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Alexis Guerin Laguette, propietario de una consultoría sobre trufa en Nueva Zelanda: “El desafío de Nueva Zelanda  es ahora desarrollar un mercado para la exportación de trufa” Alexis Guerin Laguette, propietario de una consultoría sobre trufa en Nueva Zelanda: “El desafío de Nueva Zelanda  es ahora desarrollar un mercado para la exportación de trufa”
Alexis Guerin Laguette, en una plantación de Nueva Zelanda, con una gran trufa

Alexis Guerin Laguette, propietario de una consultoría sobre trufa en Nueva Zelanda: “El desafío de Nueva Zelanda es ahora desarrollar un mercado para la exportación de trufa”

“Producimos entre dos y tres toneladas anuales y fuimos el primer país del hemisferio sur en cultivar melanosporum”
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Cruz Aguilar

Alexis Guerin Laguette es experto en truficultura, asesor del Instituto Europeo de Micología (EMI) y director de una empresa de servicios, Mycotree, que se ocupa de atender todas las necesidades de los productores de trufa de Nueva Zelanda, un país donde la producción va en aumento. Participó la pasada semana en el Living lab sobre gestión micológica que MicoAragón organizó en Orihuela del Tremedal.Nueva Zelanda se ha posicionado como un productor clave de Tuber melanosporum y otras variedades, aprovechando su clima y la ventaja de producir cuando en el hemisferio norte no hay trufas en el mercado. Alexis Guerin, de origen francés aunque reside en el país oceánico desde hace más de dos décadas, explica los desafíos de exportación, las particularidades de su clima para el cultivo y la importancia de la certificación de plantones para la calidad.

-Nueva Zelanda tiene una larga historia en el cultivo de trufas. ¿En qué punto se encuentra la producción?

-Fuimos el primer país en el hemisferio sur en producir Tuber melanosporum en 1993. Aunque países como Australia, que empezaron diez años después, han tenido una producción superior debido a una inversión más rápida, ahora Nueva Zelanda cuenta con muchas plantaciones. Estimamos que cada año se producen entre dos y tres toneladas de trufas , principalmente Tuber melanosporum y Tuber brumale.  También está creciendo la importancia de Tuber borchii o Bianchetto) y la trufa de verano (Tuber aestivum).

-Esas cifras de producción son bastante grandes. ¿Cuántos truficultores están implicados? 

-Sí, lo son. Me parece que estamos hablando de más de 300 truficultores. El gran desafío ahora es la organización de las exportaciones. Hasta ahora la gente ha exportado de manera individual, pero para tener éxito deberíamos crear una cooperativa para juntar las trufas y poder abastecer la demanda cuando nos la pidan. Desarrollar un mercado de exportación es la prioridad número uno.

-¿Aproximadamente cuántas hectáreas tienen plantadas de trufa en total?

-No se sabe la cifra exacta. Lo que sí es común es que las plantaciones sean de varias hectáreas. Además de esas grandes plantaciones, hay muchísimas más pequeñas, de una o dos hectáreas.

-¿Qué ventajas ofrece el clima neozelandés para el cultivo de trufas?

-El clima es muy propicio, especialmente en la Isla del Sur. Tenemos un invierno frío, con heladas por la mañana, que es perfecto para el aroma de la trufa. Además, su trufa llega a los mercados a contratemporada , lo cual es muy importante para mantener el mercado abastecido durante todo el año. También tenemos menos patógenos e insectos. Por ejemplo, el Leiodes cinnamomeus, el escarabajo de la trufa no existe en Nueva Zelanda.

-En el pasado hubo graves problemas porque salía mucha trufa podrida. ¿Se han solucionado?

-Diría que es un problema más de la Isla del Norte, sobre todo en el centro y el oeste, donde hay mucha precipitación y las temperaturas de invierno son demasiado suaves. En lugares más elevados o en la Isla del Sur, donde trabajo yo, donde sí hay heladas matinales, casi no hay problemas con la podredumbre.

-Ha creado una empresa para ayudar a los cultivadores. ¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan?

-El objetivo de mi empresa es ayudar a los truficultores a mejorar la producción, resolver problemas y crear nuevos cultivos.  Uno de los principales inconvenientes es la calidad de los plantones, de las semillas micorrizadas. Para solucionarlo, desde 2022 hemos establecido un estándar de calidad, una norma que incluye toda la cadena, desde las pruebas con el inóculo a las micorrizas y hasta el final de la producción. Si quieres arrancar una plantación en Nueva Zelanda, ahora tienes que comprar semillas micorrizadas certificadas.

-¿Con qué tipo de plantas micorrizan habitualmente?

-Durante muchos años se utilizó sobre todo el roble inglés y el avellano. Ahora el roble turco ha pasado a ser el principal, entró después, pero se ha convertido en la especie predominante en las plantaciones. También últimamente se está usando muchísimo la encina, Quercus ilex.

-¿Están trabajando en algún proyecto de investigación?

-Sí, estamos intentando producir Tuber magnatum, que actualmente sólo se ha cultivado con éxito en una zona de Francia y todavía está en pruebas. Sería una gran noticia para Nueva Zelanda, donde toda las trufas son de cultivo, no hay silvestres en todo el hemisferio sur.

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