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Los 82 ‘Desastres de la guerra’ de Goya,  en edición facsímil en el Archivo de Teruel Los 82 ‘Desastres de la guerra’ de Goya,  en edición facsímil en el Archivo de Teruel
El director general Pedro Olloqui conversa con Carlos Méndez, José Ramón Auria y María José Casaus, responsable del Archivo de Teruel

Los 82 ‘Desastres de la guerra’ de Goya, en edición facsímil en el Archivo de Teruel

La muestra forma parte de los actos previos por el 200 aniversario de la muerte del pintor
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Una edición facsímil de excepcional calidad de los 82 grabados que forman la serie completa de Goya titulada Los desastres de la guerra, puede verse desde este viernes y hasta el 6 de octubre en el Archivo Histórico Provincial de Teruel. La muestra fue inaugurada este viernes en la capital mudéjar por el director general de Cultura, Pedro Olloqui y José Ramón Auria, historiador y presidente de la Fundación CAI, propietaria de las estampas.

La exposición forma parte de los actos previos a la conmemoración del bicentenario de la muerte de Francisco de Goya, que tendrá lugar en 2028, que el Gobierno de Aragón está promoviendo por toda la Comunidad Autónoma. Y es además la prolongación natural de la exposición que hace exactamente un año se realizó también en el Archivo de Teruel, en esta ocasión con 80 facsímiles de los Caprichos, también de Goya.
 

‘Esto es peor’, uno de los grabados más emblemáticos de ‘Los desastres de la guerra’ de Goya


Tanto la una como la otra forman uno de los cuerpos artísticos goyescos más populares, celebrados e interesantes, no solo porque en ellas Goya demuestra su absoluta pericia, sino sobre todo porque expone sin tapujos la ironía y la crítica despiadada a una sociedad y a un tiempo que nadie como Goya retrató tan fielmente, como una auténtico fotorreportero situado frente a la pura sordidez. El hecho de que esta obra se desarrollara a través de grabados, más baratos y fáciles de reproducir que las pinturas, también fue una declaración de intenciones en este sentido.

Así pues, la exposición es una excelente oportunidad de ver estas obras a tamaño natural, y con una calidad que las hace indistinguibles de las originales. Además cada estampa viene acompañada por una cartela en la que un código QR permite acceder a información contextual sobre cada uno de los grabados.

Ochenta y dos piezas

La serie original consta de 82 estampas realizadas entre 1810-1820. Los Desastres de la Guerra no constituyen evidentemente una exaltación de las hazañas militares, motivo habitual en la pintura nacionalista de la época, y también de forma tangencial en los retratos reales que el propio Goya pintó, sino un alegato del artista contra la guerra y la violencia que se presenta de forma explícita con toda su crudeza: violaciones, devastación, miseria, hambre y muerte, en una obra magistral que conduce al espectador a recapacitar sobre la sinrazón de la violencia. Goya no se corta un pelo en hacer aparecer a los soldados franceses como auténticos demonios -él fue uno de los ilustrados afrancesados que vivieron con dolor la deriva de los ideales de la Revolución Francesa hacia el imperio napoleónico-, pero tampoco en dibujar frente a ellos una sociedad española absolutamente adocenada y perdida en el caos, un tema en el que profundiza más en la serie Caprichos, realizada una década antes.
 

Una mujer observa las estampas de Goya en la exposición


Las principales diferencias de ambas series, además de que Los Caprichos data de 1799 y Los desastres de la guerra de entre 1810 y 1815, es que en la primera el tema central es una crítica a los vicios, supersticiones y costumbres de la sociedad española de finales del XVIII, con una visión general y más simbólica e irónica de una sociedad hambrienta, inculta e insolidaria.

Los desastres de la guerra es mucho más trágica y conmovedora, y muestra a un Goya cada vez más amargado porque la esperanza de que la luz entre en España se ha desvanecido definitivamente, después de que la invasión francesa haya traído todo tipo de asesinatos, desmanes y torturas, dándole el tiro de gracia a la sociedad.

Goya concibió una serie que puede dividirse en tres partes de temática diferenciada. La primera parte, de la estampa 2 a la 47, muestra la violencia bélica: la lucha cuerpo a cuerpo, la violencia sobre la población civil, la huida de la población o el asesinato de hombres, mujeres y niños.
 

