El Andorra vuelve a casa con un nuevo triunfo bajo el brazo (1-3)

El Andorra se impuso con claridad a La Cartuja en un partido en el que puso de manifiesto su superioridad frente a un rival de categoría inferior. No fue ni mucho menos un partido memorable si no más un trámite que el Andorra intento sacar adelante con la mejor voluntad posible aunque sin grandes alardes y dejando algunas dudas a resolver en la última semana de trabajo.

El partido fue flojo, pero el Andorra tuvo una mejor puesta en escena casi por inercia y dominó el partido de principio a fin con alguna ráfaga brillante y momentos en los que el equipo tuvo bastante verticalidad.

Además, el equipo minero sí que estuvo resolutivo, lo que sí es un buen síntoma, pues de las cuatro oportunidades que tuvo en la primera parte, hizo gol en dos de ellas, todo y que La Cartuja tampoco puso en demasiadas dificultades a los de Carlos Gil, que pudieron jugar con bastante comodidad.

El equipo andorrano se adelantó desde el punto de penalti, transformado por Paulo. Aumentaba la ventaja Hugo Horno y con esa ventaja todo fue más fácil. El Andorra tenía la pelota, la movía con bastante sentido con mucho juego combinativo, intentando minimizar las pérdidas ante un rival que se mostraba muy impreciso y que si perdía el balón con facilidad. El Andorra pudo haber aumentado su cuenta en otras dos llegadas pero en estas no estuvo tan eficaz en el remate.

 

Salió algo mejor La Cartuja en la segunda parte, más con el corazón que con la cabeza, presionando más arriba e intentando robar balones ante un Andorra que jugaba relajado con el marcador a favor y el halo de superioridad que le hacía sentirse poco vulnerable. De hecho, apenas hubo trabajo en la portería minera.

Pronto se vio que a poco que apretara el Andorra podría conseguir más goles, pero le bastó con uno, cuando Alberto hizo el tercero, el más bonito, a pase de Mishu tras diagonal a la espalda de la defensa de Corral.

Con el tercer gol aún se relajó más el Andorra, que ya no miraba el marcador y se recogía en su campo sin gastar demasiados recursos en aventuras ofensivas, lo que dio pie a que La Cartuja, que no se había ido del partido, aprovechara una ocasión aislada para hacer el gol del honor después de una internada por la banda izquierda con un centro que sorprendió a la zaga minera para que un jugador local llevara el balón a la red desde el área pequeña. El gol puso en sobre aviso a un Andorra que aceptó el gol como un mal menor y que llegó hasta el final con más cuajo aunque sin brillo en lo que fue un partido para engrasar al equipo y seguir sumando kilómetros y sensaciones para llegar al inicio de la competición en la mejor forma posible.

Con este resultado el Andorra regresa a casa conforme y con buenas impresiones justo cuando la cosa se va poniendo seria con el inicio liguero a la vuelta de la esquina.