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El Pamesa Teruel tiene que sudar tinta para vencer al penúltimo clasificado (3-1) El Pamesa Teruel tiene que sudar tinta para vencer al penúltimo clasificado (3-1)
Rodrigo 'Pernambuco' se esfuerza para efectuar un remate certero. Antonio García/Bykofoto

El Pamesa Teruel tiene que sudar tinta para vencer al penúltimo clasificado (3-1)

El conjunto naranja se confió en exceso y pudo haberlo pagado caro
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No querían confiarse y lo hicieron. El Pamesa Teruel Voleibol ha tenido que sudar tinta para vencer a un Santanderina que supo jugar su partido. Pese al 3-1 en el marcador final, lo cierto es que los de Maxi Torcello salieron aletargados a la pista y por poco salen derrotados más por demérito suyo que por mérito del rival. 

Los naranjas fueron los encargados de poner el primer balón en movimiento, pero el Textil les sorprendió llevándose el primer punto. Una dinámica que se mantendría durante prácticamente todo el partido, y es que a los naranjas les costó entrar en el partido, y, si apuras, casi ni entraron. 

En el primer set, el Santanderina sorprendió llevando la iniciativa y colocando el marcador en un 2-4. El Teruel parecía reaccionar y Pernambuco conseguía la igualada y la posterior superioridad, pero nada más lejos de la realidad. El Textil les sorprendía con balones llovidos a los espacios en detrimento de la potencia y se ponían 8-10, lo que obligaba a Maxi a pedir un tiempo muerto, para buscar la reacción de sus jugadores. La charla no surtía efecto, y el marcador se iba al 8-12. 

Los jugadores continuaban despistados y los errores se sucedían, mientras, el marcador se iba al 9-14. Una diferencia grande que obligó a Maxi a hacer cambios y a pedir un nuevo tiempo muerto. 
Entraron Rubén Lorente y Coutinho al partido y la cosa cambió, pero no fue suficiente. Los naranjas consiguieron recortar distancias y se ponían 17-18, pero fue tarde y los del Santanderina terminaron llevándose el primer set por 23-25.

En el segundo set el que golpeaba primero era el Pamesa Teruel, pero rápido respondían los penúltimos clasificados llevándose los dos puntos siguientes (1-2). El Pamesa volvía a empatar a cuatro, pero de nuevo volvía a ser un espejismo. El público enmudecía preocupado, y es que nadie daba crédito a lo que estaba ocurriendo, el Pamesa Teruel se estaba viendo contra las cuerdas frente al penúltimo clasificado. Mientras tanto, el Santanderina seguía haciendo su partido. Los turolenses no conseguían castigar los puntos débiles del Santanderina y tampoco terminaban de hacerse fuertes en la red. 

Tres tiempos muertos le hizo falta a Maxi para hacer entrar en vereda a los suyos, que consiguieron ponerse dos puntos por delante 17-15, tras toda la primera parte del set a remolque. A partir de ahí, el intercambio de golpes fue para los naranjas, que consiguieron colocar el marcador en 23-20. Vildósola y Pernambuco terminaron decantando el segundo set para los naranjas por 25-21. 
En el tercer set la dinámica comenzó igual. El arranque fue pésimo y los del Santanderina se aprovecharon para adelantarse. Sin embargo, en esta ocasión la reacción turolense llegó más firmemente. Así, los naranjas consiguieron darle la vuelta al marcador y situarse con un 17-15, que les devolvía la confianza. Esto supuso el inicio del despertar de los de Torcello, aunque su nivel estuvo lejos del demostrado en otras ocasiones. Cuando el marcador marchaba 22-19, Rodrigo Pernambuco, Emilio Ferrández y Axel Téllez aparecieron para pintar el tercer set de color naranja. 

En el cuarto set ya no hubo espacio para réplicas. Pese a que el comienzo estuvo también disputado, en esta ocasión, los turolenses llevaron la iniciativa. En ese momento, la red fue de los naranjas. De nuevo apareció el muro turolense y los remates de Pernambuco, y Rubén López para hacerse con el dominio del juego. Así el marcador se marchaba al 25-15 y daba la victoria a los turolenses por 3-1. 
Finalmente los turolenses se llevaron un partido algo anómalo, y es que los de Maxi comenzaron dormidos y no despertaron hasta, prácticamente, el último  set. Así pues, los del Textil pudieron ponerlos contra las cuerdas durante buena parte del partido, pero lo cierto es que la calidad inherente de los naranjas hace que, incluso cuando tienen un mal día, las cosas terminen cayendo de su lado. Pese al resultado final de 3-1, los turolenses estuvieron a punto de perder un partido más por demérito suyo que por mérito de los rivales, pues sus propios errores casi terminan pasándoles factura. Esta vez el resultado fue positivo, pero la próxima, con un rival más fuerte de por medio, el resultado podría ser distinto. 

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