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El XV Simposio de Mudejarismo se clausura tras dos intensas jornadas El XV Simposio de Mudejarismo se clausura tras dos intensas jornadas
El Simposio Internacional de Mudejarismo de Teruel ha combinado en esta edición las ponencias presenciales con las realizadas ‘online’, como la de la imagen. M. A.

El XV Simposio de Mudejarismo se clausura tras dos intensas jornadas

Cerca de 50 expertos de todo el mundo han participado en las sesiones
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La decimoquinta edición del Simposio Internacional de Mudejarismo de Teruel se clausuró ayer tras dos intensos días en los que se han sucedido hasta 45 comunicaciones, combinando las sesiones online con las ponencias presencias, en el salón de actos del Museo Provincial de Teruel y de la Cámara de Comercio.

La jornada de ayer, viernes, se desarrollaron las secciones del simposio referidas a Historia, bajo el título genérico Mudéjares y Moriscos, dos formas de pervivencia del mundo islámico, y también la sección de Arte, titulada El arte mudéjar, entre la unidad y la diversidad: Contextos, Producción y Resultados. Esta última sección es la más extensa del simposio, y comenzó desde la tarde del jueves.

En las conferencias que se pronunciaron ayer, treinta en total, se hizo hincapié en numerosos aspectos acerca de las investigaciones sobre el arte mudéjar, desde la polémica que desató en la prensa del momento el derribo de varias construcciones mudéjares en Zaragoza, como las iglesias de San Andrés, San Juan o San Pedro, y los conventos de Santa Catalina y Santa Lucía, “con unas pérdidas irrecuperables de las que nos lamentamos hoy en día”, como recordó la ponente Pilar Lop Otín, de la Universidad de Zaragoza, hasta el plan de conservación preventiva que está realizando la asociación Territorio Mudéjar para los próximos años basado en el análisis de significancia, que Irene Ruiz Bazán, del Instituto Politécnico de Turín, y Victoria E. Trasobares, de al Asociación Territorio Mudéjar definieron como “aquel que permite analizar los valores en los que reside la peculiaridad y la originalidad del arte mudéjar para poder entender y dirigir los esfuerzos no solo a la conservación material del edificio, sino a mantener el resto de los factores, económicos, educacionales, medioambientales o religiosos que hacen posible su reconocimiento”.

Durante las sesiones, en las que han participado 45 comunicantes procedentes de toda España y de países como Francia, Japón, Alemania o varios del norte de África, también se pusieron al día las últimas investigaciones sobre ejemplos importantes del arte mudéjar, como la iconografía contenida en la vajilla decorada del Teruel de los siglos XIII al XV; Sigüenza, Jerez de la Frontera o la iglesia de San Andrés de Calatayud. El conservador de museos Pedro J. Lavado realizó además una radiografía del avance general en el reconocimiento y la investigación del arte y la cultura mudéjar, que según el director del Centro de Estudios Mudéjares de Teruel, Pedro Luis Hernando, “está muy lejos de agotarse”, y trazó algunas de las conclusiones a propósito de hacia dónde deberían dirigirse los estudios mudéjares de los próximos años, pensando ya en la puesta en común que tendrá lugar en 2024, durante la próxima edición de un simposio turolense que se celebra con carácter trienal.

El catedrático turolense Gonzalo Borrás (Valdealgorfa, 1940-Zaragoza, 2019), impulsor de este simposio y una de las referencias en el estudio del arte mudéjar, estuvo también muy presente en el encuentro científico, no solo por el homenaje que se le brindó el jueves por la tarde, sino porque su impronta sigue muy presente en muchas de las líneas de investigación que siguen vigentes.

El profesor de la UNED Borja Franco, finalmente, ofreció ayer una conferencia de clausura que tituló Las imágenes de los moriscos: de la Edad moderna al siglo XXI.