió, según el Celan, “desde las músicas propias del quejío de las minas hasta bulerías, pasando por tangos, malagueñas o farrucas”.

El concierto, de menos a más, comenzó pausado “con el sentir hondo de los cantes de las minas y sus letras cargadas de tragedia”, analiza Ara, para ir subiendo el tono y convertirlo en alegre, acabando con una mezcla de boleros y coplas que levantaron al público de sus asientos en numerosas ocasiones.

Todo ello “perfectamente empastado con una guitarra limpia, clara y ágil” que ofreció “poderosas entradas a todas las piezas interpretadas”, acompañada “por el sonido rotundo de las palmeras”, imprescindibles en estos conciertos.

Una estrella consolidada

La Repompilla venía de arrasar en Murcia. Su interpretación en la final por taranto, farruca, mineras, malagueña, taranta, rondeña y seguiriya le hizo merecedora de ganar los cantes bajo andaluces, de Málaga, Granada, Córdoba, Huelva y Mineras y, por lo tanto, triunfar como pocos cantaores en el festival flamenco más prestigioso hasta alzarse con la Lámpara Minera.

Tras un año de parón en 2020 por la pandemia, el festival volvía a potenciar el flamenco para consagrar a la veterana Amparo Heredia, cantaora gitana nacida en Málaga en 1970. Comenzó su carrera a los 16 años en un tablao flamenco de Miami (Estados Unidos), de la mano de Juan de Alba. Pese a su temprana edad, fue capaz de recorrer la mayoría de los tablaos flamencos de las ciudades más importantes de Estados Unidos, como Chicago, New York y Washington.

Más tarde se incorporó a la compañía de Carlota Santana, en la que trabajó durante varios años en el teatro Sumphonyspace de New York. En el tablao El Flamenco de México DC pasó una larga temporada en la que acompañó como cantaora a todos los grandes artistas que pasaban por allí.

En 2001 regresó a España para trabajar en uno de los tablaos más importantes de Madrid, Casa Patas. En la capital se hizo un nombre y fue requerida por la mayoría de los bailaores, hasta el punto de que La Repompilla ha cantado para casi todas las primeras figuras del baile del panorama flamenco español, apunta la Comarca Andorra-Sierra de Arcos en una nota de prensa.

El concierto de La Repompilla atrajo a unas 250 personas al Pozo de San Juan. Ayuntamiento de Andorra

En el 50 aniversario de Cristian Dior actuó en los jardines de Versalles (Francia) junto a Manuel Lombo. Amparo Heredia ha dedicado su arte y su voz a cantar para el baile, pero también ha dado recitales y cantado sobre las tablas de la mayoría de las peñas flamencas de Málaga y las más importantes de Andalucía.

Un año más, y ya son 14, el Pozo de San Juan disfrutó con este magnífico evento, al que en esta ocasión quisieron sumarse el alcalde de La Unión, Pedro López, y el coordinador del festival murciano, Juan Carlos López.

Música para público variado

Pero no solo hubo flamenco en el fin de semana andorrano, que continuó la programación de verano con un festival de DJs, Esencia, un evento organizado por la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Andorra donde la música electrónica fue la protagonista.

El evento daba inicio a las cinco de la tarde junto a la locomotora del polígono La Estación. Tanto los asistentes allí presentes como los seguidores del evento en streaming a través de la web www.artist-on.es pudieron disfrutar del sonido de la música electrónica remember que ofrecieron Frank, Juane, Quini Sonsona, Paytus, Sergio Cortés, Ruiz y Miguel Jover. Algunos ya actuaron hace unos meses en el Pozo de San Juan para una retransmisión online. El pasado sábado pudieron contar con público en directo. La actuación se extendió hasta la medianoche.

Cerraba el fin de semana musical Insomnia, la fórmula de la felicidad. Un espectáculo organizado por la misma concejalía en el que se unía el género musical y circense para el disfrute de todos los públicos. Sobre un gran escenario, situado junto a la plaza de toros de la localidad, desfiló el elenco de 20 artistas entre músicos, cómicos y acróbatas, explicó el consistorio en otra nota de prensa.

El gran show, que se preparó con aforo limitado y cumpliendo todas las medidas de seguridad, contó con unos componentes humanos y artísticos que recrearon un fantástico desfile de personajes increíbles con acrobacias imposibles. La música en directo fue el hilo conductor que adentraba a los espectadores en la trama. Con este innovador concepto, que conseguía mezclar la expresión corporal, la alegría y el dramatismo del teatro con la fantasía y el humor del circo moderno, se cerraba el último fin de semana de agosto en Andorra.

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