La permanencia del Calamocha en Tercera es complicada. Además de ganar sus dos partidos necesita una carambola de resultados. Archivo
El Calamocha se aferra a un hilo de esperanza para evitar el descenso
Los de Jumaya deben ganar los seis puntos en juego y esperar a ver los resultados de otros campos
Solo un milagro puede hacer que el Calamocha continúe la próxima campaña compitiendo en la Tercera RFEF. La derrota del pasado jueves por 1-4 contra el Cuarte destrozó casi por completo las opciones de los del Jiloca de mantener la categoría. Sin embargo, la posibilidad matemática de la salvación todavía existe.
Como rezaba el póster del despacho del agente Mulder en la teleserie Expediente X, el Calamocha se aferra ahora a una sola premisa: “I want to believe” (quiero creer) como su única tabla de salivación.
A dos jornadas de que termine la competición oficial, los calamochinos se apiñan en un comprimido grupo de equipos que tratan de darle esquinazo al descenso automático pero también que no quieren verse arrastrados a la Regional Preferente por la tectónica de placas de los descensos de equipos aragoneses de Segunda RFEF a un grupo, el XVII, que el año próximo solo podrá tener 16 inquilinos.
La presión pesó la jornada pasada en el vestuario del Calamocha que presentó una de las peores versiones de su juego de esta campaña, si no la peor, en uno de los momentos más determinantes del año en el que el equipo desaprovechó la oportunidad de enmendar los desatinos de más de media temporada. El Calamocha cayó por 1-4 ante un Cuarte que llegó a Jumaya en horas bajas pero que, después de remontar el primer gol de los turolenses, salió del recinto deportivo con la moral por las nubes.
Por el contrario, las cabezas gachas de los jugadores del Calamocha dejaban ver con claridad que su estado de ánimo hacía aguas.
Las dos próximas jornadas serán determinantes para el futuro inmediato del Calamocha. Los pupilos de Dani González tienen por delante dos finales contra dos rivales realmente duros de roer.
Este domingo se enfrentarán al Binéfar en el Nuevo Los Olmos. La última salida de los calamochinos de esta temporada tratará de reeditar el partido de la ida, cuando el Calamocha se impuso por 3-2 a los de la comarca de la Litera. El duelo puede ser de los que se recuerden porque los dos contendientes llegan con urgencia por ganar. Ante la desesperada situación del Calamocha, el Binéfar (que es cuarto actualmente) no puede dejar escapar los puntos de ese duelo para mantenerse en puestos de playoff.
El equipo entrenado por David Giménez esperará a los del Jiloca conscientes de que están en una buena dinámica después de haber ganado sus últimos dos partidos y conscientes de que su rival no ha sumado ni un punto en esas últimas dos citas.
El sábado 30 de abril el Calamocha disputará el último partido de la temporada y lo hará en casa. Si hubiese logrado regresar de Binéfar con los tres puntos en la maleta tendrá que esperar al Robres que, como los del Jiloca, se habrá jugado el ser o no ser la semana anterior contra el Illueca para mantener vivas sus espectativas de jugar el playoff. El Calamocha será, precisamente, su mejor aliado en este empeño.
Mientras tanto, el Cariñena es el equipo al que los de Dani González tienen que adelantar para poder mantener el aliento. Seis puntos separan a los de Jumaya de su inmediato predecesor. Además de la obligación de los calamochinos de sumar seis puntos en estas dos semanas, la carambola pasa porque el Cariñena no sume. La calculadora colorada mirará de reojo lo que ocurra el próximo fin de semana entre el Cariñena y el Caspe, que mantienen una remota oportunidad de colarse en puestos de playoff y que pasa necesariamente por vencer en Los Rosales. Los de Humberto Arto cerrarán la temporada en casa contra el cuarto clasificado, el Cuarte, que podría a buen seguro tratará de clasificar en la mejor posición para defender sus opciones de luchar por el ascenso.
Por detrás, a tres puntos de distancia y con el gol average en contra, Belchite y Santa Anastasia deberán guardar una semana de descanso cada uno por lo que solo podrán aspirar a sumar tres puntos hasta final de temporada por lo que apenas inquietan a los del Jiloca.
Además de los campeones de cada uno de los 18 grupos territoriales en los que estará dividida la Tercera, ascenderán los 9 vencedores de una segunda fase en la que se enfrentarán los ganadores del playoff que se jugará en cada uno de los grupos entre los clasificados del segundo al quinto puesto.
Como en un circo de dos pistas, el futuro del Calamocha se decidirá con lo que pase en la Tercera división aragonesa pero estará condicionado por los resultados que deje la clasificación del Grupo III de la Segunda RFEF dentro de cuatro semanas.
Además de los cuatro descensos establecidos en el reglamento de la Federación, la Tercera deberá dejar hueco a los equipos que desciendan de la cuarta categoría del fútbol nacional. Con el Ejea matemáticamente descendido ya se sabe que a los cuatro equipos que deberán ceder su plaza a los ascensos de Primera Regional el quinto peor hará lo propio con el descendido.
A partir de ese momento, cualquier otro descensos arrastraría al sexto peor clasificado de la Tercera, posición de la que trata de escapar el Calamocha.
La victoria el sábado del Huesca en Pinilla ante el CD Teruel (2-3) permite a los calamochino mantener un nuevo hilo de esperanza.
