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El CD Teruel aprueba con nota su examen más difícil del verano ante el Castellón (1-1) El CD Teruel aprueba con nota su examen más difícil del verano ante el Castellón (1-1)
Aparicio y Gabarre se felicitan durante la primera mitad. Antonio García/Bykofoto

El CD Teruel aprueba con nota su examen más difícil del verano ante el Castellón (1-1)

El cuadro rojillo pelea de tú a tú contra uno de los colosos de la Primera RFEF que solo puede empatar de penalti en la recta final
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Javier Gascó
Si lo de este sábado era el examen de la pretemporada para el CD Teruel, los rojillos no solo lo aprobaron sino que lo sacaron adelante con un notable alto. El bloque de Víctor Bravo supo aguantar el potente arranque del CD Castellón, logró ponerse por delante al contragolpe con una buena definición de Gabarre y mantuvo el tipo hasta la recta final, cuando el cuadro orellut solo pudo empatar desde el punto de penalti.

La prueba más exigente de la temporada se disputaba en un Pinilla cubierto por unas tímidas nubes que aligeraban algo las altas temperaturas. Víctor Bravo se encargaba de ponerle la temperatura habitual al duelo con su típico 4-4-2, en esta ocasión con Correia y Julen en los laterales; Castillo y Tena en la medular; Aparicio y Borja Martínez jugando a banda cambiada; y arriba Gabarre y Villa.
Desde el pitido inicial, los once elegidos por el técnico zaragozano tuvieron que hacer frente a un Castellón que empezó con una marcha más, dando muestras de lo que se va a encontrar el CD Teruel en la Primera RFEF.

Pero el bloque rojillo supo aguantar el arreón inicial a las mil maravillas, a pesar de que la intensidad en esta ocasión fue mayor por parte de los castellonenses, que no pararon de detener los posibles ataques con falta, que de los turolenses.

De hecho, en el minuto 20 Borja Martínez tuvo en sus botas el primero de la tarde precisamente con una falta directa al borde de la frontal del área, pero su disparo se marchó demasiado cruzado.
Aunque la alegría solo iba a tardar en llegar ocho minutos más. Con todo el Castellón volcado en campo contrario y dominando el esférico, los turolenses fueron capaces de robar y sorprender a la contra. Villa filtró un pase espléndido para Gabarre, que al ver al portero rival a media salida la mandó a guardar con una buena definición. Por el momento, la prueba de nivel le estaba saliendo bien a los aragoneses.

Y el gol, en vez de amilanar al cuadro local le hizo venirse arriba y arrebatarle, en cierto modo, el control del balón a su rival. En el apartado defensivo, el banquillo turolense no dejaba de dar indicaciones a los laterales para que no dejasen espacio a sus marcas, con el objetivo de marcharse al descanso con ventaja en el marcador. Finalmente, no solo lo consiguió, sino que la renta pudo ser mayor de no ser por los buenos repliegues de la defensa visitante, que arruinó un par de contras conducidas por Gabarre y Villa.

Tras el paso por los vestuarios, la única modificación del CD Teruel fue la de Aitor Pascual para suplir a Correia en el lateral izquierdo. El duelo de este sábado ya no era un simple amistoso de pretemporada y Víctor Bravo lo dejaba patente al no realizar el carrusel de cambios clásico al descanso tras los primeros 45 minutos.

En los compases iniciales del segundo periodo, el cuadro local mantuvo la presión alta, sin miedo a un Castellón que no encontraba la fórmula para perforar la meta de Taliby. Sin embargo, a medida que el minutero se aproximaba al 90 los de casa iban reculando  cada vez más.

Pero seguía estando cómodo el CD Teruel con el resultado a su favor y con su contrincante cada vez más desquiciado ante la solidez rojilla. Cerca del minuto 70 llegaban los cambios desde el banquillo turolense, con cinco variaciones para afrontar la recta final del duelo.

Borja Romero regresaba al medio del campo para acompañar a un incombustible Tena que, al igual que la dupla de centrales, Taliby y Gabarre, completó  todo el partido. Ahn y Alastuey ocuparon las bandas por delante de Julen y Aitor Pascual, con Buenacasa supliendo a Villa arriba.

El equipo se mantenía firme, pero el Castellón lo intentaba por todos los medios. A falta de diez para la conclusión, una falta directa estuvo cerca de colarse en la meta de Taliby. El balón salió rozando el palo para alivio de un Víctor Bravo que reconocía el trabajo bien hecho de los suyos jugada tras jugada.

Pero la insistencia del conjunto visitante tuvo recompensa a falta de tres minutos para el final del tiempo reglamentario. El muro turolense dejó un mínimo hueco y el árbitro señaló el punto de penalti tras una caída dentro del área. Cristián Rodríguez engañó a Taliby y puso las tablas en el electrónico a pesar del gran trabajo defensivo de los de Pinilla.

Tras el tanto del empate, el colegiado turolense Alberto Lou hizo sonar tres veces su silbato y mandó a los veintidós protagonistas hacia los vestuarios.

Con el sabor amargo del empate final, pero con la sensación de que el equipo puede competir con garantías en la Primera RFEF se despidieron Víctor Bravo y compañía de la afición rojilla, que la semana que viene tiene en Pinilla la última cita veraniega, ante el Utebom antes de que llegue la hora de la verdad.

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