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La fotógrafa Laura Gallego debuta en Teruel con un valiente relato sobre identidad de género La fotógrafa Laura Gallego debuta en Teruel con un valiente relato sobre identidad de género
‘Self Love’ forma parte de la exposición ‘Convertido’, y narra el proceso de autoaceptación de Luca, una conversación entre quien quiere dar el paso adelante y quien se resiste por miedo. Laura Gallego

La fotógrafa Laura Gallego debuta en Teruel con un valiente relato sobre identidad de género

La madrileña es la autora de una de las exposiciones del festival Teruel Punto Photo 2021
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La madrileña Laura Gallego Guerra es autora de Convertido, una de las exposiciones que durante el mes de agosto puede verse en el festival Teruel Punto Photo de la capital. Supone el debut de una joven y prometedora fotógrafa que aborda el genero del fotorreportaje desde una perspectiva original y sin convencionalismos.

Convertido narra conceptualmente el proceso de autoaceptación y de cambio de un amigo, Luca, en su transformación de mujer a hombre. Recurre al retrato, al collage y a la doble exposición para construir un discurso que une lo documental con lo reivindicativo.

Teruel se ha convertido en la primera ciudad que acoge un proyecto expositivo de Laura Gallego gracias a uno de sus profesores de la Escuela de Fotografía y Cine de Madrid EFTI. “Presenté Convertido como trabajo de clase en la asignatura de Fotoperiodismo, y al profesor le gustó mucho. Como él sabía que la temática de Teruel Punto Photo 2021 era el renacer, le pareció que cuadraba y que podía presentarlo”.

La Sociedad Fotográfica Turolense recibió el proyecto y decidió incluirlo en esta edición del festival, dentro de las exposiciones que se muestran en la Glorieta. Lo curioso, como aclara el director del Festival, Leo Tena, es que “recibimos el proyecto de la alumna y otro del profesor de la EFTI, y la verdad es que nos pareció más oportuno incluir el primero”.

La exposición ‘Convertido’ de Laura Gallego puede verse durante todo el mes de agosto en la Glorieta de Teruel. I. M. 

En Teruel pueden verse expuestas once fotografías de Laura Gallego, aunque algunas de ellas son collages o montajes que constan de varias imágenes. La serie original consta de cuatro imágenes más, que la autora decidió descartar “porque eran fotos menos elaboradas. Llevaban menos trabajo de postproducción y edición, y a la hora de exponerlas juntas quería que todo quedara más equilibrado”.

Editadas con herramientas digitales muy básicas, Laura Guerrero echa mano sobre todo del retrato, de las dobles exposiciones, de la técnica del collage digital y también del virado de color para obtener un efecto similar a la lomografía, este tipo de imágenes más cálidas y anaranjadas que inevitablemente nos recuerdan a los años 70 y 80. “Este efecto busca la sensación de nostalgia, de belleza calida. Todos hemos tenido una periodo de cambio y de renacimiento, y nos sugiere nostalgia y cariño”.

Una de las particularidades del modus operandi es que Laura Gallego aboceta a lápiz todas las imágenes antes de tocar el obturador. La madrileña fue dibujante mucho antes que fotógrafa. De hecho llegó a esta para superar los límites que le imponía aquel, para intentar fundir la infinita capacidad creativa del dibujo con el poder documental insuperable de la foto.

Cualquier fotógrafo tiene en la cabeza la imagen que quiere capturar antes de encuadrar con su cámara, pero Gallego prefiere plasmarlos sobre el papel para explotar las posibilidades estéticas que le proporciona esta herramienta y también para poder calibrar una primera versión de la obra antes incluso de tenerla.

Visibilización

En lo conceptual, Convertido no nació exactamente como un trabajo para la EFTI, “ya que conozco a Luca desde hace tiempo y tenía proyectada la idea de trabajar en eso. He sido testigo de todo el proceso que ha llevado a cabo y sentía que tenía que representarlo de un modo u otro. Luca ha sufrido muchísima discriminación y no me parecen justas las situaciones que ha tenido que enfrentar”. El proceso ha coincidido con la tramitación y aprobación de la Ley Trans del Gobierno que ha generado no poca controversia, aunque la madrileña admite que “el proyecto fotográfico tampoco ha tenido que ver con que se tramitara o se aprobara la ley”.

La visión del proceso de cambio de una mujer a un hombre por parte de la fotógrafa ha tenido, según ella, tres pilares básicos: “El primero es el de visibilizar algo que no está suficientemente visibilizado en la sociedad. El segundo es el de darle naturalidad.

No es fácil presentar como natural algo que, precisamente por estar silenciado y constituir tabú, o haberlo constituido hasta fechas muy recientes, es necesario visibilizar y reivindicar. Pero Laura Gallego lo consigue a través de una fotografía sencilla, natural y visceral, con muy poca edición y pocos artificios visuales o luminosos.

Dos de los fotomontajes que documentan el proceso de transformación de Luca, protagonista de la exposición de Laura Gallego. L. G. 

Muchas cosas que decir

Pese a la amistad entre Luca y Laura, ambos tuvieron que realizar un importante trabajo previo a las fotografías, una suerte de documentación psicológica que permitiera a Gallego expresar todo cuanto había que decir. “El hecho de que Luca fuera mi amigo no complicó el trabajo”, explica Gallego. “Al revés, hacer esas fotos me ha dejado muy satisfecha porque ambos creemos que hacerlas y exponerlas significa llamar la atención sobre quien pueda estar pasando por el mismo proceso, o sobre quien no termine de aceptarlo y pueda empezar a comprenderlo, y eso es bueno”. “Lo más complicado fue tratar de mostrar todo lo que Luca quería expresar a través del proceso”.

Uno de los elementos que la fotógrafa destaca como “vitales” es la autoaceptación, “mucho más importante incluso que el hecho de que te vayan a aceptar los demás”, ya que, al contrario que el prejuicio ajeno, el prejuicio propio es una barrera insuperable. Esta autoaceptación está expresada a través de Self Love, una serie de seis imágenes realizada con la técnica de doble exposición y collage, con la que representa al propio Luca conversando consigo mismo e indagando sobre quién es en realidad. “Es una conversación muy larga entre la parte de ti que quiere ser sincera y dar el paso, y la parte que tiene miedo de hacerlo. Una conversación que termina cuando comprendemos que en realidad somos las dos personas al mismo tiempo”.

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