Como rezaba el póster del despacho del agente Mulder en la teleserie Expediente X, el Calamocha se aferra ahora a una sola premisa: “I want to believe” (quiero creer) como su única tabla de salivación.
A dos jornadas de que termine la competición oficial, los calamochinos se apiñan en un comprimido grupo de equipos que tratan de darle esquinazo al descenso automático pero también que no quieren verse arrastrados a la Regional Preferente por la tectónica de placas de los descensos de equipos aragoneses de Segunda RFEF a un grupo, el XVII, que el año próximo solo podrá tener 16 inquilinos.
La presión pesó la jornada pasada en el vestuario del Calamocha que presentó una de las peores versiones de su juego de esta campaña, si no la peor, en uno de los momentos más determinantes del año en el que el equipo desaprovechó la oportunidad de enmendar los desatinos de más de media temporada. El Calamocha cayó por 1-4 ante un Cuarte que llegó a Jumaya en horas bajas pero que, después de remontar el primer gol de los turolenses, salió del recinto deportivo con la moral por las nubes.
Por el contrario, las cabezas gachas de los jugadores del Calamocha dejaban ver con claridad que su estado de ánimo hacía aguas.
Cábalas matemáticas
Las dos próximas jornadas serán determinantes para el futuro inmediato del Calamocha. Los pupilos de Dani González tienen por delante dos finales contra dos rivales realmente duros de roer.
Este domingo se enfrentarán al Binéfar en el Nuevo Los Olmos. La última salida de los calamochinos de esta temporada tratará de reeditar el partido de la ida, cuando el Calamocha se impuso por 3-2 a los de la comarca de la Litera. El duelo puede ser de los que se recuerden porque los dos contendientes llegan con urgencia por ganar. Ante la desesperada situación del Calamocha, el Binéfar (que es cuarto actualmente) no puede dejar escapar los puntos de ese duelo para mantenerse en puestos de playoff.
El equipo entrenado por David Giménez esperará a los del Jiloca conscientes de que están en una buena dinámica después de haber ganado sus últimos dos partidos y conscientes de que su rival no ha sumado ni un punto en esas últimas dos citas.
El sábado 30 de abril el Calamocha disputará el último partido de la temporada y lo hará en casa. Si hubiese logrado regresar de Binéfar con los tres puntos en la maleta tendrá que esperar al Robres que, como los del Jiloca, se habrá jugado el ser o no ser la semana anterior contra el Illueca para mantener vivas sus espectativas de jugar el playoff. El Calamocha será, precisamente, su mejor aliado en este empeño.
Mientras tanto, el Cariñena es el equipo al que los de Dani González tienen que adelantar para poder mantener el aliento. Seis puntos separan a los de Jumaya de su inmediato predecesor. Además de la obligación de los calamochinos de sumar seis puntos en estas dos semanas, la carambola pasa porque el Cariñena no sume. La calculadora colorada mirará de reojo lo que ocurra el próximo fin de semana entre el Cariñena y el Caspe, que mantienen una remota oportunidad de colarse en puestos de playoff y que pasa necesariamente por vencer en Los Rosales. Los de Humberto Arto cerrarán la temporada en casa contra el cuarto clasificado, el Cuarte, que podría a buen seguro tratará de clasificar en la mejor posición para defender sus opciones de luchar por el ascenso.
Por detrás, a tres puntos de distancia y con el gol average en contra, Belchite y Santa Anastasia deberán guardar una semana de descanso cada uno por lo que solo podrán aspirar a sumar tres puntos hasta final de temporada por lo que apenas inquietan a los del Jiloca.
Un aliado inesperado
El Calamocha podría encontrar un aliado inesperado. Una carambola más. Otro milagro al que aferrarse para mantener el sueño de la permanencia en coma asistido. Ese penúltimo hilo de esperanza pasaría porque el equipo del Grupo XVII que participe en el playoff de ascenso lograse una plaza en la cuarta categoría del fútbol nacional, evitando así el barrido del eventual descenso de un segundo equipo, además del Ejea, de Segunda RFEF a Tercera.Además de los campeones de cada uno de los 18 grupos territoriales en los que estará dividida la Tercera, ascenderán los 9 vencedores de una segunda fase en la que se enfrentarán los ganadores del playoff que se jugará en cada uno de los grupos entre los clasificados del segundo al quinto puesto.
Un circo de dos pistas
Como en un circo de dos pistas, el futuro del Calamocha se decidirá con lo que pase en la Tercera división aragonesa pero estará condicionado por los resultados que deje la clasificación del Grupo III de la Segunda RFEF dentro de cuatro semanas.
Además de los cuatro descensos establecidos en el reglamento de la Federación, la Tercera deberá dejar hueco a los equipos que desciendan de la cuarta categoría del fútbol nacional. Con el Ejea matemáticamente descendido ya se sabe que a los cuatro equipos que deberán ceder su plaza a los ascensos de Primera Regional el quinto peor hará lo propio con el descendido.
A partir de ese momento, cualquier otro descensos arrastraría al sexto peor clasificado de la Tercera, posición de la que trata de escapar el Calamocha.
La victoria el sábado del Huesca en Pinilla ante el CD Teruel (2-3) permite a los calamochino mantener un nuevo hilo de esperanza.
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