Pamesa Teruel pelea pero cae ante un Manacor superior (3-0)

Pamesa Teruel regresó de Manacor con la sensación de haber competido, pero también con la certeza de que todavía está lejos del nivel que exigen los equipos que miran hacia arriba en la Superliga. El conjunto turolense, que llegaba con la moral recuperada tras vencer a Leganés, se encontró con un rival más hecho, más ordenado y más eficaz en prácticamente todos los aspectos del juego. El 3-0 final no dejó demasiadas dudas: Pamesa puso voluntad e intención, pero Manacor fue mejor.

No era el mejor rival para confirmar la mejora mostrada ante Leganés. Pero como se ha hartado a repetir una y otra vez Fabián Muraco, el equipo tiene que tener la capacidad de ganarle a cualquier rival. Esto no quiere decir que el triunfo contra los madrileños fuese un oasis en el desierto, pero sí muestra que aún queda trabajo por hacer.

De más a menos

Preocupa especialmente la imagen mostrada en el tercer set, en el que no opuso resistencia al club de Manacor, tras dos primeros sets en los que sí fue un rival a la altura. Aunque, como empieza a ser costumbre, en los momentos decisivos los turolenses no dan con la tecla adecuada. De hecho, los dos primeros sets, muy igualados hasta el final se decidieron por detalles muy concretos.

Si los de Teruel quieren competir con garantías en Superliga, Copa del Rey, y posteriormente en Play-Off necesitan hacer algo más de lo que están ofreciendo ahora. Si no, se repetirá lo ocurrido el año pasado en las dos competiciones, donde se cayó a las primeras de cambio porque el rival, Manacor en ambos casos, fue superior a Pamesa.

Es decir, Pamesa tiene que saber vencer a Leganés, Tarragona, o a su próximo rival, Unicaja (muy lejos de los puestos de Play-Off), pero también debe aprender a imponerse a clubes de la talla de Guaguas, Soria o Manacor. De lo contrario, el club de la ciudad de Los Amantes no terminará de despegar. Aún se está a tiempo, pero el calendario avanza.

El partido arrancó con un ritmo muy alto impuesto por los baleares, que desde el saque empezaron a incomodar a la recepción turolense. Una vez más, la recepción, que sigue siendo uno de los puntos en los que el club debe seguir trabajando para dar ese paso adelante que necesita.

Y después de la recepción, continuando el orden de una jugada, tampoco termina de cuajar la elección de los colocadores de Pamesa para preparar el remate que supere los bloqueos del rival y toque la pista del contrincante para sumar un nuevo punto en el marcador.

Pamesa estuvo cerca en el primero

El partido comenzó con un intercambio de golpes entre los dos equipos, ambos sin querer arriesgar (3-3). Hasta que le llegó el turno de saque a Germán Gómez, que se mostró implacable e hizo que el entrenador local tuviera que pedir tiempo muerto cuando Pamesa parecía escaparse en el electrónico (3-6). Tras el parón, los locales les devolvieron el mismo parcial de tres puntos consecutivos, uno de ellos con un error no forzado, una bola turolense que se fue larga, para volver a empatar el partido (6-6).

Avanzaba el set y la igualdad se mantenía, con rentas mínimas de un punto alternativas para cada conjunto (11-11), sostenidos en ataque por Germán, que se hartó de hacer remates en diagonal. Hasta que los locales aprovecharon uno de esos momentos de falta de concentración que Pamesa sufre para abrir una renta de +4 (17-13). Muraco intentó entonces cortar la hemorragia con un tiempo muerto, que surtió efecto, y acercó de nuevo a los turolenses (17-16).

A pesar de lo apretado del marcador, Manacor seguía mandando aunque fuese con un solo punto de diferencia, hasta que un tanto de Emilio Ferrández, un fallo de los locales y otro remate de Germán hicieron posible que Pamesa diera la vuelta al resultado y se pusiera por delante (21-22). Duró poco esta ventaja para los de Teruel, que primero vieron como los manacorís empataban el partido y después volvían a remontar con un pelotazo de Carlos Nieves sobre Urchevich que puso el 23-22. Sin embargo, Germán volvió a empatar a 23 con una bola que dejó en el centro de la pista.

Durante un remate local un jugador de Pamesa tocó la red, lo que suponía bola de set para Manacor, que salvó Emilio Ferrández poniendo el 24-24. Pero el equipo de Manacor logró los dos puntos que necesitaba para cerrar el el primer acto: primero un saque de Teruel que se fue directamente fuera y después un bloqueo que hizo que la bola turolense se quedara en la red (26-24).

Máxima igualdad en el segundo

La segunda manga comenzó de forma parecida al primer set, con la igualdad por bandera. Ninguno de los dos equipos era capaz de despegarse del otro y se iban relevando los dos conjuntos para puntuar. Si Pamesa se ponía por delante con un remate imparable de José Antonio Sandoval, un mal bloqueo de Emilio Ferrández le daba el empate de nuevo a Manacor. Y con esa dinámica se llegó al 7-7.

