El contacto de las ruedas con el suelo, el requisito indispensable para ser rápido en MotoGP

La evolución es parte de la vida y, como tal, también forma parte del deporte. En todos ellos se observan cambios a lo largo de los tiempos, para algunos en forma de progreso, para otros no tanto, pero lo que es irrefutable es que siempre se dan variaciones. Lo mismo ha ocurrido de un tiempo a esta parte en el mundo del motociclismo y, concretamente en su categoría reina, la MotoGP. En los últimos años vienen cambiando los conceptos a la hora de trabajar la aerodinámica, un tema no exento de polémicas, lo que directamente ha obligado al piloto a adaptarse a estas nuevas situaciones sobre la moto. Juan Martínez, una de las voces expertas del sector por su pasado como técnico de suspensiones de Repsol Honda o como jefe técnico de pilotos de la talla de Hayden o Gibernau, arroja un poco de luz sobre todas estas cuestiones.

Para empezar, de acuerdo a sus explicaciones, es necesario comenzar sabiendo que la aerodinámica en el mundo del motociclismo existe desde el principio: “Desde el momento que existe el hecho de intentar conseguir velocidad, pues la aerodinámica existe”, explica. Lo único que ha cambiado es la manera de trabajar con ella. Por ello en estos últimos tiempos han aparecido todos esos apéndices que tantas miradas, de fascinación y de rechazo, acaparan.

Dichos apéndices surgieron por la misma razón de ser de todos los cambios evolutivos: mejorar. En este caso se desarrollaron en busca de mayor velocidad. “Lo que hacen es favorecer el efecto suelo de alguna manera. En función de cómo están distribuidos en la moto, pues tiene un efecto en una situación u otra. Obviamente todos los aletines que vemos que tienen la función de, cuando la moto está en situación vertical, favorecer que las dos ruedas estén en contacto lo máximo posible con el suelo para poder trasladar a los neumáticos toda la fuerza que es capaz de desarrollar el motor”, explica el propio Juan en relación a la utilidad de estos apéndices.

Mejoras en las curvas

Esa idea incluso ha ido progresando conforme se han estudiado con mayor profundidad todos estos conceptos. El propio Juan cuenta que de esa primera idea que hacía referencia sobre todo a cuando la moto estaba en una posición vertical se pasó a descubrir que estas novedades también podían ser beneficiosas para el paso por curva. “Luego hay otra evolución que se ha visto en el último tiempo, que es cuando la moto está inclinada, sobre todo en la parte inferior del carenado, pues ha ido creciendo para generar algo de efecto suelo. Es decir, inclinas la moto, esa parte del carenado se acerca al suelo y al acercarse al suelo se genera una diferencia de presión que favorece que la moto sea más estable en esa situación y puedas tener un mejor paso por la curva”, explica.

Desde este punto de vista son todo ventajas. No obstante, lo cierto es que esta nueva manera de trabajar con la aerodinámica ha estado también en el punto de mira de muchas críticas durante estos años por sus “efectos secundarios”, como es el caso del aire sucio: “Tal y como ahora mismo están trabajando con la aerodinámica, lo que te está generando es un mayor volumen de aire sucio, es decir, de baja presión que se ve afectado por el pasar de las motos y cómo esas motos se están moviendo dentro del aire.

Entonces, ¿qué sucede cuando se produce esa zona de aire sucio o de baja presión? Lo que hace es dificultar la estabilidad de las otras motos o de las acciones que tienen que hacer en las otras motos, produciéndose en algunos casos ese efecto que describen como una succión, porque entras dentro de ese aire sucio, tienes menos presión, al tener menos presión tienes menos resistencia y es como si la moto acelerase”, explica Juan con respecto a uno de los efectos que no gustan tanto de esta nueva manera de trabajar la aerodinámica.

Capacidad de adaptación

Además del aire sucio, estos nuevos conceptos también tienen su afectación sobre los demás componentes de la moto, como pueden ser los neumáticos, las suspensiones, etc., pero para Juan esto no tiene por qué ser negativo. Simplemente se producen “nuevas situaciones” a las que hay que adaptarse. “A mí me gusta más sumarme a otra corriente de pensamiento. Se suele criticar mucho el hecho de que las innovaciones tecnológicas están yendo en contra del propio deporte, pero yo creo que el deporte contempla esas innovaciones tecnológicas y se tiende a criticar o darle una connotación negativa por el hecho de que, en muchos casos, no conocemos o no tenemos la suficiente experiencia y a veces nuestra propia ignorancia nos lleva a pensar que son cosas negativas. Si esas evoluciones tecnológicas no tuviesen más cosas positivas que negativas, todos hubiesen desechado esas soluciones”, indica, y añade que “es una innovación tecnológica que da unos beneficios y esos beneficios te obligan a cambiar líneas de pensamiento o líneas de evolución que hayas contemplado hasta ahora.Y eso es exigente”.

En medio de todas estas nuevas situaciones a las que hay que adaptarse, es cierto que pueden aparecer diversos riesgos, por ello para el propio Juan es importante “no prohibir”, pero sí “regular”, todas estas evoluciones: “Es verdad que luego eso como resultado genera otras situaciones que hay que entender y determinar, ¿es necesario ir más rápido?, ¿tenemos los circuitos a día de hoy preparados a nivel de infraestructura para ir más rápido?, y eso puede condicionar que entonces se den ciertas limitaciones. Ahí hay que establecer un criterio y ya está”, señala. Eso sí, primando la seguridad: “Hay que hacerlo del modo más veloz, pero del modo más seguro”, añade respecto a la manera de evolucionar.

Nuevas formas de pilotaje

Los principales afectados por estos nuevos conceptos son los pilotos, que han tenido que modificar también su forma de pilotar para sacar máximo rendimiento de sus motos: “Ahora su posición encima de la moto ha cambiado un poquito. Antes en la entrada de la curva se requería que el piloto se moviese más para desplazar el centro de gravedad y lo que vemos hoy constantemente es que los pilotos intentan tener el máximo posible las dos ruedas en el suelo, y para eso se han dado cuenta que, más que salirse de la moto para favorecer, como hacían antes, la entrada al viraje, ahora cuanto más eres capaz de mantener presión sobre los neumáticos, mejor agarre eres capaz de tener y, si llegas a esa situación donde empieza la parte inferior del carenado a darte esa ventaja, pues eres capaz de ser más rápido”, explica Juan.

En definitiva, los cambios tecnológicos inherentes a la evolución suponen nuevas adaptaciones, pero no tienen por qué ser negativos, eso sí, han de ir acompañados de una serie de regulaciones y criterios para un progreso correcto. Precisamente hablando de establecer un criterio, 2027 está a la vuelta de la esquina y en ese año se quiere llevar a cabo un gran cambio en el reglamento con la intención precisamente de, entre otras cosas, mantener los beneficios de la nueva aerodinámica, pero regular los posibles riesgos que puedan ser perjudiciales para el deporte y para sus protagonistas.