Para eso habéis nacido’


La segunda parte, de la 48 a la 64, se centra en el hambre, la enfermedad, la escasez y la muerte. La tercera parte, también llamada Caprichos enfáticos, desde la estampa 65 hasta el final, hace referencia al absolutismo de Fernando VII con un lenguaje más simbólico, críptico y ambiguo que los ejemplares anteriores, para no comprometer al artista. Y es que Goya criticó los desmanes del ejército napoleónico en España, que posicionaron a la población en contra de la Ilustración que representaban los galos y que tanto ansiaba el artista para su país natal. Pero seguramente todavía odió más a Fernando VII de Borbón, máximo representante de la corrupción y decadencia de un país a la deriva. A este respecto el historiador del Arte turolense Juan José Barragán tiene un artículo escrito en la biblioteca del Museo del Prado en el que sostiene que, a través de diferentes pruebas radiográficas, es posible sostener que Saturno devorando a su hijo es una pintura en la que en realidad Goya retrató de forma subtérfuga y críptica al propio Fernando VII, pintado como un loco iracundo y fuera de control, devorando a un hijo que representa el pueblo español.

Encargo de Palafox

Sea como fuere, el origen de los Desastres hay que buscarlo en 1808, cuando Goya recibió el encargo del general Palafox de representar los sucesos de los Sitios de Zaragoza en la Guerra de la Independencia (1808-1814). Goya, que vivía en Madrid, emprendió un viaje a dicha ciudad en octubre del mismo año y, en el transcurso del trayecto, pudo observar en primera persona los horrores de la guerra, como si de un fotoperiodista se tratara.

Dibujó bocetos preparatorios y, a partir de estos, comenzó a grabar las planchas en 1810, año que se cita en varias de ellas. La serie se concluyó en 1820. La exposición muestra la edición facsímil, idénticas a los originales. ¡Qué valor!, Esto es peor o El buitre carnívoro son algunos de los grabados más conocidos.

La exposición, titulada Goya, testigo del horror continúa el programa iniciado en 2024 con Goya. Fantasía y razón: los Caprichos, con la que la Fundación Goya en Aragón quiere llevar todas las series de grabados del artista -Caprichos, Desastres de la Guerra, Disparates y Tauromaquia- a Huesca, Teruel y Calatayud hasta 2027:

La muestra se podrá visitar en el Archivo Histórico Provincial de Teruel hasta el 6 de octubre, de lunes a viernes en horario de 9:00 a 14:00 horas.

Pintura original

El director general de Cultura del Gobierno de Aragón no descartó que durante la celebración del 200 aniversario del fallecimiento de Goya puedan visitar Teruel algunas de sus obras originales, y aseguró que “aunque es totalmente posible prefiero no adelantar esos hechos”. En cualquier caso, Olloqui aseguró que, “aunque las obras originales suelen acaparar mucha atención”, “la máxima modernidad expositiva en estos momentos no está en el traslado sistemático de obra original, sino en la utilización de recursos técnicos y reproducciones de máximo nivel, en estos momentos indiferenciables de los originales, para construir exposiciones más didácticas”.

Sí que aseguró Olloqui que ni Teruel ni el resto de localidades más pequeñas de Aragón permanecerán al margen de las celebraciones, en las que Aragón quiere centrarse en “la reivindicación de la aragonesidad de Goya en su expresión. Sin la aragonesidad de Goya no sería comprensible la figura de Goya. Sobre él se ha escrito todo lo referido a su universalidad, a su cosmopolitismo, pero el elemento esencial de su pensamiento, que es la aragonesidad, se ha borrado. Estamos trabajando en reconstruir ese elemento central para poner en valor lo que somos los aragoneses y las aragonesas”.
 

 ‘Ya no hay tiempo’


Por su parte, José Ramón Auria, presidente de la Fundación Caja Inmaculada, subrayó que celebra que el patrimonio artístico que la institución ha ido atesorando desde hace 120 años no se quede en los almacenes y se difunda, porque “más allá de que sea propiedad legal de la Fundación, simbólica y culturalmente pertenecen y son patrimonio de toda la sociedad aragonesa”.

Sobre la exposición, Auria destacó dos elementos por encima de otras consideraciones: “Goya es un innovador, es un hombre que trabaja muy bien, es muy interesante conocer cómo es el sistema de trabajo de grabado, y en eso es un hombre excepcional. Y, en segundo lugar, ese carácter de denuncia. En algunos momentos se ha dicho que Goya es un adelanto a su tiempo, un fotógrafo de la realidad, y es absolutamente cierto.

Por su parte, el concejal de Cultura, Carlos Méndez afirmó que la exposición “sirve como colofón a nuestra primavera cultural, que tanto éxito está teniendo”. “Seguiremos trabajando en iniciativas novedosas”, afirmó.
 

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