La diferencia con la primera manga fue la entrada en acción de los centrales de la escuadra mudéjar, José Antonio Sandoval y David López, que en el primer set hicieron una aportación más discreta. Pamesa logró una mínima renta de dos puntos tras un punto de Germán Gómez (9-11), pero fue neutralizada por el combinado balear, que volvió a poner el empate en el electrónico.

El equipo de la ciudad de los Amantes quería llevarse el set y consiguió abrir una brecha que llegó a los 3 de diferencia tras un cañonazo de Germán Gómez (14-17), que obligó al entrenador local a pedir tiempo muerto. Tras la parada técnica y un punto para cada equipo, el jovencísimo jugador argentino Fausto Díaz apretó el marcador con dos puntos consecutivos para Manacor que pusieron el 17-18.

Tras un intercambio de puntos, una diagonal turolense que se marchó fuera volvió a poner el empate, en este caso a 21 puntos. Comenzaba entonces un pequeño set en el que ganaría aquel que lograra sumar cuatro puntos, momento clave para el que el técnico de Pamesa pidió de nuevo tiempo muerto.

Tras el parón, Pamesa dio el primer golpe, pero Manacor volvió e empatar el encuentro (22-22). Con todo por decidir, los locales sumaron con un bloqueo de Carlos Nieves que se elevó frente a Gómez para llevarse el 23-22. Posteriormente, un toque de red turolense dio dos bolas de set a los locales (24-22). La primera la salvó David López, pero la segunda no fue posible: un remate de Carlos Nieves puso el 25-23 y el 2-0 en el global.

Un tercer set para olvidar

En el principio del tercer acto se repitieron los mismos patrones que en los dos anteriores. Con el 5-5 en el electrónico, parecía que en esta nueva manga no iban a darse tampoco grandes ventajas en el marcador. Sin embargo, otra de esas desconexiones del club turolense le dio un +5 a los manacorís (10-5). Y no fue tanto por méritos de los locales sino por deméritos de los mudéjar, con demasiados errores en defensa.

Pero por desgracia para los intereses turolenses, esta no iba a ser una pérdida de concentración puntual. Si en los dos primeros sets los de Teruel aguantaron bien el pulso a CV Manacor, en la tercera manga el equipo mostró su peor cara frente a un equipo local que fue aumentando poco a poco su renta (15-7). Pese a tenerlo todo en contra, Pamesa lo intentó, con Germán Gómez y David López comandando el ataque del club, que recortó distancias (16-11). Pero cuando nada sale, es imposible: incluso Germán, cuyos saques son una de las principales bazas de Pamesa, estrelló la bola en la red en su turno.

Cuatro puntos consecutivos de Manacor prácticamente sentenciaron a Pamesa, que ya estaba 9 puntos por debajo (20-11). Aguantó unos minutos más el equipo de Teruel 21-14, primero; y 23-16, después; pero solo era cuestión de tiempo que la victoria se quedara en tierras baleares. De hecho, no volvió a sumar puntos el equipo turolense, que cedió finalmente con un resultado de 25-16 tras un tercer set para olvidar.

Que Pamesa Teruel jugara de tú a tú a Manacor en las dos primeras mangas y tuviera opciones reales de ganar son en gran parte por la labor ofensiva de Germán Gómez, que sumó 18 puntos, y Emilio Ferrández, que consiguió 13 tantos. David López y Fran Ruiz aportaron con 6 y 5 puntos, respectivamente; mientras que José Antonio Sandoval hizo dos tantos. Nacho Espelt e Iván Postemsky lograron materializar un punto cada uno.

Un esfuerzo insuficiente

La derrota deja conclusiones claras: Pamesa compitió y luchó (tercer set aparte), pero ese esfuerzo no bastó para superar a un rival más completo, sólido y eficaz en todos los fundamentos. La Superliga no perdona, y el margen de mejora sigue siendo amplio si el equipo quiere aspirar a luchar por los puestos de arriba. Esta derrota debe servir como referencia para seguir corrigiendo detalles, y manteniendo la concentración durante todos los intercambios, porque ante rivales de este nivel, cualquier desconexión se paga cara.

Cada ataque de Manacor obligaba a Pamesa a esforzarse al máximo, y en ocasiones los naranjas lograron contener la embestida, pero la diferencia de velocidad y de lectura del juego terminó marcando la pauta. Los colocadores tuvieron momentos de buena elección, buscando alternar entre los rematadores del centro y los extremos, pero la presión del rival obligó a Pamesa a tomar decisiones más rápidas de lo habitual, generando algunos remates menos efectivos.

El saque de Pamesa fue irregular, con momentos de efectividad alternados con fallos que permitieron a Manacor tomar ventaja en algunos intercambios. Este aspecto sigue siendo un área clave para seguir creciendo, ya que los manacorís supieron aprovechar cualquier balón débil para imponer su ritmo y cerrar los puntos con rapidez.

La recepción, como en partidos anteriores, continúa siendo uno de los fundamentos sobre los que se debe trabajar más intensamente. Solo cuando los receptores lograron dar balones limpios a los colocadores el equipo pudo construir ataques más fluidos y evitar que el bloque rival los detuviera. La precisión en la recepción será crucial en próximos encuentros si el Pamesa quiere consolidar su progreso.